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Disclaimer: Esta historia contiene agresiones sexuales, muerte de personaje, uso de lenguaje vulgar, maltratos físicos y psicológicos, y maltratos infantiles. Si alguno de estos aspectos puede ser un desencadenante psicológico para ustedes, por favor, ABANDONEN ESTA HISTORIA. Esto es FICCIÓN, no tiene ninguna relación con la realidad y no apruebo ninguna de las acciones realizadas. Leer bajo su propia responsabilidad. 


—Di-disculpe... Estoy buscando al jefe Moon.

—¿Te debes ser Lee Min Hyung?— Pregunta el hombre de la entrada mirándolo de arriba a abajo. El chico solo asintió un tanto intimidado. —Moon dijo que vendrías, anda, puedes entrar, él estará en la entrada como de costumbre.

El chico asiente y observa cómo las grandes puertas de la propiedad se abrían, dejando ver un inmenso jardín. ¿Qué clase de trabajo le había conseguido su primo?. Estaba desesperado y sin ingresos, necesitaba algo de dinero para pagar el departamento de mala muerte en el que vivía, y su primo le habló de la mansión Jeon, un lugar donde sin duda necesitarían de un chico dispuesto a trabajar en lo que quisieran.

Caminó un extenso jardín delantero, que incluso tenía una pista para autos. Cuando por fin llegó a la mansión, fuera de esta habían cinco camionetas negras estacionadas, y alrededor de la casa, se encontraban unos hombres haciendo guardia. Eran intimidades a no dar más. Justo en la entrada, había un hombre de traje que resaltaba de todos, se veía grande e imponente, con un comunicador en su mano y mirada seria. "Ese debe ser Moon", pensó.

—¿Jefe Moon?

—¿MinHyung?— Asiente. —TaeYong nos habló bien de ti, no nos decepciones.

Tragó duro al escuchar esas palabras, y siguió al hombre al interior de la casa. Todo era alucinante, podía apostar que lo que pisaba era mármol al igual que las paredes que miraba, incluso se detuvo a debatirse si el candelabro central de la entrada era de oro o de plata bañado en oro. Nunca había estado en un lugar tan elegante y lleno de vigilancia.

—Tu trabajo será fácil y único. Harás todo lo que yo te diga, si tienes que correr, lo harás, si tienes que buscar un café, lo harás, si tienes que limpiar sangre, lo harás y obviamente, sin preguntas. ¿Captas?— El hombre le hablaba sin mirarlo y sin detener sus pasos.

—Entendido, señor.

Le mostraba la casa, pero a medida que lo hacía, le decía que no pasaría tiempo ahí, sino que se encargaría de seguir sus pasos, pero que era necesario que conociera la instalación en caso de emergencias.

—Sobre mí, está el señor Jeon. ¿Haz escuchado de él?— Esta vez Moon sí se detuvo a girarse a verlo, lo que provocó su ferviente asentimiento.

Todos en Busan conocían al señor Jeon. A los niños se les enseñaban dos cosas de Busan: 1) Todo aquí lo controla el señor Jeon. 2) Nunca te acerques a la mansión Jeon, a menos que seas llamado.

Jeon JungKook es el hombre que sustenta esa provincia. Gracias a él era que el lugar funcionaba a la par de la capital de Corea, él trajo las grandes cadenas multinacionales, al igual que el trabajo, como también él controlaba gran parte de la delincuencia. Muchos lo admiraban por ello, pero todos sabían que el hombre no era del todo un santo. Sus negocios ilícitos eran de conciencia general, al igual que sus escasos lazos con el mundo de la droga. Sin él, Busan nunca funcionaría. Su pasado era incierto, nadie sabía de dónde vino, ni la familia de la que pertenecía, mas tampoco se hacía el esfuerzo por averiguarlo, puesto que el último hombre que le preguntó de su vida, apareció flotando en un lago. Muerto.

—Bueno, entonces no me hace falta decirte que todo lo que pasa aquí, se debe de quedar aquí.

Murmura un pequeño "Sí" y ya se encontraba entrando a una habitación junto a Moon. En ella había un montón de hombres sentados alrededor de una mesa, mientras que en la cabecera y en la silla más grande, se encontraba el dueño de todo.

Durante su vida, solo había visto dos veces al señor Jeon. Eran raras las ocasiones en las que salía de su mansión, y cuando se dejaba ver, todos se volvían locos. Estaba igual que la última vez, tenia un rostro marcado por la seriedad, sus cabellos eran de color negro, unos labios finos al igual que sus facciones, totalmente elegante y con clase. Vestía de negro y a través de su ropa se marcaba su musculatura trabajada. Aparte de ser el dueño de todo Busan, el señor Jeon poseía una belleza inigualable.

—Moon, que bueno que llegaste, estábamos discutiendo de la próxima visita a Seul, necesitamos seguridad precisa y extrema— Apenas aparecieron, Jeon soltó esas palabras, ignorando la presencia nueva de MinHyung.

—Estoy trabajando en ello, señor— Moon inclina levemente la cabeza en forma de saludo. —Le prometo que todo estará listo cuando partamos, usted puede estar tranquilo.

Jeon asiente y vuelve a su conversación con el resto de los hombres presentes. El chico miraba un tanto asombrado, nunca pensó estar presenciando una reunión en la mansión Jeon y mucho menos, pensó que alguna vez estaría en un mismo lugar que el señor Jeon.

Junto con Moon, estaban apartados del resto, vigilando en silencio y con paciencia. Hasta que la habitación se vio interrumpida y de la entrada, una cabeza rubia apareció. Contrarió a lo que pensó, Moon no reaccionó y dejó que el intruso se dejase ver.

Todo se volvió en silencio y Jeon se paró rápidamente de su lugar para ir hacia al chico. —Lo lamento señores, esto ha llegado hasta aquí.— Fueron sus últimas palabras antes de irse, junto al misterioso chico.

Los hombres comenzaron a abandonar el cuarto de reuniones, hasta dejar a Moon y a MinHyung solos.

—¿Qui...

—Debes tener algo claro para que puedas trabajar aquí. Al chico que acabas de ver no debes tocarlo, ni hablarle y si es posible, ni lo mires— Interrumpe rápidamente Moon, mirándolo seriamente. —Él era Jimin, es algo así como el protegido del señor Jeon, es raro que salga de su cuarto solo, generalmente lo hace junto al señor o se queda dentro del. Lo importante aquí, es que si quieres mantener este trabajo, nunca debes hablarle.

—¿Puedo preguntar, por qué?— Dice algo extrañado.

—Simplemente porque así debe ser, nadie debe mantener contacto con él, solo el señor Jeon puede. Y bueno... Aunque trates de hablarle, él no te seguirá, sufre mutismo selectivo, nadie conoce su voz.

Asintiendo ve como Moon sale del cuarto y se apresura a seguirlo. Todo dentro de esa mansión era raro.



Inner Demons →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora