CAPÍTULO XXX

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—Oficiales, estoy segura que fue Christopher Harrison el que le disparó a mi esposo —dijo Samantha. Los policías tomaron nota.

—¿Usted o la víctima tuvieron encuentros con el sospechoso? —preguntó uno de los detectives.

—Yo iba a casarme con el sospechoso, pero decidí no hacerlo. Ésta tarde me hubiera casado con Parker.

—Temo decirle que su ex novio no era la persona que usted creía que era. Harrison en realidad es el hijo de un jefe de la mafia, por lo que podría ser el autor intelectual del crimen. Aún no es seguro. La llamaremos en cuanto tengamos novedad.

Samantha no podía creer lo que había pasado. Nunca imaginó que aquel sería capaz de vengarse, y menos haberle ocultado tal mentira. Agradecía haber huido de la iglesia hace una semana.

Jayden se fue con David al departamento. El niño estaba preocupado por su papá. No quería perderlo, porque lo extrañaría y su mamá no podría levantarse de la cama. Desde el primer momento en que los vio conversar, hace casi tres meses cuando lo conoció, supo que se querían.

Se sentó en una dura silla de la sala de espera. Puso una mano en su vientre, y trató de calmarse. Todo le afectaba a esa bebé.

Lo único que Samantha quería era que terminara esa pesadilla. Despertar sudando y ver a Logan a su lado, y su abultado vientre que le impedía moverse en la cama con facilidad.

Estaba cansada, pero no se fue del hospital. La doctora que atendió a Logan salió del quirófano y le dio una buena noticia: él ya estaba bien, pero era necesario que estuviera en coma un tiempo para su recuperación más pronta.

***

3 meses después...

—Samantha, Logan ya despertó —dijo la doctora en cuanto vio que la rubia salía del trabajo.

No pudo evitar sonreír, y sintió una pequeña patadita de la niña que llevaba en su interior. De inmediato ambas fueron al hospital. La chica se llevó las ecografías en las que se veía a su bebé, porque quería que eso fuera lo primero que Logan viera.

Bajó del auto y no detuvo su marcha hasta llegar a la habitación donde Él estaba.

Logan la vio con su vientre de ya cinco meses, y la besó con pasión. Sam le enseñó las ecografías y le dijo feliz que esperaban a una niña. También que los hermanos Harrison habían sido arrestados, por fortuna, en una cárcel lejos de Cleveland.

Pasaron los meses, él se recuperaba con el tiempo. Cuando salió del hospital lo primero que hizo fue comprar un regalo para Samantha, quien había pasado su cumpleaños veintiocho en el hospital.

Jayden estaba feliz de tenerlo de nuevo, y que vivían los tres juntos. Los meses siguieron pasando, entre recuperaciones, el trabajo, Jayden, el embarazo...

Hasta que diez meses después...

***

Falta una parte más de ésta novela... ¡El epílogo! Mañana lo subiré ❤❤❤

Por mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora