Perfect two

Capítulo 79

Capítulo 79

Ahora el hospital le parecía un sitio sombrío. Más que antes. Como si la luz que antes iluminaba los pasillos y habitaciones se hubiera atenuado a tal punto, que todo estuviera envuelto en una capa oscura. O simplemente la capa le rodeaba a él.

Airam se apretaba los nudillos, movía las manos de un lado a otro, cambiaba de postura cada dos por tres y se tocaba el pelo nervioso, tanto que ahora lo tenía revuelto y mal peinado. Pero le daba igual. Hacía media hora que Thais y él habían llegado a la habitación 1909. Thais había entrado sola. Le había pedido por favor que quería pasar esos minutos con su abuela.

La notícia que le habían dado la había destrozado del todo. Airam lo notó. Sus ojos estaban muy cristalizados, su sonrisa era muy falsa. Y era normal, el moreno la entendía perfectamente.  ¿Cómo podía sonreír si le acababan de decir que a su abuela le quedaba poco menos de una hora?

Airam no sabía qué hacer. Ni que debería hacer cuando su novia saliera de la habitación. Si almenos Dani, el primo de Thais, estuviera con ella, sería más fácil. Pero él no estaba. Y Airam sabía que eso también le dolía a Thais. ¿Cómo no podía ir a ver a su abuela cuando está apunto de perderla?

La puerta de la habitación se abrió. De ella salió una muchacha, con la mirada perdida. Airam se levantó rápidamente y eso hizo que sus ojos se cruzaran. Thais se acercó a él. Sus ojos estaban rojos. Airam se quedó enfrente de ella sin saber exactamente qué debía hacer. Pero no le hizo falta pensar nada. Thais se tiró a su pecho, llorando con muchas ganas. El moreno le rodeó con sus brazos y le apretó contra él. Podía sentir el dolor de ella. No la dejaría sola.

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-¿Mejor, pequeña? - el padre de Airam le acercó un vaso con zumo a la chica, que estaba sentada al lado de su novio, con la cabeza gacha.

Thais asintió, cogiendo el vaso y susurrando un pequeño "gracias". Yogui se subió en el sofá, sentándose encima de ella y lamiendole la cara. Airam lo apartó.

-¡Eh! Pequeñajo, no la molestes que eres un pesado.

Thais no decía nada. Estaba aguantandose las ganas de llorar. Sabía que llorar no era la solución.

-Y bueno, ¿Tenéis pensado qué queréis estudiar?- Preguntó el hombre, intentando sacar tema. Airam le miró levantando una ceja.

-Papá ¿Qué pregunta es esa?

-Es por hablar de algo. ¿No habéis pensado nada?

-Ya lo sabes, yo quiero hacer electricidad y cosas de esas.

-¿Y ella?

Thais levantó la mirada, arrugando la frente.

-Papá...- musitó Airam,  incómodo- a ella mejor déjala en paz...

-Yo... - susurro Thais,  sorprendiendo a Airam- había pensado en algo sobre... administración y eso.

-Vaya, está muy bien- dijo el padre, sonriendo.

Thais se levantó.

-¿Puedo ir al lavabo? - murmuró.

-Claro, te esperamos aquí- Airam le apretó una mano y ella se alejó por el pasillo.

El moreno suspiró, rendido.

-No sé qué hacer papá- dijo echándose en el sofá.- Y además,  ahora que no está su abuela va a tener que vivir sola...

-¿Y si te vas a vivir con ella, en su casa?- propuso el hombre, haciendo que su hijo le mirara con un nuevo brillo en los ojos.

-Sería genial... pero su primo... no creo que le guste.

-Ahora ella es mayor de edad. Según me has contado antes, le ha dejado la casa a su nieta, es decir a Thais. La casa es suya. Ella decide.

Airam sonrió. Su padre siempre tenía salidas para todo.

-Tienes razón. Iré con ella y su hermano pequeño. Así no se sentirán solos...