... No otra vez

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Narra Diana

-  oye, por qué me evitas?- me encontraba en la biblioteca tratando de convencer a Calb que me diga porque tiene ese humor. Desde ayer que no me habla, parece que hoy tampoco tiene pensado dirigirme la palabra- al menos me dices por qué estas enojado?

Tal parece le harté de tantas preguntas, ya que cerró su libro con ímpetu haciendo resonar el ruido producido entre las paredes. Suspiró temperamental, y  luego sus ojos miraron directo y profundamente a los míos. Me removí incomoda en el lugar.

- no estoy enojado- dijo con el ceño fruncido.

- díselo a tu cara- al notar lo que dije y ver un diminuto cambio en su expresión, me apresuré a preguntar- estas celoso de Louis?- pregunté dudosa si es que era eso.

- qué? no! no estoy celoso- no paró de negar con la cabeza hasta haber terminado de hablar.

- no te creo- alcé una ceja.

- me da igual que me creas o no, yo. no. estoy. celoso.- aclaró cada palabra como si hiciera falta hacerlo para que lo entendiera.

- no tienes que sentir celos, después de todo estoy aquí, no?

- y por qué debería creer que no me dejaras y te iras con él?!- preguntó bruscamente. Abrí mis ojos sorprendida por su comentario, él al darse cuenta de lo que dijo imitó mi acción y se fue corriendo de la biblioteca.

- Calb...

Narra Calb

No pienses en eso. No pienses en eso. No pienses en eso. No pienses en eso.

Soy un tonto. Por qué siempre hablo de más en los peores momentos?

Me encontraba caminando por el jardín trasero del castillo, uno de los más grandes y lleno de plantas y macetas, algunas rotas y otras no.

- bien, tranquilo Calb, no te alteres- respiré profundo y solté el aire de mis pulmones- no te alteres... a quién engaño?!- paté una de las plantas terminando de romper la mísera maceta y mandándola fuera de mi camino. 

Me irrita. Me irrita que tenga a ese tal Louis, "su mejor amigo". Qué tiene de especial? no lo conozco pero por lo que me contó, deduzco que es torpe. Me fastidia... me fastidia que lo pueda elegir a él sobre mí, pero también me entristece ese echo. No quiero que se valla... no quiero estar solo.

- ... no otra vez- murmuré con frustración- cómo es que llegué a pensar que sería mi amiga siempre ? es obvio que lo prefiere a él, seguro que la única razón por la que sigue aquí es por el pacto, quién querría tenerme de amigo? debería dejar de ilusionarme tan fácilmente- suspiré- evidentemente él tenía razón- dije al aire pensando en lo que me dijo él ese día. Aun recuerdo como las gotas se deslizaban por mi rostro y cuerpo. 



Que cliché!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora