¿Un niñero?

14.

Mhm- Comencé a moverme de un lado a otro mientras el dolor de cabeza ya estaba haciéndose presente. Abrí mis ojos con dificultad ya que la luz que entraba por la ventana me daba justo en la cara. Me quedé unos minutos más acostada para terminar de reaccionar. Fui al baño para cepillarme, luego de eso me vi en el espejo y..- Oh por Dios, qué es eso - Cabello despeinado, ojeras y mi cara de cansada juntas no es algo agradable de ver. Me di una ducha rápida, me peiné un poco y salí del baño. Busqué alguna pijama (unos shorts de pandas igual que la camisa) arreglé mi cama y el desastre de cosas regadas en el piso. - Uy, qué habrá pasado anoche.- Dije. Salí de mi habitación y toqué la puerta de Alejandro -Ale, estás? - Abrí un poco la puerta para hechar un vistazo, el no estaba ahí.

Bajé las escaleras y lo observé dormido en el sofá, caminé hacia el, y me quedé observándolo "uy, pero qué ojeras" pensé. - Ale.. Despierta - Acaricié su rostro y su cabello. - Aleee, despiertate - Agarré su brazo y comencé a moverlo de un lado a otro. - Ash, este niño.. -Susurré. Me subí encima de el y lo abracé con intenciones de gritar en su oreja.. Pero estaba tan cómodo.. No Mad, no.

DESPIERTATE, MALDITA SEA -Grité en su oído. Recibí un grito en la cara y ahora estoy en el piso con el encima de mi, muy cerca. - Emm.. Buen día - Le sonreí. -

Hola Madi - Correspondió la sonrisa y me dio un beso en la frente. "¿Cómo puede ser tan tierno?"

Quitate de encima, por favor - Reí. Cuando se quitó me ayudó a levantarme y fuimos a la cocina. - ¿Ya comiste? - Revisé el microondas, donde se encontraba el desayuno. - Oh, waffles.

No, por eso hice tantos. Oye, deberíamos aprovechar el día para ver películas y comer mucho, ¿te gusta la idea? -Buscó una malteada de chocolate dentro del refrigerador.

Mhm, sí, me gusta la idea. Pero.. ¿Qué comeremos? Todo se lo tragaron ayer mis amigos. - Comencé a caminar a mi habitación, entré y recogí algunos peluches que podrían ocupar espacio, los dejé en una silla y busqué mi lap, la conecté a la tv y comencé a buscar que películas o series podríamos ver.

- Pues.. Compré algunas cosas hoy en la mañana, no tenía sueño, decidí salir a caminar así que aproveché. - Lanzó todas las cosas que traía en sus brazos sobre la cama. - ¿Ya sabes qué veremos?

-La verdad, no. Estaba pensando en ver una serie que no sea muy larga. ¿Bates Motel, tal vez?

-Mhm, no, no me llama mucho la atención un chico psicópata. - Le torcí los ojos, seguí buscando algunas series hasta que encontré una que deseaba ver hace un tiempo.

-Ya sé, Teen Wolf - Di pequeños saltos dirigiéndome a la cama donde el chico se encontraba acostado. Me senté a su lado- ¿La podemos ver? Por favooor.

Mad.. No me gustan las series de "lobos adolescentes" -Rió. Me levanté de la cama y caminé nuevamente hacia la computadora en busca de otra cosa que podríamos ver. - Mejor veamos una película de terror- Dijo el, me volteé lentamente mirándolo, no muy convencida con su propuesta.

-Ay, no sé, me da un poco de miedo.

- Oh vamos Mad, estás acá conmigo, y si estuvieras sola no fuera como sí la niña del aro fuera a salir de la pantalla y MATARTE. - Usó su voz escalofriante. - Ay, cállate Alejandro. -Le lancé un peluche qué se encontraba a mi lado. - Está bien, veamos una de terror, pero elígela tu.

Fui hacia la cama y me lancé sobre ella, agarrando un pedazo de waffle. - Oye, te quedaron muy buenas. - Me estiré para agarrar uno de los vasos que se encontraba en la pequeña mesa que está al lado de mi cama. - Waffles de Chocolate, con malteada de chocolate, más los chocolates que compraste. Qué poco saludable.. Me encanta.

El chico rubio rió. - Lo sé, mis combinaciones son lo mejor. Veremos "El payaso del mal"

- Oh, no. No. No te has enterado de mi gran temor y trauma a los payasos, ¿verdad? Porqué yo creo que sí te lo había comentado.

- Mad, ya lo hablamos, ya te lo dije. Estás conmigo, aparte las películas de terror son solo películas. No pasan en la vida real. ¿Está bien? - Me miró y yo sólo asenti con la cabeza. - Perfecto.

Colocó la película, cerró las cortinas, apagó la luz y se acostó a mi lado. Inconscientemente lo abracé mientras comía. La película transcurrió normal, hasta que comenzaron a pasar cosas raras en la película, Alejo estaba muy concentrado en la película mientras que comía las cosas que había comprado, pero yo no podía dejar de verlo a el, no sé si era el miedo de mirar a la tv o algo más allá de eso, pero el lo notó. - Mad, mira la película. - Agarró mi barbilla y volteó mi cara en dirección a la tv. Me quedé viendo la película un rato, estaba interesante. - "Tal vez el terror no es tan malo después de todo." - Pensé. Agarré mi malteada para terminar de tomarla cuando en la película ocurrió algo que me asustó. Me ahogué con la malteada y comencé a toser de forma descontrolada. - Mad, ¿estás bien? - Alejandro comenzó a darme pequeños golpecitos en la espalda.

- Sí, estoy mejor. -Sequé algunas lágrimas que habían salido. - ¿Seguimos viendo la película?

Se acostó nuevamente y agarró uno de mis hombros empujándome hacia su pecho, me acomode quedando en el lugar donde me había acostado. Seguimos viendo la película sin contar que la mayoría de las veces cerraba los ojos o me distraía mirando a Alejandro. La película terminó y sus últimos 15 minutos los mantuve con los ojos cerrados, la verdad es que mi miedo a los payasos era grave, y con solo escuchar los gritos me parecía suficiente.

Así no se valía, Mad. Igual, ves, las películas de terror no son tan malas. - Despeinó mi cabello. se levantó de la cama y se movió de un lado a otro, estirándose. -

"Si tan sólo supieras qué te presté más atención a ti qué a la película."

***