Que cliché!!

Creo que necesitas uno, al igual que yo

Narra Diana

- qué hacías durante el día cuando yo no estaba aquí?

- en serio, no pienso contestarte nada.

- yo tenía todo planeado; el desayuno, clase, clases de arte, golf, almuerzo,  un pequeño descanso, clases de piano y canto, el té, clase de actitud, lectura obligatoria,  cena y a dormir.

- wow- expresó con desinteres-, si que estabas ocupada.

- qué esperabas, soy de la realeza- comenté un tanto desanimada y él lo notó, me dedicó un mirada de curiosidad. 

- no suenas muy felíz por ser de la realeza.

- no, verdad? Bueno,  eso no importa- evadí el tema- qué hay de tu familia? Tienes hermanos?

Suspiró- no vas a dejarme hasta que conteste?

- nop - me reí.

- cuál era la primera pregunta? Así,  me gustan los de historia o los textos explicativos.

- osea que te gusta aprender cosas nuevas?- pregunté mostrando interés en sus palabras.

-si -prosiguió a la siguiente pregunta-, lo que hacía es casi lo mismo que ahora,  leer, solo que añade el echo de vigilarte- por el el último comentario se me escapó un pequeña risa-, y no sé de mis padres, y... no tengo hermanos- supuse que no conocía a sus padres.

- yo tampoco,  y mis padres son muy rígidos, fríos y estrictos.

- y cómo llegaste aquí? -sonreí al notar que ahora él seguía con las preguntas.

- me escapé del castillo, unos hombres me perseguían y llegué aquí, y tú?

- un día vagando por el lugar, vi el castillo en ruinas y desde ése entonces vivo aquí.

- tienes amigos? - esa pregunta me hizo una pequeña presión en el pecho, tal ves no debí preguntar.

- ...no - me contestó,  se levantó y se dirigió a la puerta.

- yo no puedo tener amigos, o al menos éso me dijo la reina- le dije y él se frenó unos segundos, luego se retiró- te extraño Louis - dije melancólica luego de un rato en la soledad de la habitación.

(...)

- no pensé que estarías aquí- le dije entrando a la sala de música, por fin lo encontré- te busqué por todo el castillo, dime, tocas algún instrumento?- dije cambiando de tema drásticamente, cosa que suelo hacer a menudo, una mala costumbre mía.

- no, pero me gustaría aprender algo nuevo- dijo sin expresión alguna- pero piano no se me da

- sé tocar el violín- le informé- podría enseñarte.

- dos instrumentos? - me miró un tanto impresionado.

- bueno, primero aprendí con el violín, luego descubrí el glorioso piano- dije moviendo mis manos en el aire con exageración.

Me acerqué al violín y lo tomé.  Se lo di.

- oye, en serio me vas a enseñar?

- claro.

- sabes que, creo que no-

-  oh no, ya no hay marcha atrás

- bien - dijo inseguro.

(...)

Luego de enseñarle lo básico,  dejamos las clases para otro día.

- aprendes rápido

- si tú lo dices - dijo indiferente.

- quieres ser mi amigo? -dije rápidamente, otra ves cambiando de tema.

Narra Calb

Esa pregunta me tomó desprevenido.

- qué? - tenía que confirmar si de verdad me hizo esa pregunta.

- no sé cuánto tiempo estaré aquí,  tal ves para siempre, y - tragó saliva- por... - no parecía segura de lo que diría- por tu reacción de antes, creo que necesitas uno, al igual que yo.

- piensas que aceptaré? - reí sin gracia - no insinúes cosas niña- me retiré de la sala.