Que cliché!!

No sé... 14... 15?

Narra Diana

- Por favor!! tengo hambre y no confió en que me traigas comida decente!- digo, sino sabe que la carne cruda me puede matar anda saber que me trae de afuera.

Se agachó de hombros y se dio vuelta caminando hacia la escalera.

- por favor!!- me arrodillé suplicante.

Suspiró sucumbido- bien, pero no te me perderás de vista.

- entendido- dije seria tratando de aguantar una sonrisa.

 Bueno, no es como que me sintiera totalmente aprisionada y vigilada, creo que estoy acostumbrada desde que nací.

(...)

- Que lindo lugar- le dije.

 El lugar estaba lleno de arboles de distintos tamaños y tipos de hojas, al igual que arbustos y flores de todos los colores. Pequeños rayos de sol, que se infiltraban entre las ramas y hojas de los árboles, me segaban la vista. De fondo se escuchaban el cantar de las aves, y alguna que otra chicharra entre las ramas. Por la postura del sol, me daba a entender que eran al rededor de las 2 de la tarde.

- Tú crees? para mí es muy... brillante.

- por qué no me sorprende de ti? jaja- se me escapó una risita.

- ya! termina pronto niña!- desvió la mirada irritado.

- niña? cuántos años crees que tengo?- me estaba cansando que me llame así.

- no sé... 14... 15?- dijo dudoso con la mano tras la nuca.

- estúpido! tengo 18!- me tapé la boca con la palma de la mano. No quise decir eso, no suelo decir malas palabras o insultos pero se me escapó. Pareció que no lo tomó en serio. 

- tú? 18? jajaja!!-  rió con sarcasmo. Lo miré enojada ante su risa- espera... de verdad? pero si eres una niña

- que no lo soy!- dije mostrando mi enfado ante la situación. Odio hablar de mi altura, siempre es lo mismo.

- es que eres tan... pequeña- pequeña... me dejó un muy mal gusto en la boca esa palabra. 

- para tu información, aun estoy en mi etapa de crecimiento.

- si tu lo dices- me miró divertido.

Chasqueé la lengua- de todos modos ya terminé.

- Bien, volvamos- no dije nada, solo lo seguí hasta el castillo.

- Por qué vives en este desastroso lugar?- pregunté de buena manera. Todo estaba demolido y viejo.  

- qué tiene de desastrosos este regio de castillo?- preguntó sin expresión alguna.

- bueno, tampoco esta mal...

Este rodó los ojos, y el resto del camino no nos dirigimos ni una sola palabra.

(...)

Maldita celda inmunda, está llena de suciedad, el espacio es muy angosto, no entra luz y para agregar hay ratas.

- Qué estará haciendo mi familia?- Me estarán buscando?

Me imagino que si, pero... estoy triste, sé que por la razón por la que me buscan mis padres es porque soy la princesa, y no por ser su hija. Odio que el rey y la reina sean tan rígidos y frívolos. 

- Louis tal vez sea el único que se preocupa por mí- 

- qué murmuras niña?

- no me llames así, y éso no te importa- suspiré agotada.

- Es que tu nombre es aburrido.

- así?- me indigné- pues tu nombre es... - me quedé callada por un rato, sumida en mis pensamientos.

- es...- me insistió a que siguiera.

- cuál es tu nombre?

- mi nombre?- dudó antes de decirme.