Survivor // #Shadowhunters

24| Submission

Sumida en sus propios pensamientos oscuros Daphne dejo atrás a los dos rubios y se encerró en la habitación a la cuál había sido designada. Era ya tarde y se sentía ruin y engañada.

Tenía mil y una razones para arrepentirse de aceptar el encargo que la había sido encomendado pero no podía evitar pensar que estaba aquí por Emma y bueno, por en parte había deseado salvar a Jace. Aunque pensaba que el ya no tenía salvación.

Se acostó fundiéndose bajo las frías y ásperas sabanas. Tardó horas en conciliar el sueño, sus pensamientos llegaban desde aquella noche donde Magnus la abrió los ojos hasta las runas escondidas del cuerpo de Jace. También pensaba en lo que podría sufrir Emma, ella misma había conocido bajo su piel lo atrayente que era para los shadow hunters y para los habitantes del submundo.

Golpes secos y seguidos la despertaron de su ligero sueño, indicando que debía prepararse por qué Sebastián tendría preparada una nueva misión.

— Estamos en Praga.– argumentó Sebastián. – Va a ser rápido pero necesito que hagáis unas cosas para mí.
Jace asintió tras escuchar las palabras que escupía Sebastián, las tres chicas se miraron sin realizar ningún gesto ni movimiento.
Durante todo el camino el silencio sepulcral reino, nadie dijo ni hizo nada que pudiera causar revuelo en una ciudad tan grande como lo era Praga.

— Hemos llegado.- indicó Sebastián frente a una antigua catedral.– será simple. Emma te quedarás aquí haciendo guardia, si algún demonio viene deberás utilizar tu arco.

— Me quedaré con ella.- insistió Daphne negándose a que su única amiga se quedase en la calle indefensa.-

— Conociendo tus antecedentes y tus habilidades serás más útil fuera que como escolta de la bonita Emma.- contesto áspero ante la ordenanza de Daphne.
— Se te olvida algo.– susurro jace antes de entrar en el edificio sacando las pequeñas hachas que le había quitado a Daphne cuando la secuestro.

—¿que haces con ellas?- masculló exasperada.

— Fue una orden.- agacho indefenso la cabeza. Ambos se encontraban en el quicio del edificio bajo la atenta mirada de los que allí esperaban para entrar, entre ellos vislumbró la firme mirada de odio que Clary les lanzaba.

— Ahora solo sabes seguir órdenes.– finalizó cortante arrebatándole las hachas que tenía en la mano y sobrepasando de seguido el umbral de la puerta. Echo una última mirada atrás vigilando a Emma y siguió firme a Sebastián.

Aquello estaba oscuro y la poca luz que arrojaban una decena de velas lo hacía aún más tétrico. Un escalofrío recorrió su cuerpo, aquella situación la recordaba a la primera vez que vio a su madre. El instante en el que su vida cambio. Ahora era una persona completamente distinta que apenas podía tener voluntad propia ante lo que estaba bien y lo que estaba mal.
A medida que avanzaban en el interior sus pasos retumbaba creando un eco ensordecedor. Instantes después la habitación se inundó de los demonios más fuertes que jamás había visto.
Dos de ellos fueron directos a por Daphne que utilizaba sus hachas para combatir contra ellos. Los golpes la venían por ambos lados y debía reconocer que por desgracia su técnica no era tan impoluta como antes si no que se vislumbraban algunos fallos. Perdió una de sus hachas al contacto con el frío acero de uno de los demonios. Uno más se unió a la lucha de la joven cazadora. Jace rápidamente se incorporó en su defensa, apareciendo de un salto frente a los demonios entregándola de nuevo su hacha que estaba en el suelo.
Clary consiguió escapar del demonio que la perseguía logrando coger las Adamas y saliendo a la calle donde Emma la esperaba.