Perfect two

Prólogo

Prólogo

Hacía una calor impresionante el día 10 de Septiembre, mientras Airam iba subiendo envuelto en calor todas sus cosas a su nueva casa. Dani iba detrás de él. Se había ofrecido a ayudarle.

-¿Y mi prima?- preguntó el chico de pelo negro, cuando llegaron a su piso y dejaron las cosas al suelo para entrarlas en casa.

-Ha ido a mirar si le habían cogido en el Instituto ese- explicó Airam, cargando con unas bolsas que pesaban como demonios.

-¿Al final se apuntó?

-Sí, en el de Administración. Batchillerato no era lo suyo, dice.

-Bueno, mientras haga algo que le guste...

Cuando Dani iba a cerrar la puerta una chica le detiene, jadeando. Thais entra corriendo en casa, tirando las llaves y dejandose caer en el sofá.

-¡No sabéis la gente que había para mirar si les habían cogido! ¡Era un infierno!- se quejó, cogiéndo un trozo de papel de la mesa y abanicándose con él.

-Pero, ¿Al final te han cogido o no?- preguntó su primo, curioso. Airam se acercó a ellos.

-¡Me ha costado un montón descubrirlo!- Dani levantó una ceja con gesto de querer saber ya la respuesta. Thais sonrió contenta y dijo alegremente- ¡Sí! ¡Me han cogido!

-Pues más te vale estudiar y sacártelo...

Thais soltó un bufido.

-Vamos, Dani...- le dijo en voz cansina- no me hagas ahora de padre corrupto.

Su primo le miró frunciendo el ceño, pero se rio de lo que acababa de decirle la chica.

Thais miró a Airam. A él también le habían cogido para un curso de electricidad. Tampoco se había quedado en bachillerato.

Dani trabajaba de ayudante y supervisor de un equipo de fútbol al cual habían aceptado a Mike gracias a él. Mike estaba muy ilusionado. Era buen jugador, pese a ser tan pequeño.

Era increíble que hacía sólo dos meses, cuando había acabado el Instituto, el bachillerato, comenzó la historia. Ninguno sabía cómo acabaría. Ahora Thais podía decirlo. Era fuerte y feliz. Fuerte porque gracias a Airam podía serlo y feliz por la misma razón.

La chica dejó las rosas amarillas y azules en el suelo, debajo del sitio dónde estaba su abuela enterrada. Airam le abrazó por detrás, con la cabeza apoyada en el hombro de Thais. Le dio un pequeño beso en la cabeza.

-Airam...- musitó su novia.

-Dime, peque.

-¿Tú crees en que hay algo después de la muerte?

Airam se situó al lado de ella, atrayéndola a él, pasando su brazo por el hombro de Thais.

-No es que crea necesariamente en eso. Creo en que cuando alguien querido se va, no se va del todo, sigue ahí arriba observandonos, orgulloso de lo que ha dejado aquí en la Tierra.

Thais suspiró,  sonriendo y abrazando al moreno.

-Ahora ella nos estaría mirando ¿No?

-Exacto.- agarró de la cintura a la chica, levantándola en el aire y haciendo que se quedaran frente con frente, rozando sus narices, los dos sonriendo- Y estoy seguro que estaría muy orgullosa de lo que ha dejado aquí. Algo que pienso cuidar y proteger por ella. Te amo, Thais.

Thais se sonrojó y le dio un tierno beso, susurrándole:

-Yo más, te amo, te amaré siempre...