Con el recuerdo de la lluvia que deja todo mojado, se distingue un lugar en donde la vegetación disminuye para dar paso a una imagen impactante. Un árbol quemado permanece de pie, derecho y con el orgullo de ser sobreviviente. De fondo, está a la vista la población de una especie superior. Solo por el hecho de que ellos pudieron quemar y él solo resistir.
No quedará en el recuerdo de nadie, o por lo menos de muy pocos, la historia de ese árbol, pero él tendrá que ver durante toda su vida a los seres humanos, los que son capaces de destruir al mundo con sus propias manos.
Quedará por siempre en él, el recuerdo del daño hecho. Por más que se recupere, por más que crezcan ramas nuevas. En sus raíces quedarán las marcas de lo que pueden hacer aquellas almas a las que no les importan otras.
Y con ese fondo oscuro de un día de invierno, con las nubes llegando al suelo retratando la tristeza del momento, se alza herido, pero sin dejar de ser majestuoso, ese ser que dice que aunque no se puede mover, que aunque no hable, ni se queje, vive y sufre. Retrata con nostalgia todos los que fueron de su especie y cayeron por la misma razón, por la que él hoy no tiene hojas y los pájaros ya no se detienen en él, ni lo eligen para vivir.
Porque es el miedo a la muerte representado en algo vivo, pero herido.
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Vidas De Tinta
RandomSinopsis original: Las lágrimas son optativas, el dolor opcional. Pero el corazón siente y no lo podrás evitar... Sinopsis editada: Vidas de tinta es una recopilación de relatos sueltos, poesía, versos descolgados, letras que se juntan con el desesp...