Capítulo IV

1.7K 206 29
                                    

¿Que se supone que debía hacer? ¿Debía decirle algo sobre lo que había hablado con Jyugo? Supongo que no podía dejarlo pasar más tiempo.

—Hablé con Jyugo hace un rato —Intenté darme palabras de aliento a mi mismo en mi cabeza, concentrándome en lo que iba a decir para no arruinar todo— Quería decírtelo para que me des tu opinión respecto a eso.

—Yo también hablé con Jyugo-kun hoy —mantuvo esa sonrisa de niño pequeño que cada vez me volvía más loco— No entendía muy bien que era gustar de alguien, pero gracias a él, y también a Uno-kun, lo pude entender mejor —su sonrisa tierna se transformó en una nerviosa. ¿Acababa de decir que no sabía lo que era gustar de alguien?—

—¿Eso quiere decir que te gusta alguien? —el peliverde asintió. Me tensé un poco y esperé a que hablara—

—¿Porqué me miras tanto, Rock? Siempre que levanto la vista, ahí estás tú —me quedé en silencio, no sabía que responderle. ¿Acaso era el momento indicado para decirle?

—Es imposible no mirarte, eres tierno, lindo, ¿como pretendes que la gente no te mire? —me di cuenta de que hablé de más. El menor me miraba con un leve sonrojo—

—¿Eso es lo que piensas de mi? —sonrió y me miró directamente a los ojos. Pude ver que estaban iluminados—Yo pienso lo mismo, por eso no puedo dejar de mirarte a veces —rió subiendo más su nerviosismo. No podía creer lo que estaba oyendo. ¿Enserio él pensaba eso sobre mí? Era la primera persona que me daba un cumplido tan lindo e indirecto como ese— Hablé con Jyugo-kun, y si lo que él dice es verdad, entonces me gustas —levantó su dedo índice y cerró los ojos mientras lo decía, somo si estuviera recitando algo de memoria— 

Me limité a abrazarlo, envolviéndolo en un abrazo protector. Me gusta pelear, ser tierno con la gente no está en mi vocabulario, pero Nico saca ese lado de mi, ese lado que busca proteger, ese lado que busca amar. El peliverde me correspondió el abrazo tímidamente, dándole a entender que también lo quería. Sin soltar el abrazo, me miró con su típica sonrisa y volvió a hablar.

—Jyugo-kun y Uno-kun tenían razón, tenía que decírtelo —volvió a abrazarme con fuerza, o eso intentó. La gran diferencia de altura y masa muscular entre nosotros era bastante grande, por lo que no se podía sentir tan fuerte como él quería, pero si se podía sentir el cariño que había cargado en él—

—Yo también hablé con ellos sobre esto —sonreí y él me miró— Espero que hayan tenido suerte entre ellos.

—¿Así que también te contaron? —Se separó del abrazo para sentarse en el suelo, y yo me senté junto a él, asintiendo—

Así comenzamos a hablar, escuchando atentamente las palabras del otro con una sonrisa. Todo lo que habíamos planeado dio resultados.

En otra parte de Nanba  

¿Qué pensarían los otros reclusos si nos vieran de esta forma? La verdad me importaba poco y nada, aunque si podía evitarlo, mejor.

Ambos seguíamos en el salón de juegos. Jyugo estaba sentado sobre mis piernas mientras me abrazaba. Me di cuenta de que tiene la costumbre de esconder la cara en mi hombro cada vez que me abrazaba. Le dije que levantara su cabeza para poder mirarlo, al principio se negó, pero luego la levantó y me vio durante un momento con las mejillas rojas. Jamás había visto a Jyugo de esa manera, y ser yo el que lo provocaba, me volvía loco. Cada cierto tiempo plantaba un beso en sus labios y él me los devolvía, así jugábamos. 

En cuanto nos dimos cuenta de que ya llevábamos demasiado tiempo fuera, decidimos salir y volver caminando hacia la celda a paso lento, intercambiando algunas miradas. Abrimos la puerta y lo que nos encontramos fue realmente sorprendente, y tierno a la vez. Nico estaba leyendo uno de sus mangas, y Rock estaba detrás de él, apoyando la cabeza en su pequeño hombro intentando leer con él. Jyugo y yo nos miramos y sonreímos, acercándonos a ellos. Ambos nos miraron, sin moverse de la posición en la que estaban.

—¿Ya volvieron los enamorados? —Rock rió y en cuanto volteé a ver a Jyugo, éste se sonrojó—

—Mira quien habla, apoyándote sobre tu enamorado —me reí y Nico sonrió en cuanto oyó la palabra enamorado. Rock asintió, sin sentirse avergonzado—

Jamás creí que usaría estas palabras con ellos, pero era la verdad. Nico y Jyugo se separaron para poder hablar entre ellos, por lo que yo y Rock nos pusimos a hablar ahí mismo, contándonos los detalles justos y necesarios.

—Y tú que no querías decirle —se cruzó de brazos con una sonrisa—

—Debí decirle antes, pero sabes que nunca había estado con un hombre, y además no sabía como podía reaccionar —me excusé. En parte era verdad, quería decirle, pero algo en mi interior me decía que no lo hiciera—

Terminé haciéndolo y las cosas no podrían estar mejor.

A la hora de dormir, Jyugo estaba acostado a mi lado, con los ojos cerrados. Quería acercarme más y abrazarlo, pero algo me decía que no debía hacerlo. Si antes no le hice caso a lo que dijera mi otro yo, ¿porque hacerlo ahora?. Me acerqué y lo rodeé con mis brazos. Noté como se acomodaba y eso me hizo sonreír. Pude ver como Rock hacía lo mismo con Nico, envolviéndolo en sus brazos, aunque ellos formaron un abrazo más cálido.

Todo esto pasó muy rápido, y no creía que fuera a pasar, pero sucedió y no veo ningún motivo para quejarme.

¿Acaso alguien lo tiene?  

Love in Nanba | Fanfic EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora