21 de Agosto de 1815
—Déjame leer en paz, Ian.—reclamé.
—Vamos Cami. ¡Estamos en el jardín, al aire libre! y lo que tú haces, es leer, si que estás loca.—soltó riendo.
—La señora Morrison me ha advertido ya. ¿Sabes cuánto tiempo llevo leyendo este libro? ¡Y no logro acabarlo! Llevo un mes, ¡un mes!
—¿Qué tan difícil es leerlo? Vamos Cam.
—Lo sé, lo sé.—dije resignada.—Pero es tan aburrido.—Ian rió. Continúe leyendo el libro de la institutriz.
—Te diré de qué trata, pero déjalo por favor.—dijo él, después de unos instantes.
—¿Acaso tú sabes de qué trata?—pregunté divertida con una ceja arqueada.
—Por supuesto, no preguntes porqué.—dijo algo sonrojado.
—¿Por qué? Se supone que este libro es para señoritas.
—Te dije que no preguntaras, pero... Bueno. Lo sé porque lo he leído junto con Danielle.
Al escuchar Danielle, vino a mi mente ella, aún no la veía, la extrañaba tanto, quería gritar su nombre para que viniera, sabía que no lo haría, era muy obediente a nuestros padres. No dejé de sonreír, había aprendido a ocultar mis emociones frente a los demás, por más fuertes que estas fueran.
—¿Enserio has leído "Reglas para una señorita"?
—Sí, ya te dije que sí. ¡Por favor, no me hagas decirlo de nuevo!—dijo ahora rojo de la vergüenza.
—Oh, como te había extrañado.—dije soltando el libro para acercarme a él y abrazarlo.
—Yo también Camille, yo también.—me recibió en sus brazos.
—Camille.—escuchamos ambos a nuestras espaldas, por lo que nos dimos la vuelta.—La señora Morrison ha llegado.—dijo mi madre.
—Está bien, nos vemos Ian.—Volví a abrazarlo.
—Nos vemos pequeña, hazle caso.
—Trataré.—dije con una sonrisa, mientras me daba la vuelta y me iba.
—¿Por qué no has terminado tu libro? —dije fastidiada, imitando la voz de la institutriz.
Mientras caminaba, di la vuelta a la hoja, topándome con el siguiente capítulo que decía: "Cosas que una señorita debe de evitar".
Me interesó un poco, por lo que seguí leyendo.
Habían tantas cosas, hasta que me topé con una que no había evitado.
"Una señorita jamás debe de quedarse a solas con un caballero, a menos que esté acompañada por una carabina, pero de ser lo contrario, esta tendrá que afrontar las consecuencias que se verán en los siguientes capítulos."
—Muy tarde.
—Señorita Camille, llega a tiempo.—escuché a la enfadosa institutriz.
—Señora Morrison.—Cerré rápido el libro.—Pensé que estaría en el salón, no que me estuviese siguiendo.
—Tuve que tomar estas medidas, usted nunca llega a tiempo.—me contestó con una taza en su mano.—Sígame, empezaremos ya.
Obedecí y la seguí. Esa institutriz nunca me ha caído bien; era muy mandona para mi gusto. Además, de que sentía que tenía favoritismo con Danielle, claro, lo sentía cuando las clases las tomábamos juntas.
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Defender Mi Honor (D.M.H. 1)
Ficção HistóricaAnte la sociedad londinense, la vida de Camille y Danielle Britt era perfecta, ambas hijas del Marqués de Winchester, para quien sus hijas gemelas eran sus más preciadas joyas. Pero un día en el baile de los Hamilton, el honor de una de sus hijas es...