Estas leyéndolo

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Narra Calb

Corre.

No frenes.

Solo corre.

Que ridículo eres.

Por qué creíste que sería tal y como lo dijiste? Que patético eres.

- Maldición!- Grité. Mis pensamientos fueron interrumpidos al chocarme con algo y parar al suelo. Abrí mis ojos pero veía todo borroso a causa de tantas lágrimas. Me las limpié con la manga de mi sucia y rota remera, y al abrirlos me encontré con una niña sobándose la cabeza por el golpe. Me llamó la atención el que lleve una capa blanca y un vestido bonito, muy bonito para ser del pueblo. Ésta al toque juntó lo que había al lado de ella, una canasta y unas cuantas margaritas esparcidas en el suelo. Al terminar de juntar se me acercó y me extendió la mano.

No la aceptes.

Seguro que se repite.

Ella no es diferente.

Me alejé y le dediqué una mirada de inseguridad y desconfianza. Ella al ver mi reacción se sorprendió y luego sonrió. Qué le pasa?

- Ten- Dijo extendiendo una de sus margaritas hacía mí.  La acepté con confusión - Parece que necesitas una flor, tal vez te saque una sonrisa- Y se fue dando saltitos cual niña infantil.

Que rara. Debe de estar loca.

Sacudí mi cabeza de un lado a otro para sacar ésos pensamientos, y seguir con lo mío.

Corre.

Corre.

Corre!

(...)

Narra Diana

Al subir las escaleras me di cuenta de cuan cansada estaba. Mis pies no daban más,  se me había cruzado la idea de tirarme y dormir ahí en la fría escalera. Al llegar me cambié lo más rápido que pude y me acosté entre las sábanas. Me dormí,  apenas apagué la luz y cerré los ojos había caído en el sueño.

(...)

- Segura que no quieres ir a volver a dormir?- Se encontraba mirándome con una ceja levantada sentado donde siempre y con un libro en las manos. Yo negué mientras bostezaba.

- Estoy acostumbrada a despertarme a esta hora, lo que no sería ir a dormir al horario de ayer, por eso estoy así- Dije medía adormilada.

- Solo entendí acostumbrada,  despertarme,  horario y ayer- Rodé los ojos por su broma, aunque si que no se me entendió mucho, que digamos.

- Oh por dios!- Grité de golpe. Calb ante la situación saltó del susto. Jaja lo asusté.

- Qué te pasa?- Preguntó alterado y con un tono de enojo.

- Calb! Estas leyéndolo! - Dije sorprendida. Me di cuenta que Calb estaba leyendo uno de los tantos libros que le recomendé de romance. Pero nunca creí que los leería ya que ese género no es de su agrado.

Frunció el ceño al igual que un ligero sonrojo se hacia notar- Qué tiene de malo?- Espetó.

- No es malo, es bueno- Dije emocionada- Qué te hizo cambiar de parecer?-

- Irritabas tanto que no tuve de otra- Volvió a su lectura con un notable sonrojo. Que tierno.



Que cliché!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora