-Somos nosotros.-Susurran Scott y Nazan. Dejo escapar un largo suspiro de alivio.
Liberan nuestras bocas, y lo primero que hago es abrazar a Scott con mucha, mucha fuerza. Agarro fuertemente su camiseta, el miedo me paraliza y suplico que no me suelte, pero lo hace.
-¿Que pasa?-Le susurro sin que me oiga Bri, que está hablando con Nazan.
-No lo sé. Pero es algo malo.-Agarra mi cara entre sus manos.-Quedaos aquí. Yo me encargo.
-No. Voy contigo.
-No. Tú te quedas.-Me da un corto beso y se separa.-Vuelvo en un momento.
Se incorpora y se va. No veo casi nada, así que solo escucho el chirrido de la puerta al cerrarse.
-¿Que era eso?-Pregunta Bri, refiriéndose a la sombra.
-Ya... ya te lo explicaremos.-Nazan la abraza y le sonríe.
-Vale.-Asiente y se arrebuja en su chaqueta.
-Yo voy.-Digo tras cinco minutos.
-¡No!-Nazan me detiene.-Scott dijo que te quedaras.
-Me da igual. No está. Yo voy.-Me incorporo y empiezo a caminar hacia donde supongo está la puerta.
Salgo al pasillo y empiezo a caminar. El miedo se apodera de mi, pero intento ignorarlo.
De repente oigo unos ruidos provenientes de una sala al final del corredor. Contengo la respiración y empiezo a caminar hacia ella.
Mis pasos resuenan debido al chirriar de las tablas de madera. Intento no hacer ruido, pero es inevitable.
Me giro de golpe en cuanto oigo mi nombre.
-Dani.-Es Nazan, que está detrás de mi.-Bri. No está.
Abro los ojos desmesuradamente.
-¿Como que no está?
-Me di la vuelta y cuando volví a mirar ya no estaba.-Una lágrima se derrama por su mejilla y yo se la seco.
-Tranquilo.-Le abrazo.
-Vamos.
Nos damos la vuelta y empezamos a caminar hacia la puerta, pero de repente los ruidos cambian de lugar, y se empiezan a escuchar en el piso de arriba del todo. En el desván.
Nazan y yo nos miramos y asentimos.
Subimos las escaleras despacio. Cada vez todo está más oscuro, pero se ve.
Cuando llegamos a las puertas dobles, nos quedamos parados.
-Deberíamos entrar.-Digo yo.
-Deberíamos.
Inspiramos hondo y empujamos las puertas.
Damos a una gran habitación llena de cajas y libros de texto. En el techo hay una ventana que deja entrar una pizca de luz de luna. Todo parece normal, hasta que en medio de la habitación vemos a Bri tirada en el suelo. Nos acercamos corriendo a ella y la zarandeamos para que despierte. Cuando lo hace, abre los ojos y señala algo tras nosotros. Nos giramos y vemos al hermano de Scott, Carrik. Está inclinado sobre nosotros con un cuchillo en la mano. Doy un grito, y de la nada aparece Scott y empuja a Carrik.
Se abalanza sobre él y se enzarzan en una pelea a puñetazos.
Durante unos segundos, Carrik va ganando la pelea, pero luego Scott saca una pistola. Bri da un grito y se tapa la boca.
-Por favor. Para.-Carrik está bajo Scott suplicándole.
Scott se queda quieto un segundo mientras medita, con la pistola pegada a la sien de Carrik. Finalmente la aparta.
-Idiota.-Carrik sonríe, y de la nada, se desvanece.
-¡Mierda!-Murmura Scott.
-Chicos, explicadme esto.-Bri está agarrando la camiseta de Nazan con fuerza.
***
Una hora después, estamos en casa de Scott. Le hemos explicado todo a Bri, y está un poco en shock. Normal.
-Y... entonces... ¿en tres meses te vas?-Le pregunta a Scott.
-Si.-Suspira.
-¿No puedes quedarte?
-No.-Dice tras unos segundos.
Dejo escapar un sollozo.
-Nosotros mejor nos vamos. Os dejamos solos, chicos.-Nazan y Bri se levantan y salen de la habitación de Scott, para luego salir de la casa.
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Los ángeles son una tentación.
Teen FictionEsta no es la típica historia de chico malo y chica buena. Más bien, yo no soy la mejor niña del mundo. Soy bastante charlatana, digo lo que pienso (sin cortarme un pelo) y soy muy divertida. Tampoco soy la típica chica que no quiere tener novio po...