Los ángeles son una tentación.

Capitulo 3

Holaaa :3 aqui os dejo un nuevo cap. espero que os guste :)) y disfrutad!

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-Ya veo que ya llegó la alumna nueva. Por favor, ¿puedes levantarte?-Una mujer de pelo negro y piel oscura me señala con su dedo y me mira a través de unas gafas de culo de botella.

Me sonrojo un poco, pero me levanto. Veo que no habla, asi que supongo que tengo que presentarme.

-Eh... Soy Daniela Carter. Mmm... me acabo de mudar aquí. Eh...-Como no se que más decir, me quedo callada. Oigo a algunos chicos reirse por lo bajo. Me siento.

-Vale. Necesito algún voluntario para que le enseñe el instituto.-La profesora va mirando a la gente.

-Yo lo haré.-Dice Bri.

-Vale. Pues, empecemos...

***

Cuando toca el timbre para ir al recreo, Bri me agarra del brazo y me saca de clase.

-Vale, lo primero que te voy a enseñar va a ser "el cuarto".

-¿El cuarto?-Frunzo el ceño.

-Es una pequeña habitación que ningún profe utiliza. Está bastante oscuro, y no te sorprendas si te encuentras a alguna parejita...

-De acuerdo. Lo evitaré a toda costa.-Me enseña donde está, y luego me enseña el resto del instituto. Al final nos sentamos en un pequeño banquito que hay en el patio (una gran explanada al aire libre, rodeada de cesped, en donde hay varios bancos de madera) y observamos a los chicos que juegan al futbol.

-¿Aquí todos están buenos?-Pregunto mientras frunzo el ceño.-En mi antiguo instituto todos eran feos.

-Esque estos son los de bachillerato. Los de nuestro curso y los más pequeños suelen quedarse en la cafetería.-Bri está sentada a mi lado, con los pies apoyados en el suelo. Mis pies solo lo rozan.-Hablando de cafetería, tengo hambre. ¿Nos vamos?

-Yo también tengo hambre.-Me doy un par de palmadas en el estómago. Nos levantamos y nos damos la vuelta, derechas a las escaleras.

Entramos en la cafetería. Es una sala enorme con ventanas que dan al patio, con paredes pintadas de amarillo. Hay varias mesas redondas a la derecha llenas de gente, y una barra llena de comida a la izquierda. No veo ningún cocinero, así que supongo que tendremos que servirnos nosotros.

Bri se adelanta y agarra una bandeja. La imito. Agarramos un par de botellas de agua y unos cubiertos. Veo una gran variedad de comida, desde fruta fresca hasta una gran variedad de postres. Me cojo una manzana, un plato lleno de macarrones con tomate y un helado de chocolate con almendras.

-Dios, podría vivir aquí.-Digo co  la boca hecha agua.

-Y yo. Pues recuerda, esto todos los días.-Enarca las cejas varias veces mientras esboza una sonrisa divertida.

-Ay, voy a engordar.-Frunzo los labios, y me encojo de hombros.-Que se le va a hacer.

Soltamos una carcajada mientras caminamos hacia una mesa pegada a una de las ventanas. Nos sentamos una al lado de la otra y me quedo mirando la comida de Bri.

-¿Te vas a comer todo eso?-Tiene un racimo de uvas, cinco tozos de pizza, y dos trozos de Brownie de chocolate.

-Claro.

-No se donde lo guardas.-La miro de arriba abajo. Es bastante delgada.

-Aquí.-Se da un golpe en el estómago.

Me río y me imita.

-Mira quien viene por ahí.-Hace un gesto con la cabeza señalando a la puerta. Veo a dos chicos, uno es alto, con el mismo color de pelo que Bri, ojos azules y una gran sonrisa. A su lado está Scott.

-Que bueno está.-Digo entre dientes, con una sonrisa.

-¿Les digo que vengan?

-¿De que los conoces?

-¿Es mi hermano?-Dice en tono irónico. Antes de que pueda decir nada, levanta una mano y grita:-¡Nazan!

El chico gira la cabeza hacia nosotras. Sonríe y se acerca un poco más a Scott. Le susurra algo al oído, sin perder la sonrisa. Cuando se separa, Scott mira hacia nosotras. Frunce el ceño, pero cuando ve que Nazan se acerca, lo sigue.

-¿Te llevas con tu hermano?

-Muchísimo. Somos como uña y carne.

-Que raro. La primera vez que lo veo.-Digo justo antes de que se sienten.

-Hola chicas.-Nazan se inclina sobre Bri y le da un beso en la sien.-¿Que tal? Soy Nazan.-Ahora se dirije a mi. Me sonríe y lo imito.

Scott no hace nada, solo saluda con la cabeza.

Eso me enfurece. ¿Por qué no dice nada? ¿Tan mal le caí?

-Hola, Scott.-Le dirijo una sonrisa irónica.

-Hola Dani.-Responde, con la mirada fija en su plato.

-¿Tienes hambre?-Le pregunto. Solo tiene una manzana en su plato.

-No mucha.

-¿Sabes? La gente dice que el desayuno es la comida más importante del día. Yo creo que es la comida. Porque el desayuno es poca cosa, no se. Creo que comer es esencial. Vamos, hay gente que se salta el desayuno, pero la comida es sagrada.-Digo.

-Hablas mucho.-Levanta la mirada y forma una sonrisa de lado.

-Vete acostumbrándote.-Le sonrío.-¿Acabaste los deberes de física a tiempo?-Intento hablar de cualquier cosa estúpida para fastidiarle.

-Si, gracias. Era la B.-Me guiña un ojo.

-No hay de qué.

-Debería devolverte el favor.-Mira hacia Bri y Nazan, que están enfrascados en una conversación sobre aros de cebolla. Scott se desliza por el banco que rodea la mesa hasta ponerse a mi lado. Me estremezco cuando su boca se acerca a mi oreja.-Puedes pedirme lo que quieras.

-¿Lo que quiera?-Digo mientras un escalofrío me recorre la columna.

-Lo que quieras.

Y suena el timbre. Scott se separa de mí, y se levanta. Nazan lo imita y los dos salen rápidamente por la puerta.

¿Scott estaba lanzándome indirectas? ¿A mí, a la chica que no lleva ropa transparente ni maquillaje?

"Dani, no te emociones". Me digo a mi misma.

Me meto un puñado de macarrones en la boca y me levanto junto con Bri, de camino a clase de francés.

Final del cap. (corto, lo se)
¿QUE OS PARECE?
Comentad lo que os gusta y lo que no porfiii.
Por cierto, voy a dedicar este capítulo a Rocio, que seguro que está riendose al leer esto. Un beso guapa, te quiero!