Narra I.M
Tenía pensado como cortar todo este rollo que tenía mi padre entre manos, encontré una manera de unir los negocios sin tener que casarme obligado, la hija del socio de mi padre encontró los papeles que confirman nuestra unión para compartir beneficios. Me queda esta noche resfregarle en la cara a mi padre mi plan tan maravilloso y de paso le dejo en claro que tengo novia para que no vuelva a tener otra vez la idea. He buscando cielo mar y tierra para que esto sea posible, quiero estar con Minji cueste lo que cueste, y de alguna manera tampoco el viejo me quita la herencia quiero darle de todo a ella y que no le falte de nada. Me ha costado un dos meses encontrar la solución, pero también ha sido dos meses maravillosos a su lado. Ella no volvió a trabajar conmigo pero con sólo saber que ya es mía, me he muerto de felicidad con sólo haber conseguido eso.-Minji esta noche vamos a cenar con mi familia.-La observava desde la encimera de su cafeteria.
Ella decidió montar un negocio con la herencia de su padre para poder vivir y mantenerse, le ayudé un poco pero me agradaba verla manejando su propio negocio.
-¿Que?.-Me miró sorprendida.
-Lo que oyes, hoy voy a presentarte a mi familia así que ponte más linda de lo que ya eres.-Dije acercandome peligrosamente a ella.
-Pero...aún te tienen comprometido yo sería una molestia.-Me miró a los ojos un poco apenada.
-Minji, haz lo que te digo hoy es el día en el que terminara todo.-Acuné su cara entre mis manos.
-Esta bien.-Besé sus labios cortamente y ella me sonrió.
-Luego nos veremos, tengo que solucionar unos asuntos.-Dije acariciendole la mejilla y me fui.
Había quedado con la hija o mas bien con mi aliada para que nada de esto sucediese. Me esperaba en la sala de reuniones de mi empresa.
-La señorita So Yeon le espera Ceo.-Dijo mi nueva secretaria.
Asentí y fui a la sala de reuniones.
-So Yeon, ¿has traido el acuerdo?.-Me senté en la mesa a una cierta distancia de ella.
Asintió y me entregó una carpeta revisé y estaba todo, sonreí de lado.
-También esta firmado por mi padre, así que se puede decir que tenemos beneficios compartidos en las empresas sin tener lazos de ningún tipo.-Se levantó cogiendo su bolso.
-Esta noche se acabará todo, espero que te vaya bien con tu prometido.-Dije guardando todo en la carpeta.
Sonrío.-Gracias, adios Chang Kyun.-Se fué de la sala.
Me quedé pensando en la reacción de mi padre, los planes se le han ido a la mierda.
Narra Minji
Todo esto de alguna forma me hacía sentir mal, espero que lo que sea que tenga Chang Kyun entre manos funcione. No sé como podré quedar delante de su familia me preocupa más como me vieran ellos en vez de pensar en Chang Kyun y su rebelión contra su padre. Estabamos parados frente a la casa de sus padres aún no habíamos bajado del auto.-Minji no estes nerviosa, da igual lo que digan o piensen de ti, siempre fui la oveja negra siempre hacía lo que quería.-Tomó mis manos en las suyas.–Así que puedo estar con quien quiera, ninguna de sus opiniones o juegos me van a separar de ti ¿de acuerdo?
Yo asentí como respuesta.
-Bien, ahora vamos.-Salío del coche y hice lo mismo encontrandome con él al otro lado.
Nos cogimos de las manos y dio un suave apretón para que supiera que iba a protegerme pasase lo que pasase. La puerta se abrió por una mujer seguramente era una criada.
-Señorito Chang Kyun estan esperandole en la sala.-Dijo haciendo un reverencia dejandonos pasar.
Chang Kyun asintió como respuesta y yo sonreí agradecida,nos dirigimos y allí estaban todos teniendo una charla. Nuestra presencia se notó y todos giraron a vernos.
-Por lo que veo traes una invitada.-Dijo una señora seguramente era su madre.
-Trae otro cubierto para ella Hae Soo.-Dijo Chang Kyun apartandome la silla para que me sentara.
Nos sentamos en la mesa a cenar, había mucha tensión. Había un chico que no paraba de mirarme son una sonrisa seguro que es su hermano. Terminamos y su madre me miró.
-Bueno...¿y nos la vas a presentar?.-Dijo su madre expectante
-Ella es Minji, mi novia.-Recalcó las últimas palabras.
Saludé nerviosa.
-Oh, ¿y como os conocisteis?.-Preguntó escaneandome con asco.
-Bueno pues...-Dije pero me interrumpió
-Conociendonos.-Respondió Chang Kyun.
Su madre puso una mueca molesta.
-Chang Kyun estas comprometido.-Dijo su padre.-no puedes tener novia.
-Si que puedo, de hecho vengo hablarte sobre ello.-Dijo tan seguro sin apartar la mirada de su padre sacó de su chaqueta una carpeta y la dejo encima de la mesa.-Tengo unos papeles que demuestran que el negocio puede unirse sin falta de algún compromiso o lazos, así que mas que obvio que puedo tener todas las relaciones o salir con quien quiera. ¿Que pasa? ¿Te creiste que puedes jugar con mi vida como se te plazca como si fuera un muñeco? Te has equivocado conmigo y mucho, en esa carpeta viene todos los beneficios al conectar las empresas ya ha firmado tu querido socio y esta todo arreglado. Espero que estés contento.-Dijo sonriendole falsamente y se giró a ver a su madre.
-Y tú te guste o no es tu nuera, así que no seas tan frívola.
Su madre me miró y yo hice una reverencia a lo que ella correspondió igual. Me fijé que su hermano estaba observando todo con una sonrisa en la cara.
-Ahora si me disculpais nos vamos.-Se levantó y me miró.-Vamos Minji.
Asentí y cogí mi bolso haciendo una reverencia, pero no llegué a terminarla porque Chang Kyun tiró de mi mano para que nos fueramos rápido de allí.
-Chang Kyun me haces daño...-Me quejé.
El me soltó de inmediato lo miré confundida y me abrazó.
-No te separes de mi Minji, ahora eres como parte de mí. Eres la única familia que tengo, me he dado cuenta tarde de mis sentimientos pero de verdad te quiero aunque llevemos dos meses para mí es como si hubiese llevado una vida.
-Yo tambien te quiero Chang Kyun.-Le abracé más fuerte.
Luego el se apartó un poco de mí acarició mi mejilla y me beso dulcemente.
Ahora podriamos estar en paz. Después de haber sido tan estúpidos el uno con el otro.
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A prueba (Changkyun Monsta X)
FanfictionMinji trabajaba con su peor infierno en la gran empresa que tanto le costó poder trabajar ¿pondrá conseguir quedarse más tiempo? Era un tanto difícil más si se trataba de un incordio que no la dejaría ni un sólo día que pasaba trabajando.