NOVIA DE LAS SOMBRAS.

TP2: Ella mi jefa... yo su esclava. "Cruzadas"

1808

"Navegamos sin rumbo, la oscuridad nos rodea. Llega a ser una acción algo estupida encender las velas, las ultimas que esperan en el desban.

El camino es demasiado largo... Las esperanzas de vida, vanas. Muchos han muerto, a excepcion de mis padres, mis hermanos y yo.

Londres se convirtióen algo extraño, en vano es pensar que saldran de las guerras por los exclavos, incluso con los ilustradores, aquellos que hablan por ellos. Sabemos que nada de lo que fue, volverá.

Profanan sus tumbas como muertos, bailan condenando sus almas, rezan a Dioses inesistentes y persiguen a la muerte.

El viento me habla justo en este momento lleno de recuerdos e imagenes, me acaricia, me suplica, puedo escuchar en el los llantos de los perdidos, aquellos injustos que muerieron por sus pecados, alimentando a mis hermanos, deborados por los impuros.

Antes de marcharnos nuestros cuerpos son marcados. ¡Vampiros objetos del diablo! Gritaban ansiosos de venganza. Por supuesto la obtuvieron.

Lo se, cuesta pensar que fuesemos desterrados, aunque quizás la verdad, sea que nos dejamos.

Cazados por seres humanos armados, llenos de esperanza, aunque en sus miradas solo hay miedo, descubriendo nuestras matanzas, nuestros secretos mas oscuros, e incluso los mios...

Tenía a una mujer bajo las sabanas, piel blanca, pelo rojizo como sus pomulos, ojos claros, no sabria definirlos con claridad eran extraños.

Sus labios rosados llenos de vida consumian mis ganas, mis deseos.

He tocado mis labios ante esos recuerdos.

Se llamaba Britanny, hija del alcalde John Lengwich, asesino de la raza de color, violador, pedofilo... Tantas cosas que salieron a la luz.

Jamas fue castigado.

Washintong le tenia bajo la manga, ser amigo de tal presidente le otorgaba ese privilegio.

Encerraba a su hija dia tras dia, hasta que ante suplicas Dante's la saco de alli hasta traerla junto a mi.

Fue asesinada.

No recuerdo.

Quizás fuí yo.

Me siento en la fria madera, las olas golpean con fuerza, es intenso e inestable este momento, hace frío y los recuerdos no cesan.

Mis hermanos se mantienen alejados, mi madre a mi lado con la mirada perdida, mi padrastro como siempre siendo el capitan, dueño y señor de esta familia.

Mi tia por su parte ofrece ayuda a los pocos que quedan, nos suplican que les convirtamos, ante tales suplicas mi tia solo contesta, no poder castigarles de tal manera.

Estan tristes y desolados, hartos de tales tareas, pero para ello mi padre solo una mirada, hace que vuelvan al trabajo al instante, callando sus pensamientos.

El cielo amenaza no dejarnos tranquilos, de hechos las lluvias delante de nuestro pequeño barco, amenazan para comenzar.

El viento, tambien nos amenaza.

Tras las tormentas, los peligros del mar, y la muerte de mas tripulantes tocamos tierra, la arena acaricia nuestros pies, quema.

Mis hermanos son ciegos caminantes ayudados por mi, mis padres por los ultimos tripulantes.

Los olores de aquella isla despiertan mucho interes en mi... Huele a... Muerte. Mi mente se desarrolla aun mas al percibir tal olor, mis pupilas ahora son totalmente negras, de hecho, he soltado a mis hermanos, tambien lo huelen.

El miedo no es algo que nos corra por la sangre, pero juro que en este instante, no me gusta como me siento.

Una mujer acaricia mi hombro, es morena, joven, es preciosa, sonrie cuando nuestras miradas se cruzan.

-¿Puedo ayudaros? -Sus palabras son susurradas por sus labios.

Asiento sin palabras señalando a mis hermanos, ella, solo sonrie gustosa, algo extraño pasa, en este instante, no se que es...

La isla es como el camino por la muerte, casas de madera casi destruidas, marcadas por una pintura blanca deteriorada, puertas oxidadas, ventanas rotas...

Ademas de mucho silencio...

-No vive mucha gente aqui. -Me observa, me estudia.

-Puedo verlo.

-¿Eres Rusa?

Mi acento me deja tal y como soy ante esta mujer, mi acento es mi marca.

-No te preocupes lo entiendo, no confias en mi... -Enreda mis rizos en sus dedos. -Pero... ¿Por que ellos si?

Sabe perfectamente quienes somos o lo que somos.

-Ellos son simplemente caminantes mudos y ciegos. -Intento mentalmente distraerla.

-Sabes mucho... Engañar a las personas debiles debe ser... -Besa mi mejilla. -Un privilegio.

-¿Seguimos?

La joven asiente caminando delante de nuestros cuerpos, sus ropas son extrañas, un vestido negro que empieza siendo un corse para terminar siendo una falda abierta por las piernas... E de confesar me encantaria acariciarlas. Su colgante brilla con los destellos del sol ante la nieve incrustada en las ventanas, extraño que sus tacones no se claven en la arena.

-Es aqui. -Señala una puerta que aduras penas se aprecia su color, azul.

Mis hermanos y padres son ayudados por nosotros a entrar, hay camas y comida.

-Y tu que... -Acaricia mi brazo izquierod con sus dedos. - ¿Te quedas con ellos?

Niego marchandome con la dama de ojos grisaceos.

Entramos en lo que parece su casa, observo cada detalle para saver de su vida, aunque poco encuentro, por no decir nada.

-¿Quieres sexo o seguir buscando?

No me permite contestar sus labios estan en los mios, su lengua jugando con la mia y sus manos jugando con mis pechos. Lleva el control con cierto ansia.

-¿Te gusta despacio Rusa? -Clava mi eapalda en la pared rompiendo mi vestido, dejando mi cuerpo desnudo a su merced. -O... Prefieres despacio y con calma... -Susurra en mis labios.

-Duro. -Antes de su contestacion clavo mis colmillos en su cuello embistiendo su peslvis contra mis dedos. Sus piernas se engachan en mi cadera, gime...

                         Grita."