30 de septiembre de 1815
Era un día muy bonito, el sol estaba saliendo apenas y yo ya me encontraba con mi cachorrita entre los árboles jugando. Respiré una vez aquel aroma tan bonito de las rosas que tenía frente a mí.
—¿Qué haces aquí Camille?—escuché a Damien.
—¿Perdón?—me giré hacia él.
—¿Qué haces aquí?
—¿Acaso no lo ves? Estoy paseando, me aburrí de estar encerrada sin hacer nada más que estar en mi salón practicando y practicando.
—Pero este jardín...—lo escuché incómodo mientras volteaba a todos lados.—Olvídalo, tienes muchos jardines y lugares a los que ir.
—Este en especial me gusta mucho.—dije.—Además me gusta acostarme bajo ese árbol.—señalé el árbol quemado con la intención de obtener un poco de respuestas.
Los ojos de él se volvieron fríos, en su mirada se veía tristeza y como si frente a él pasarán muchos recuerdos, más su cuerpo ignoró la intensidad de su mirada y actuó normal.—Es un árbol quemado solamente Camille, no tiene nada de especial.
—Oh, está bien, sé que hay muchos mas jardines a los alrededores pero este en particular me gusta, sus flores...—toqué los pétalos de las que tenías mi alrededor.—...su tranquilidad.
—Ten cuidado, Camille.
Y con eso, se fue dejándome confundida.
Volteé y vi el árbol. ¿Tenía algo de especial? No lo creo, sus ramas quemadas casi se podían caer con tocarlo un poco, entonces... ¿Qué hacía en medio de un bonito jardín? Saqué de mi pequeña bolsita lo que había encontrado la otra vez -bueno, lo que había encontrado la perrita.- y lo observé por un rato. Toqué las letras bordadas en finos hilos y traté de pensar quién podría ser.
Escuché los ladridos de mis mascota y volteé al tiempo que veía como uno de los perros de caza de Damien la veía como si fuera un alimento.
—¡Ah no! ¡No te la vas a comer!—me acerqué y sin miedo la quité.—Vete a hacer lo que estabas haciendo y déjanos en paz.
Caminé de regreso a la casa donde vi al irlandés llegar. Robert Murphy.
Sentí como mis mejillas de sonrojaban al darme cuenta de mi aspecto: mi cabello rojizo estaba alborotado por correr tanto y traía manchas de barro en mis ropas por caerme al jugar al igual que pedazos de ramas y hojas, parecía un niña pequeña.
Él pareció no darse cuenta de mi aspecto al voltear a verme, pues sonrió en mi dirección y se acercó a mí.
—Señora Becher.—hizo una reverencia con una sonrisa.—Es un placer verla nuevamente.
—El placer es mío, señor Murphy.—hice una reverencia.
—No le quitó mucho tiempo milady, sólo he venido a buscar a su esposo, para que firmé algunos documentos.—me mostró las hojas que tenía en mano.—¿Tiene alguna idea de donde podría estar?
Sentí un extraño sentimiento al escuchar aquellas palabras, pero los hice a un lado y me obligué a sonreír ocultando todo.—Lo he visto hace unos momentos con sus perros de caza, seguro no debe tardar. ¿Gusta que mande a llamarlo?
—Oh, no se preocupe, puedo esperar.—sonreí.
—¡Robert!—escuché a Damien llegar.—Qué bueno que ya llegaste, ya iba a mandar a que te buscaran.
—Vamos Damien, tenemos mucho de qué hablar y negociar.—respondió el sin apartar la mirada de mis orbes azules.—Nuevamente milady, un placer.
Tragué saliva y sin responder, hice una reverencia despidiéndome y me di la vuelta con la perrita detrás de mí.
****
—Te llamarás...—otro ladrido.—¡Ya sé!—la agarré en brazos.—Te pondré copito porque eres idéntica a uno, pelaje blanco y pequeña. Ladró nuevamente y la bajé para que se fuera a jugar.
—No creo que podamos hacer eso Robert...—escuché a Damien por los pasillos con Robert.—Es peligroso.
—¿Tienes alguna idea? Por qué a mi no me ocurre más.
—Es algo... ¡Es demasiado dinero!
—El dinero no es lo que te preocupa...—escuché.—...es tu esposa.
Silencio.
¿De qué demonios hablaban?
—Oh, Robert, por favor.—se desesperó.—No es eso.
—¡Claro que sí es eso!
—Dejemos ese tema y hay que concentrarnos en lo que realmente importa.
Escuche la risa del irlandés.—Está bien, pero oportunidades así, muy pocas veces se presentan.
—Robert.—sus pisadas se detuvieron.—Tú sabes muy bien porque no quiero exponer de esa manera a Camille.—¿exponerme?—Es muy peligroso, prefiero perder dinero antes que exponerla a ella en tal peligro.
Mi corazón se encogió ante sus palabras, me protegía, aunque no sabía de qué o quién.
—Te comprendo Damien.—comenzó a caminar nuevamente.—Yo tampoco la expondría así.
¿Qué había sido eso?
*****
—Dentro de unos días tendré que salir del país para hacer unos tratos.—me comentó Damien a la hora de la cena.—Estarás aquí, la señora Collins estará contigo, puedo pedirle a tu padre que mande a tu hermana a que te haga compañía los días que no estaré.—me veía fijamente esperando respuesta, a lo que dejé de comer para contestar.
—No te preocupes.—vi una pequeña sonrisa.—Iré contigo.
Frunció en ceño.—De ninguna manera, Camille, no me acompañarás.
—¿A dónde vas?
—Iré a Francia.—dijo después de unos momentos de dudar.
—¿Francia? ¡Perfecto! Tengo familia allá, podría quedarme con ellos en lo que tú resuelves tus asuntos.
—No Camille, no es...
—Me retiro, tengo cartas que escribir para Francia.—me levanté y me retiré antes de que hablara.
—¡Camille!
Y caminé más rápido.
Llegué a las escaleras y las subí rápidamente para ir a mi habitación donde encontré a copito dormida con su comida y agua a su lado.
—Oh, sí.—me acerqué a la mesa de mi habitación donde tenía las hojas y la tinta para escribir.
Me senté y alisté todo, entonces me puse a escribir a mi tía Anaé.
—De ninguna manera, Camille.—me di la vuelta de inmediato, viendo a Damien recargado en el marco de la puerta.—No irás a Francia.
—¿Por qué?—dejé todo de lado.—¿Solo porque tú lo dices?
—Mando a traer a toda tu familia, si así lo deseas, pero no irás a Francia.—negó una vez más, sin dejar de observarme.
—No iré contigo, iré con mi tía.
—Eso no importa Camille, tú te quedarás aquí, en Inglaterra.
—Iré, y copito también.—señalé a mi perrita dormida.
—Oh, por favor...
—No se habla más, iré.—lo escuché suspirar cansado.—¿Gané?—volteó a verme con aquellas orbes grises.—Perfecto.
Y con eso se dio la vuelta y se fue a su habitación.
............
Pregunta, ¿cuánto tiempo se hacía desde Inglaterra a Francia en barco? He investigado y no me aparece, espero que ustedes sepan la respuesta.
Besos💙💙💙
Estephania🌸
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Editado el 6/junio/2020
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Defender Mi Honor (D.M.H. 1)
Historical FictionAnte la sociedad londinense, la vida de Camille y Danielle Britt era perfecta, ambas hijas del Marqués de Winchester, para quien sus hijas gemelas eran sus más preciadas joyas. Pero un día en el baile de los Hamilton, el honor de una de sus hijas es...