- ¡Sueltame Alejandro! -Me safé rápidamente de su agarre. -No me vuelvas a tocar.
-Perdón Mad, em, yo quiero hablar contigo ¿se puede? -Sonrió algo nervioso.
-¿De que quieres hablar? -Lo miré molesta. -Bueno, ya que seré tu niñero quiero saber más de ti, que te gusta y todo eso. - Se recostó de la pared mientras esperaba mi respuesta.
-Em, está bien Alejandro, pero en este momento necesito dormir, estoy muy cansada ¿más tarde, sí? -Dije, con un intento fallido de mostrar amabilidad.
-Bueno, más tarde, saldré un rato a caminar, portate bien. - Asentí con la cabeza y el sonrió.
Entré a mi habitación, tome mi celular y decidí llamar a una amiga, Clhoe.
-¿Hola, Clhó? - Pregunté.
-Sí, ¿que pasó? -Dijo confundida.
-¿Quieres venir a mi casa? -Dije mientras me acercaba a la ventana y veía a Alejandro alejarse.
-Está bien, estoy allá en 5. -Colgó.
Bajé las escaleras, abrí la puerta y esperé a que llegara Clhoe.
-Holis -Sonrió y besó mi mejilla.
Hola, -Sonreí. -Entra, vamos a preparar algo de comer y conversar, no sé.
-Dale. -Empezó a caminar hacia la cocina.
Fuimos a la cocina, agarramos algunas galletas y gaseosas y subimos nuevamente.
Dale, ¿de que quieres hablar? -Se lanzó a mi cama, cayendo boca abajo.
-Tengo niñero. - Suspiré.
-¿Niñero? ¿NIÑERO? -Empezó a reírse y a revolcarse en mi cama.
-Cálmate idiota. -Agarré una almohada y la lanzé a su cara. -Sí, un niñero. Ves que no mentía cuando dije que mis padres no confían en mi.
-Bueno, después de la otra vez.. -La fulminé con la mirada y ella rió. - Pero, me pregunto, ¿eso te preocupa? - Dejó de reírse y me miró seria.
-Em, algo, es que yo no quería un niñero. -Suspiré y me lancé en mi cama.
-¡Ay por favor! ¿Qué tan malo puede ser? ¿Qué tal si ese termina siendo tu novio? -Comenzó a reír nuevamente mientras comía las galletas.
-Estas loca niña - Reí.- Yo no sería novia de el, nunca.
-Nunca digas nunca amiga. - En ese momento escuché la puerta abrirse, rápidamente fuimos a la puerta a ver quien había llegado, y pues, era Alejandro, como era de esperarse.
-Ay, que bueno está. -Susurró Clhoe en mi oido.
Empecé a reírme a carcajadas debido a su comentario, en ese momento Alejandro se dio cuenta de mi presencia.
-¿Mad? Pensaba que estabas dormida. -Dijo mientras subía las escaleras hasta llegar a la puerta de mi habitación. -¿Quién es ella? -Le echó un vistazo a mi amiga de pies a cabeza.
-Ella es Clho...-No terminé de decir su nombre al ser interrumpida por Clhoe.
-Soy Clhoe, un gusto. -Dijo mientras le estrechaba la mano a Alejandro.
-Alejandro, el gusto es mío. -Dijo y le giñó el ojo a mi amiga.
-Bueno Alejandro, ya nos vamos, adiós. -Di media vuelta y empujé a mi amiga hacia mi habitación, entré y cerré la puerta antes de que el pudiera detenerme.
-¿Por qué hiciste eso? Me había caído bien tu niñero. -Rió en forma de burla.
-Calla, deja de hacerte la amigable con ese chico. ¿Acaso no viste como te miraba? -Dije seria.
-Calmate Madisson, te pareces a mi papá. - Comenzó a reír debido a mi comportamiento.
-Es verdad Clhó, no te dejes llevar por el, ¿entendiste? -Me senté a su lado.
-Oh si Madisson, sí. -Empezó a reírse y a revolcarse en mi cama.- Ya Mad, relajate.
-Bueno. -Suspiré.
¿Cuantas veces había suspirado hoy? O bueno.. ¿A caso importa?
Pasamos la tarde hablando de lo ''bueno'' que estaba mi niñero según mi amiga, comimos y vimos tv, ya eran las 7:00pm y no me había cambiado todavía, tenía que bajar a hablar con Alejandro como habíamos quedado.
-Clhó, me voy a duchar, quedate aquí, no te vayas -Entré al baño, me di una ducha rápida, 15 minutos, y salí.
-Ayudame a elegir mi ropa. - Le dije mientras secaba mi cabello con la toalla.
-¿A donde vas? - Me miró confundida. -Voy a cenar aquí, lo de siempre, pero también hablaré con Alejandro.
-Ah, y por eso quieres arreglarte, ¿verdad? - Movió sus cejas de arriba a abajo.
-Calmate amiga. -Empecé a reir. -¿Ya elegiste mi ropa?
-Sí, estos shorts, el sueter naranja y las vans negras, eso. -Dijo lanzando la ropa a mi cama. -¿Ya te terminaste de peinar?
-Sí, ya. -Agarré mis shorts y me los coloqué seguido de mi sueter y por último mis zapatos.
-¿Te quedarás a cenar? -La miré mientras me acercaba a ella. -Tengo que irme Mad, mis padres me están esperando.
-Quédate Clhó, no me dejes con el, quédate a cenar. -Le rogué esperando a que cediera.
-No, tengo que irme, no te va a hacer nada. relajate. -Dijo.
Es momento de usar el plan B.
Me lancé al piso y me agarre de su pierna. -QUÉDATE, QUÉDATE, QUÉDATE.
-No me voy a quedar, sabes que no puedes convencerme, ahora levántate. - Me tendió su mano, la cual tomé y me levante.
-Bueno, no te insistiré más, bajemos y te dejo en la puerta. - Forcé una sonrisa, entrelacé su brazo con el mío y bajamos.
***
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¿Un niñero?
Teen Fiction"Es tu voz, es tu magia y tu locura." Madisson, tiene 17 años. Alejandro tiene 21. Ella suele tener problemas con sus padres y compañeros. Ella ya no está bien. El tiene mucho tiempo libre. Ella no quiere un niñero, y el solo...