[b u e n o s h u m o s . ] bunny- South Park.

I

•Butters.

Las clases de biología siempre me
parecieron maravillosas, me era curioso todo lo que se explayaba en dicha materia; aunque discrepara de algunas enseñanzas de la iglesia. Aunque disfrutar de las clases no me salvaba del bullicio de la sala de clases, ese ruido que siempre hace que mis dolores de cabeza vayan en aumento.

Una vez terminada mi actividad escolar, me dedico a observar a mis escandalosos compañeros, pero mi atención se posa en el team Stan; Kyle se encuentra concentrado en la pizarra; Stan se encuentra entre echado en su pupitre y la muralla, durmiendo en una posición de dudosa comodidad; Mi mejor amigo Cartman, comía de forma desesperada una barra de caramelo, eso me pone un poco nervioso y triste, pues probablemente tenga ansiedad. No le gusta biología; Kenneth por otro lado, parecía estar concentrado en hacer una casa hecha de su material escolar. Sin mucho rodeo sonrío de forma inconsciente, pues es lindo ver la manera en que esos diversos chicos se complementen el uno al otro.

La campana se hace sonar, pues es la hora de almorzar, lo que me indica que debo dirigirme a la mesa de la cafetería con mi almuerzo hecho en casa, pero mi caminata es detenida por un leve tirón en mi hombro, es Kenneth que me sonríe de oreja a oreja.- Oh Butters, ven a sentarte con nosotros, hay suficiente espacio para tú, yo, y esos bastardos.- suelta una risa singular, y yo no logro comprender que está pasando, porque antes no me habían vuelto a dirigir la palabra, pero Kenny me sacude levemente para darle una respuesta, así que asiento con una sincera felicidad, emprendemos camino hacia la cafetería pero siento un extraño olor emanando de él, decido ignorarlo, porque estoy feliz de que me hayan invitado de una forma tan amable para que me siente a comer con ellos, estoy alegre de que me vuelvan a dirigir la palabra.

Al llegar a la mesa de la cafetería Kenneth anuncia con genuina emoción mientras se sienta.- Amigos, miren a quien me encontré.- hace un ademán de que me siente a su lado.

-Hola Butters, ¿qué tal todo?- habla Kyle mientras Stan me sonríe y me saluda con la mano de una forma perezosa.

-Hola, amigos.- Sonrío.

-¿Por qué trajiste a Butters? No sabía que te gustaran los rubios afeminados.- bromea Cartman.

Kenneth lo mira con una sonrisa ladina- ¿Por qué no? Butters es un tipo agradable, además, la vida es muy corta para preocuparme en esas estupideces.- responde Kenneth con forma relajada mitras que Cartman parece irritado. El almuerzo al parecer consta de Kyle preocupándose de nuestros estudios, que amable de su parte, pero los demás sólo lo molestan diciendo que se preocupa demasiado. Cuando la campana está apunto de sonar Stan interrumpe la situación, le dice a Kenneth que le trajo su "pedido" y le entrega una bolsa de almuerzo, la abre, son unos queques cubiertos de un moho extraño, pero mi compañero Kenneth se pone feliz, le da unos dólares a Stan, mientras Cartman los mira divertido, por último Kyle parece disgustado por ésto.

Para ser sinceros no entiendo bien ésta dinámica pero no la cuestionaré, no así como lo hace Kyle, que parece demasiado molesto por lo que acaba de suceder.- Ustedes tienen problemas.- reclama Kyle.- ¿Por qué no maduran?

Stan trata de aliviaban el ambiente bromeando.- Vamos Mamá, no te pongas así.

-Sí amigo, tienes que comprender, a veces no se puede madurar, y además, son unos queques, no le hace mal a nadie.- le acompaña Kenneth.

No entiendo bien esta situación pero me río por su comportamiento, me gusta que pasen los años y sigan con aquella atmósfera agradable. La hora de almuerzo se acaba y todos nos vamos, aunque Kyle se va más rápido que nosotros, dejándonos atrás, me preocupa, papá dijo que Dios manda a ayudar a quienes nos necesiten, pero Kyle no me ha pedido ayuda, supongo que Stan es el más indicado para ayudar pues él no duda en salir atrás de su amigo pelirrojo. Los demás nos dirigimos al aula de clases, para luego de forma individual dirigirme a mi puesto mientras Kenneth y Cartman se quedan en la puerta, charlando. Miro hacia la ventana mientras logro escuchar la conversación de Wendy y Bebe; harán una fiesta por el cumpleaños de la rubia chica; Hablan hasta que entra el profesor, y empieza a explicar la actividad de hoy, es matemáticas; pero sin mucho avance de la clase, me ha empezado a doler la cabeza, pero es un dolor muy punzante, usualmente me duele pero este dolor es diferente, me supera, así que sin prestar atención a mi al rededor, me recuesto en mi pupitre, cierro un poquito mis ojos y espero a que pase.