—¿Me vas a decir que pasa? —Rock me miraba, esperando una respuesta de mi parte. ¿Cómo podía comenzar?—
—¿Acaso te gusta alguien? —se quedó callado. Yo mire hacía abajo—
—¿Porqué esa pregunta tan de repente? No es algo de lo que tú hablarías —me señaló. Tal vez sea verdad, pero es lo menos que puedo hacer— En estos momentos ya ni sé lo que está pasando.
—¿Tiene que ver con alguien de la celda? —asintió nerviosamente. Sonreí por un momento pero luego recordé que no sólo podía ser Nico, sino cualquiera de nosotros— ¿Tienes la suficiente confianza para decirme quién es?
—No sé, la verdad ni siquiera entiendo muy bien la situación —se rascó la cabeza. Te entiendo perfectamente, amigo— Supongo que es con el que más paso tiempo —esa indirecta me hizo saber que se refería a Nico— Le tengo mucho cariño, y también quiero protegerlo.
—No tengo mucha idea sobre el amor y sobre gustar de alguien y que se debe hacer, pero se nota que lo quieres, y deberías decirle. —quizás soy demasiado directo, y no se tratar las cosas con suavidad o como se deben, pero el intento es lo que cuenta—
—¿No crees que me vea mal porque me gusten los hombres? Jamás había sentido nada parecido por nadie, y es bastante raro —yo me sentía igual a él, he de decirlo. Tengo bastante miedo de lo que Nico pueda llegar a decirle a Uno, y de como éste vaya a reaccionar. Es alguien muy importante para mí, y este último tiempo ha sido muy especial—
—Te voy a contar un secreto, pero no debes decírselo a nadie, también se lo conté a Nico y el me prometió no decir nada —comencé a contarle sobre Uno y lo que yo sentía. Él me escuchaba atentamente, aún sin tener idea de lo que responder. Me sirvió bastante para desahogarme—
—Entonces, ¿piensas que debería hablar de esto con Nico? —ambos estábamos confundidos, no sabíamos absolutamente nada del tema. Creo que el único aquí que sabía de amor y relaciones, era Uno—
—Yo creo que sí —suspiré y confesé— Hablé de esto con él antes, y me dijo que hablara contigo sobre esto. Él también está confundido, y se preguntaba porqué se miraban tanto y compartían tanto tiempo juntos —pude ver como alguien entraba a la celda. Era el mismísimo Uno—
Nos quedamos en silencio mientras él entraba. No había rastros de Nico por ningún lado. Le pregunté sobre él, aún teniendo en mente que no pasaba nada.
—Me dijo que se iba a quedar un rato más, pero no debe tardar en volver, saben como es, se aburre cuando está solo —era verdad, Nico siempre se aburría mucho cuando estaba solo y eso lo sabíamos perfectamente—
Notaba la mirada de Uno sobre mi, por lo que me puse tenso. Intenté disimular lo más que pude, pero obviamente, se notaba que algo me pasaba.
—¿Jyugo? ¿Estás bien? —se acercó a mi sin dejar de mirarme—
—Perfectamente, mejor que nunca—lo miré intentando cubrir mis nervios. ¿Qué me pasa? Jamás había sentido algo como esto, ¿porqué ahora? y la pregunta más importante, ¿porqué él?—
—Supongo que voy a buscar a Nico —Rock sonreía, aunque se notaba que estaba nervioso también. En cuanto se dirigió a la puerta, ésta se abrió y todos pudimos ver como Nico estaba parado ahí —Ah... ¿Ya regresaste? —no borró su sonrisa. Uno y yo nos miramos—
—No, te vino a avisar que todavía está allá y que en un rato vuelve —respondió Uno con ironía, haciendo que Nico se riera—
—Sí, aquí estoy —Nico formó su típica sonrisa cargada de ternura mientras miraba a Rock. Yo me separé de Uno para ver la escena con media sonrisa. Nico me miró y levantó su pulgar, manteniendo esa tierna sonrisa—
—Bueno, es la hora de fugarnos —río Uno mientras me tomaba del brazo y salía, dejándolos solos. Intenté seguirle el paso, pero por alguna razón, caminaba más rápido de lo normal. Fuimos a su salón de juegos, él cerró la puerta y me miró para luego hablar —Hablé con Nico.
