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•Kenny.

Sentado en el pasto del patio junto a Cartman; está nervioso. Lo noto porque tirita, mira hacia todos lados de forma paranoica. Creo que quiere decir la primera palabra pero no lo logra. Así que tomo la iniciativa.- sabes que nos vamos a perder el primer bloque de clase ¿cierto?- lo digo de forma divertida, para que se ría. Pero siento que solo solté una gran carga sobre él, porque arruga sus labios, abre sus ojos como si lo estuviera retando o dando las peores noticias. Le sobo el hombro, esperando a que se relaje.- Hey, tranquilo, es solo una clase. Además es viernes. Y el cuerpo lo sabe.

El semblante de Cartman se suaviza, y suelta un suspiro.- Tienes razón, es viernes y nos toca religión. Ese ramo es relleno.

-Oh, ¿en serio? Se me había olvidado que nos tocaba hoy.- me rasqué la nuca mirando hacia otro lado un poco nervioso, realmente nunca sé qué nos va a tocar en clases, supongo que soy muy irresponsable. Lo vuelvo a mirar.- ¿y?

Me mira con cierto algo incómodo, aprieta sus puños y mandíbula, está rojo.- ¿T-tú... tú no tendrás un dulce que me des?- su semblante tímido y nervioso me hacía recordar a Teodoro de "Alvin y las ardillas". No pude evitar sorprenderme, tener ésta personalidad de Cartman usualmente se veía antes, cuando quería obtener algo. Pero desde que pasamos a octavo, solo se veía a un serio y burlesco Cartman. Hurgando en mi bolsillo solo encontré mi sucia y maltratada cajetilla de cigarros y unos chicles de café. Al instante de sacarlos siento la mano tiritona de mi amigo jalando suavemente de mi manga, tiene una mirada nerviosa, casi fuera de si, mirando fijamente los chicles.- E-eso... esos, ¿puedes... puedes dármelos? Por favor.- esta tan nerviso. Me da pena, parece un drogadicto. Le sonrió de lado para que no se sienta mal.

-Claro que sí. Tómalos.- al instante los saca de mi mano, los desenvuelve y engulle como si su vida dependiera de ello.- Hey, amigo, no estés nervioso. Solo somos dos amigos charlando.- de pronto suena el timbre para ir a clases, pero permanecemos inmóviles.

Mi amigo me queda viendo.- Kenny, no somos amigos. Solo somos conocidos.- Masticando los chicles dirige su mirada a un punto muerto.- Un drogadicto tratando de saber los secretos de un gordo asqueroso de mierda.- habla con tanto odio, pero su mirada se suaviza.-Butters es mi amigo.

-Pero yo también quiero ser tu amigo. Y quiero ayudarte, no te puedo ayudar sin saber qué es lo que te pasa.

-Te odio.- nos miramos seriamente. Así que le sonrió mientras me pongo en posición de que lo escucho, y él rueda los ojos- ¿te acuerdas cuando casi repetí octavo?- asiento con la cabeza.- En esa época mamá empezó a tener problemas de dinero, pero estaba empeñada en que ingresara a un nutricionista para bajar de peso, porque le preocupaba mucho mi salud. Pero todos eran tan caros; quería ayudarla con el dinero, pero nadie me quería en sus trabajos, no era estéticamente bueno para atender, ni atlético para reponer, era frustrante; ¿sabes?, la pubertad es rara, cuando eres niño nadie te dice nada porque comes demás, pero todo el mundo me encuentra repulsivo a la medida que crezco.- Cartman de a poco empieza a abrazar sus rodillas.-En fin, los gastos con suerte cubrían las cuentas de la casa, así que le mentí a mi mamá que estaba tomando dietas especializadas de internet, fue una noticia grandiosa para ella, aunque no fue del todo mentira. Hay tantas dietas y ayuda para adelgazar.- suspira y me mira.- Aunque la mayoría es para chicas, un hombre haciendo dieta no es masculino, no es de hombres, no podía decirle a nadie que estaba haciendo dieta. Intenté con todo, te lo juro, la dieta de la piña, del pepino, del arroz, a medida que iba perdiendo peso, me trataban mejor, la gente me decía que me veía apuesto, mamá me presumía con todo el mundo, incluso, hasta conseguí un trabajo. Sí,
tenía hambre, aunque el dolor en el estómago es mejor que cualquier recompensa.- veo una pequeña sonrisa creciendo en su cara, aunque rápidamente la borra.- Pero seguía siendo grasiento, algunos me seguían mirando con asco, aunque no los culpo, sigo estando hecho una bola. Buscando por internet encontré la dieta del agua, todos decían que era una dieta muy buena, pero riesgosa, a mi realmente me importa un carajo, yo solo quiero adelgazar, lo malo es que me daba hambre, tenía hambre todo el tiempo, me dolía respirar; fue esa vez que me desmayé... y me hicieron comer, una vez que pruebo comida no puedo parar, me dan atrancones, pero encontré una página; páginas de chicas enfermas, que me decían que ayudaría, comer algodón y agua, flagelación como castigo, estaban todas enfermas, pero si decían que ayudaba debía ser por algo. Empecé a bajar de peso, era maravilloso, hasta ustedes me felicitaban, pero también bajé mis notas, en realidad mis notas eran pésimas. El consejero escolar me citó, y dijo que si no rendía bien, jamás me aceptarían en un trabajo o universidad. Y mamá dijo que me querrá incluso si no estudio en una educación superior, pero no puedo dejar todo a manos de mamá. Así que empecé a dedicarme a mis notas, era más fácil que bajar de peso, me costó, pero lo logré, pasé de curso. Ahora me preocupo más de mis notas que mi peso, solo tengo que mantener mi promedio para obtener una beca. Pero me da ansiedad, cada vez que hay pruebas, me solía doler el pecho, necesitaba comer, me daban atrancones, lamentablemente mi estómago ahora no aguanta tanto, así que como y como, para luego vomitarlo, mi estómago es un marica. Ahora me da este tipo de situaciones con más frecuencia, me cuesta un poco más salir de cama. Y ahora estás tú aquí, tratando de hacerte el lindo con mi único amigo Butters, tratando de alegarlo de mi.- y así fue como quede sin palabras en frente de al que yo consideraba amigo de la infancia. Mierda, éramos unos hijos de puta como amigos. No me siento específicamente culpable porque soy consciente que no es mi culpa, no pude haberlo evitado eventualmente con todos los problemas que hasta hoy en día sigo atendiendo. Pero ni siquiera me di cuenta.

-Cartman.- Me mira, creo que tiene miedo, tiene miedo de que lo delate probablemente.- perdón, soy una mierda como amigo. Pero quiero ayudarte, déjame ayudarte, necesitas ayuda profesional.

Cartman rueda los ojos.- No tenemos dinero para eso, ademas tampoco te estoy pidiendo ayuda.- No sabía que decirle, así que hice lo más bajo que probablemente haría. Le tiré el brazo y lo obligué a mirarme.

-Déjame ser tú amigo, déjame ayudarte. Si no me dejas hacerlo... le diré a todo el mundo que es lo que te pasa.- Obviamente no lo haría, no soy tan cretino. Y también tampoco soy un cretino, usualmente no me meto en problemas ajenos, pero creo que con Cartman la pasividad no funcionará. Abre sus ojos como platos, aterrado.

-N-No lo harías... si lo haces le diré a todo el mundo que eres un marica.

No puedo evitar reír.- Cariño, todo el mundo lo sabe.- Cartman intenta salir de esta situación forcejeando, pero se rinde.

-¿Que tengo que hacer?- Mierda, realmente no tengo idea. Lo suelto y me pongo a pensar.

-Le diremos a Butters.

-Esta bien.- Cartman, se para bruscamente y me mira con recelo.- te odio en serio, maldito marica.

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Gracias por leer, perdón por los errores ortográficos y la demora, comenta lo que quieras uwu

[b u e n o s     h u m o s . ] bunny-              South Park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora