Creo que por un largo tiempo he postergado lo inevitable, pero últimamente me encontré pensando bastante sobre las mismas cosas de siempre...
Por lo que me determiné a terminar con una etapa de mi vida, a intentar crecer y cambiar las cosas que me dañan de mí misma. Escribir esta obra representó muchas cosas para mí, es lo primero que publiqué en esta plataforma y, por ende, son los primeros escritos que decidí compartir con el mundo. Ahora, mirando las cosas en retrospectiva, observo como mi escritura fue evolucionando a través del tiempo y, gracias a esto, noto como mutó mi opinión respecto al libro. Hubo una época en la que sabía porqué publicaba, otra en la que odié cada una de las palabras que dejaba en la hoja, me ausenté, explayé ideas que no terminaron en nada, borré capítulos, me avergoncé y creí que a nadie podría gustarle nunca lo que yo escribía... supuse que había gente con talento y otra que a pesar de esta carencia lo compensaba con una determinación inquebrantable. No poseo ninguna de ambas, pero siempre me gustó escribir y, al hacerlo, siento como los demás problemas se hacen más llevaderos. Como, lentamente, me alivio. Al igual que el hermoso sentimiento de abstraerse en una lectura que nos haga desaparecer del mundo real, de las responsabilidades, de los fallos. Pero entendí, no con facilidad, que un exceso de eso también es malo ¿leer puede ser una adicción seria? Abstraerse del mundo sí. Definitivamente.
Leer es hermoso, escribir también, pero no es fácil. La inspiración va y viene y a veces la extraño por períodos de tiempo que se me hacen interminables. Parece venir en el momento menos oportuno, cuando debo cumplir con responsabilidades que son obligación, y en el momento en el que más la necesito desaparece rodeada de una nube de tristeza que parece prometer su insondable final. Por lo que ahora quiero poder superar mis propios problemas, usando la lectura en aquellos momentos en lo que ya no haya forma de lidiar con la realidad y sienta que me ahogue. Pero hacerlo al fin, hablar conmigo misma sin caretas ni ropajes, sin prejuicios, con amor. Finalmente, con amor. Y, en ese inmenso viaje, la escritura servirá una vez más como herramienta, sin pensar en si a otros les va a gustar. Escribir para mí, pero de corazón, con simpleza y sinceridad.
Porque crecer es difícil y, para algunos, extremadamente doloroso. No quiero hacerlo sola, pero debo. Y para ello debo cerrar etapas, este libro es una de ellas. No sé siquiera cuál de estos escritos es el más antiguo, ya que no se encuentran en orden cronológico, pero alguno debe pertenecer a mi yo de doce años. A quien amo y respeto, por lo que intenté a través de los años mantener la esencia original de esta obra, lo que la caracterizaba, así como una huella digital que me recordara que escribo desde siempre y que debo valorar lo que alguna vez fui. Sin embargo, cada vez que leo encuentro más errores y cosas que ya no pienso, con las que estoy, incluso, en desacuerdo. Por lo que me parece sanador y correcto cerrar un libro que bien podía haber terminado antes, supongo que me repito; crecer es difícil. Soltar también.
Me queda por pedirles, como me pido a mí misma, que sigan lo que les gusta. Si aman escribir háganlo, no va a ser siempre fácil, pero no podemos ni debemos dejar que los obstáculos nos detengan. E intenten, aunque sea un poco, no abstraerse del mundo siempre, porque las heridas punzan, lo sé, pero se curan con amor y perseverancia, con crecimiento personal, con risas, con ayuda, saliendo al mundo, no escondiéndonos de él. A veces retrasar las cosas solo las vuelve más dolorosas. Terminar etapas está bien, admitir nuestros errores e intentar cambiarlos debería ser la norma, aceptar que no somos perfectos y no podemos serlo es reparador.
La autoexigencia es, quizás, la principal razón por la que debo reconciliarme con mi propio libro. Quiero entenderlo como un recuerdo latente que me marca pero no define, como algo bello que creé con mis propias manos, dejando el corazón en cada escrito. Quiero ser capaz de reconocer que no todas las palabras encajan perfectamente y, que cada quien, tiene maneras diferentes.
Quiero incorporar, como si fuera inherente a mi persona, el saber que define que crecer incluye mirar al pasado y vernos como algo incompleto, cuando aún ahora lo estemos. Y que por eso no soy objetiva al leerme a mí misma, ni reconozco cuando algo es bonito, cuando una historia tiene algo lindo que la hace especial. Quiero saber que equivocarse está bien y, que si algunos de estos escritos, aunque sea uno, ha tocado a una persona, aunque sea una, todo habrá valido la pena.
Porque hace tiempo que escribo estas cosas sueltas en una libreta, con mala letra, con manchones acá y allá, para sentir más, para sentir menos. Escribo con paciencia, o desprolijamente, sin línea cronológica, con errores de coherencia, pero escribo siempre, con excepciones. Soy contradictoria, a veces repito, a veces rimo, me aburro y busco sinónimos. Punteo mal, uso muchas comas, soy aniquiladoramente concisa o me deliro en detalles insignificantes, escribo retorcidamente simple, vocabulario corto, con palabras que no existen. Pero lo hago porque lo necesito, me siento mal y luego existo. Y las hojas de la libreta se acumularon de letras, ahora pesan y llevan consigo mis pensamientos, por lo que, junto a mi soledad, decidí publicar. Ahora es tiempo de terminar este proyecto, para que vengan otros ¿No?
Renovar siempre es algo bueno, el cambio no tiene porqué ser negativo y, al menos a veces, para renovar es necesario hacer lugar en nuestras vidas.
Gracias Vidas de Tinta por haberme acompañado por tanto tiempo. No sé si podría darte un final mejor, pero esto es lo que sentí y quería despedirme de manera sincera porque jamás pretendí mentirte. Gracias por todo lo que me diste, siempre te llevaré en el corazón como un proyecto personal que no dependió de nadie que no fuera yo.
Cuidá bien de las vidas que albergás, protegelas porque sos su hogar y cada historia te eligió, porque al fin y al cabo todo tiene una razón de ser.
~Abril
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Vidas De Tinta
RandomSinopsis original: Las lágrimas son optativas, el dolor opcional. Pero el corazón siente y no lo podrás evitar... Sinopsis editada: Vidas de tinta es una recopilación de relatos sueltos, poesía, versos descolgados, letras que se juntan con el desesp...