—¿Y-Y que te dijo? —noté como me empezaba a tensar a medida de que Uno se acercaba a mí. Tenía miedo por lo que fuera a decir, y en mi interior suplicaba que todo saliera bien.
—Me dijo que un pajarito le contó que alguien estaba enamorado de mí —rió pícaro. Estaba en su sangre ser coqueto y algunas veces pervertido. ¿Pero acaso dijo enamorado? ¿Era verdad? ¿Acaso yo estaba enamorado de él, y no quería admitirlo?—
—¿Y quién es? —intenté mantenerme firme pero no lo logré, es obvio que notó mi nerviosismo desde hacía rato. Él se acercaba cada vez más a mí, por lo que cerré los ojos y dejé que hablara—
—Tú deberías saberlo mejor que nadie —me acorraló contra la pared y mantuve los ojos cerrados. Notaba su respiración más cerca de mí, por lo que el color de mis mejillas subió notoriamente. No quería que me viera, no así, no él. Noté como posó sus labios sobre los míos, haciendo que yo cerrara los ojos con más fuerza. Se separó de mis labios y me miró con una sonrisa, acariciando mi mejilla, que ya de por sí estaba bastante roja— ¿O acaso me equivoco?
Uno también estaba nervioso, pero no tanto como yo. No me imagino la cantidad de mujeres que ha besado en su vida, pero supongo que esta es su primera vez con un hombre, y eso lo trae nervioso.
—Fue... mi primer beso —no era mentira. Jamás había besado a alguien, y tampoco me había interesado en hacerlo. Hubo una época en la que quería saber que era amar y ser amado, pero en cuanto me encerraron aquí, perdí todo tipo de esperanzas. Ahora, cada vez que me fugaba con Uno, cuando nuestros cuerpos estaban demasiado juntos por que nos escondíamos en algún lugar muy estrecho, anhelaba que nuestros labios se juntaran. Él me miró sorprendido—
—¿De verdad nunca besaste a alguien? —sonrió como si me entendiera, aunque estaba claro que no lo hacía. Negué con la cabeza—
—Jamás había sentido algo... como lo que siento ahora, Uno —bajé un poco la mirada. Lo que más quería al fin había pasado, pero eso no quitaba que era vergonzoso admitir que era mi primer beso— Y me alegra que tú hayas sido el primero.
En cuanto subí la vista, vi que se había ruborizado. Sonreí al verlo de esa forma, y lo abracé. Después de un momento, me di cuenta de lo que estaba haciendo, pero aunque la vergüenza me superaba, no iba a soltarme. Él correspondió el abrazo, aunque más fuerte que yo.
—Desde que comenzamos a fugarnos más seguido quise hacer esto—admitió. Yo abrí los ojos como platos al entender que el también venía sintiendo lo mismo, por lo que me abracé más fuerte a él— Nunca creí interesarme por un hombre, pero tú cambiaste eso, Jyugo.
Una mezcla de sentimientos me invadían. Yo jamás sentí nada por algo o alguien. Nunca sentí afecto por las personas y las cosas que me rodeaban. Uno también cambió eso. Es extraño, la verdad, como una persona es capaz de hacerte sentir tantas cosas. Sinceramente nunca me vi capaz de amar o ser amado, pero ahora me doy cuenta de que me estaba equivocando.
¿Qué se supone que deba pasar ahora?
—A mi también me alegra que hayamos terminado así—ya no sentía tan avergonzado como antes. Sabía que Uno me entendía y que también me quería, por lo que no tenía motivo alguno para hacerlo—
Estaba donde más quería estar.
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Love in Nanba | Fanfic Español
FanficQuién diría que los prisioneros de la prisión más formidable del mundo fueran capaces de sentir amor.