Hazz

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Luego de haber sido elegida para la tercer cabaña, Hazz Lightblue había hablado con la que podría ser la primera amiga de su hermana: Natalie.
Lo primero que pensó al verla fue que se trataba de una amiga de Anna; no obstante, se sorprendió al descubrir que en realidad la había defendido, y se cautivó por lo agradable que era.

     —¿Como crees que será nuestra cabaña, Natalie? —le preguntó, mientras se alejaban de la primera— Espero que a mi hermana le toquen buenas compañeras. Al menos no esta con esa perra de Anna.

Por fortuna, Anna Skalling había sido elegida para la quinta cabaña. Según lo que Katia les había dicho mientras las guiaba, cada cabaña tenía un color. La tercera era azul, y la de Anna era negra... Igual que la actitud de Anna.

      —Hazz... —Natalie se volvió hacia ella sin poder mirarla fijamente, lo cual extrañó a Hazz—. Creo que Lash no va a querer ser mi amiga. Es decir... En el autobús, se enojó conmigo.

Al oir eso, Hazz soltó una risa.

      —Llevo doce años conviviendo con mi hermana, Natalie —dijo esta, sonriendole a su amiga—. Si hay algo que aprendí es que sus enojos con las personas no duran mas de un día... A excepción de su enojo por Anna, pero eso es mas una cuestión de odio.

Natalie asintió, mientras Katia les indicaba a las chicas de la segunda cabaña que se dirigieran a la gran estructura naranja donde pasarían el verano.

     —Mira, ahí va Lash... —dijo Hazz, mientras veía a su hermana entrar a la cabaña— Espero que se haga amiga de alguna de sus compañeras, o que por lo menos no las odie.

Natalie soltó una risa nerviosa, mientras Katia las dirigía a su cabaña.

     —Natalie, dime tu que ya has estado aquí antes... ¿Como son las cabañas por dentro?

Al oír a Hazz hablándole, Natalie miró para otro lado. De nuevo, Hazz no entendía porque su nueva amiga se comportaba tan raro.

     —No son la gran cosa, la verdad —dijo, mientras se iban frenando—. Tienen bastante espacio, pero no es muy impresionante aparte de eso.

Sin embargo, cuando ambas entraron juntas, Hazz se quedo totalmente alucinada.

     —¡Es genial! —le dijo a Natalie, mientras caminaba hacia la segunda habitación—. Oye, Nat... ¿Te molesta que estemos juntas?

Esta se volvió, aparentemente sorprendida. Luego asintió tímidamente.

     —Genial. Es decir, porque parece que nuestras compañeras estarán juntas también...

Natalie se volvió hacia las otras tres chicas, que iban vestidas con el mismo uniforme rojo y dorado. Era evidente que eran muy amigas, y a juzgar por sus uniformes, de la misma escuela.

      —Lo bueno es que no nos molestaran mucho, Nat —le dijo Hazz, mientras se tiraba en la cama al lado de la ventana—. ¿Quieres que hagamos algo ahora? Estoy aburrida, y parece que todavía falta para que nos llamen.

Natalie se sentó lentamente en su cama, mientras miraba a Hazz.

     —Haré lo que tu quieras, Hazz —le dijo, mirándola con sus brillantes ojos azules.

Hazz tiró su equipaje y comenzó a desempacar. Luego miró a Natalie.

     —¿Vas a sacar tus cosas, Nat? Si quieres te ayudo.

Esta la miró, sorprendida.

     —No, no te preocupes... Solo estaba distraída.

Crystal: El Campamento Para ChicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora