Perfect two

1.6K 19 0
                                    

Capitulo1

-¡Cardo! ¡Mírate!- Reían todos mientras Thais, sin fuerzas para tenerse en pie, caminaba temblorosa por el pasillo, bajo las miradas divertidas y burlonas de sus acosadores.

Caminaba, ya sin sentido, sólo quería escapar de todos los abucheos, de todas las cosas malas que le decían. Como siempre hacía, ya normalmente, agarró su móvil y tecleó su número. A los pocos segundos, como si la estuviera esperando, sonó la voz reconfortante de su querida abuela, al otro lado de la línea.

-Pequeña ¿Qué ocurre?- preguntó preocupada mientras Thais, a duras penas, aguantaba las lágrimas.

-Ya no lo aguanto más abuela- sollozó la joven, entrando en el lavabo de chicas y cayendo rendida al suelo, sin más fuerzas para seguir de pie.

-Tranquila ¿Han vuelto a sus andadas?- preguntó su abuela, cansada de que su pobre y pequeña nieta le llamara casi cada día, siempre por la misma causa. Era consciente que ella misma le advirtió que le llamara siempre que eso ocurriera, conocía a Thais más que a ella misma y no quería que cometiese locuras.

-¿Hace falta que conteste?- contestó Thais limpiándose las lágrimas con la manga de su sudadera.

-Debes hablar con los profesores- suspiró la abuela.

-No...-susurró. Sabía que si hablaba, a lo mejor la dejaban en paz, pero su subconsciente le advertía que, si lo hacía, si se chivaba, todos la tomarían con ella y podría llegar a más.

-No puedes estar así...

-¡Pues me cambiais de colegio!- chilló desesperada y cansada de repetirlo, aunque sabía que era inútil.

-Thais- volvió a suspirar. Le dolía decirlo, sabía que a Thais le dolía escucharlo, pero debía hacerlo- Sabes bien, pequeña, que desde que tus padres... nos dejaron... no tenemos el suficiente dinero para pagarte otro instituto, que no sea ese.

Thais, con dificultad, tras haber escuchado eso, cogió aire profundamente. Sus padres no estaban, debía ser fuerte, por ella, por su enferma abuela, por Mike...

-Lo se, abuela, lo siento- dijo con un hilo de voz.

Sonó el timbre. Thais era el sonido que más odiaba, empezaban las clases y eso requería ver a sus compañeros, a sus burlones y graciosos compañeros de clase.

-Debes ir a clase, cielo- comentó su abuela, después de una breve pausa.

-Ya...Gracias por todo abuela, te quiero-se despidió levantándose del frío suelo.

-Y yo, se fuerte- colgó.

¿Como quería que fuera fuerte? Lo intentaba a duras penas cada día, pero ya le parecía misión imposible. Los abucheos e insultos no cesaban y hasta, le parecía a veces, que iban a más por instantes...

Salió del baño chocandose con alguien. Le miró, era él, el macarra que iba unos cursos más que ella.

-Ten cuidado, guapa- le sonrió orgulloso.

-Déjame en paz- Thais le empujó de malhumor y fue directa a su clase.

-¿No te vas a rendir Airam?- reía Alex, su mejor amigo.

-No, quiero conocerla, pero no sé como acercarme, me odia.

-Odia a todos, es una antisocial. Los de su clase se mofan de ella constantemente, me da penilla.

-Niñatos...- la rabia empezaba a emanar de su cuerpo.

Des de que Thais entró a su instituto, no le quitaba la vista de encima. Airam sabía que ella era diferente a las demás. Solitaria e indefensa, ella era así y él quería saber que pasaba dentro de esa pequeña cabezita. Si era así de fría era por algo, él lo sabía, era fácil de intuír.

Unas chicas, las animadoras de su equipo de fútbol, se acercaron a ellos antes de entrar en clase.

-Airam ¿Haces algo esta tarde?- le preguntó Raquel, la rubía, capitana del grupito de niñas pijas y tontas, así era como las llamaba secretamente.

-Hago muchas cosas-contestó brusco.

-¿Como qué- sonrió ella acercándose peligrosamente a él.

Thais desde lo lejos lo observaba. "Maldito niño mujeriego" pensó entrando en clase. Airam la vio entrar y maldeció su suerte. Ahora pensaría lo que no era. Apartó de un manotazo a la rubia de bote.

-Lo primero que haré será mandarte a la mierda- entró, con Alex tras de él a, clase.

Las chicas, sorprendidas, se quedaron inmóbiles en la puerta ¿Desde cuando Airam se compprtaba así con una chica? Ese año estaba muy raro y todos lo notaban... Pero solo él, y su mejor amigo Alex, sabian por qué.

Perfect twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora