CAPITULO 4

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Holaaa :) aqui os dejo el cap. 4.
¿creeis que Scott le estaba lanzando indirectas a Dani???
Bueno, espero que os guste el cap.
BESOS Y DISFRUTAD!!!

Me paso el resto de las clases atontada. No puedo dejar de pensar en Scott.

¿Por qué me dijo eso? ¿Por qué me importa? ¿Acaso es porque me atrae?¿Por ser guapo?¿Por que coño tiene que ser tan sumamente guapo?

Noto un pinchazo en el brazo. Despierto de mi trance y me encuentro con Bri, de pie a mi lado.

-Acaba de tocar. Todos están recogiendo.-Se cruza de brazos, agarrando el asa de la mochila.

-Uy, perdona. Esque estoy algo... cansada.-Digo, e intento imitar un bostezo que me sale mal.

-Cansada de pensar en Scott. Mira, rubita, yo sé lo que piensan las personas en todo momento.-Me sonríe y me guiña un ojo.

-¿Eres adivina o algo así?

-Las adivinas leen el futuro, lerda.

-Uy.

-En todo caso seré una... eh... leedora de mentes. Eso.-Asiente enérgicamente con la cabeza y suelto una carcajada.

Me levanto y guardo todas mis cosas en mi mochila. La cierro y me pongo el abrigo.

-¿Como vuelves a casa?-Me pregunta Bri.

De repente me doy cuenta. Seguramente Scott también cogerá el mismo bus que yo.

-En bus. Con Scott.-Digo con los ojos cada vez más abiertos.

Bri se ríe. Su risa es aguda, pero sin ser agobiante. Es como un tintineo.

-Dios, que nerviosa estás. Seguro que no te liaste con nadie en tu vida.

-Si que lees la mente.-Frunzo el ceño, pero me río.

-Tía, tienes quince años.

-¿Y?

-¿Como que "y"? Yo con quince años ya hice bastantes más cosas. Ahora tengo dieciseis, y te puedo decir que si leo Cincuenta Sombras de Grey, no habrá nada escrito que yo no haya hecho.

-¿Hablas en serio?-Enarco las cejas. Ella asiente y me río.-Eres una verdadera zorra.

-Lo sé.-Soltamos una carcajada.-Venga, vamos, o perderás el bus.-Dice, sonriéndome juguetona.

Cuando salimos, nos encontramos con Nazan.

-Hola chicas.-Nos dirige una sonrisa cálida.-¿vienes a comer a casa, Dani?-Me pregunta.

-No puedo. Amanda llega de trabajar en dos horas y tengo que hacer la comida. Otro día.-Le sonrío.

-Corre, que pierdes el bus.-Bri me da un pequeño empujón cariñoso. Le lanzo un beso y me voy rápidamente.

Cuando subo al bus, busco por todas partes hasta que lo veo.

Aunque también veo a la morena de piernas quilométricas que tiene en el asiento de al lado.

Frunzo el ceño. La morena se pega mucho a Scott, inclinándose sobre él, de modo que su corto vestidito negro deja ver, digamos, demasiado.

Veo que mantienen una conversación muy entretenida, ya que La Morena no para de reirse.

Eso me enfurece.

Me acerco rápidamente a ellos, y unos pasos antes de alcanzarlos, me subo un poco el short. Me suelto la coleta y me echo todo el pelo hacia un lado, y luzco mi sonrisa más tonta.

Me acerco dando pequeños saltitos hasta ponerme en el asiento de detrás.

Cuando La Morena va con la intención de acariciar el brazo de Scott, yo me inclino hacia delante y rodeo el cuello de él, envolviéndolo en un abrazo.

-Hola, Scottie.-Pongo la voz más aguda de lo normal.-Lo de ayer estuvo genial. Me encantaría repetir.

La Morena se gira hacia mí con cara de malas pulgas.

-¿Quién eres tú?

-Dani. ¿Y tú?-Digo, haciéndome la tonta.

-Da igual. ¿Por qué lo abrazas?-La Morena frunce el ceño.

-No tienes muchas luces, bonita.-Le lanzo una sonrisa.

-¿Eres su novia?

-Por fin tu única neurona a dado sus frutos. Lárgate, vamos.-Le hago un gesto con la cabeza para que se vaya. Se levanta de mala gana y se va a la primera fila, sin dejar de lanzarnos miradas recriminatorias.

-Por fin.-Pongo los ojos en blanco y suelto el cuello de Scott para sentarme a su lado.

-¿Por qué has hecho eso?-Me pregunta con el ceño fruncido.

-Oh, vamos. Se nota a quilómetros que es una fresca. Además, me debías un favor.

-¿Que favor?¿Espantar a una chica?

-No, idiota. Me apetecía sentarme aquí. Es mi sitio de siempre.

-Es la segunda vez que te sientas aquí.

-Porque solo he subido dos veces en el bus. Me siento aquí un 100% de veces, y no pienso dejar que una guarra me quite mi sitio.-Me encojo de hombros.

Pienso que se va a enfadar, pero en cambio se ríe.

-Eres una cabezota.

-Lo sé. Acostúmbrate.-Le guiño un ojo y me recuesto en el asiento, ya calentado por La Morena.

Los ángeles son una tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora