Capítulo 1: The beginning.

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El vivir con mi madre fue un cambio del que no estaba preparada, ¡pero hey! Era mejor que vivir con el psicópata de Jérôme. Jenna es muy independiente, siempre enfocada en su trabajo y era muy difícil que tuviese un hobby o saliera a divertirse con amigos o colegas, claro, los tenía, pero no salía mucho —y no me hacía menos diferente a ella, solo que Jenna es extrovertida y yo no tanto— vivió casi toda su vida sola, ahora ponle a cuidar una adolescente de 13 años se convirtió en un caos, solía olvidarme a donde fuéramos y pues yo al vivir todo lo previo me volví callada y un poco solitaria, no nos hacía el mejor par, solía sentir que Jenna parecía más bien una hermana que mi madre. Así que cuando me dijo que iríamos al Mundial de Quidditch con los Weasleys me sorprendió, además porque me había dicho que ese era mi regalo de cumpleaños número 16, lo cual al parecer se le perdió el mensaje de que a mí no me gustaba el Quidditch. Y no es que los Weasley me cayeran mal, no le hablaba mucho, o sea, nuestras conversaciones no duraban más que un "Hola" "Adios" un asentimiento de cabeza o un movimiento de mano, sabes, nos saludábamos cuando estábamos en presencia de unos a otros y nada más, es que lo que pasaba es que no sabía que Jenna era amiga de los Weasleys, mi propia madre a veces era un misterio para mí.

Todos los hijos de Arthur y Molly iban a Hogwarts, y por fuentes más cercanas —Cedric—, eran 7 hermanos: tres hermanos entran al último año; dos entrarían al penúltimo curso escolar; uno en mí mismo año escolar; o sea, Ron Weasley y Ginny Weasley un año escolar menor que yo, pero solo conocía a cuatro Weasleys: Ron, Ginny y los gemelos y claro todos de vista, el más peculiar era Ron, siempre hacía gesto cuando alguien se les acercaba, Ginny era algo reservada y los gemelos, los gemelos eran explosivos y demasiado extrovertidos para mi gusto.

—¿Cómo son los otros tres? —Le pregunté a Cedric, que nos encontrábamos acostados en mi cama mirando el techo que había pintado este verano, eran estrellas doradas, una que otra plateada y unas cuantas nubes que retrataba la oscura noche, no aquella noche que da miedo y escalofríos, era aquella noche fresca que te hace sentir vivo y feliz, te hace pensar en una escena de alguna película donde el personaje principal están en un concierto al aire libre escuchando su banda favorita, el aire golpea su cabello, besa su rostro y todo lo que desea es que esa noche nunca acabe.

—¿Cuáles otros tres? —Cuestionó confundido, como si el techo lo estuviera hipnotizando.

—Los Weasleys... —Dije con tono un poco tedioso.

—Mmm... Son buena onda, muchas de las chicas y chicos están colados por los dos hermanos mayores, Bill y Charlie sinceramente no los culpo, yo también lo estaría. Percy, él es muy serio, no lo conozco tan bien para ser honesto.

—¡Oh! Ok —Ese "ok" salió más como pregunta.

Él se giró a verme. —No entiendo como no los has conocido o tan siquiera toparlos si todos ellos van en la misma casa, o sea tu casa, además son pelirrojos, no uno, no dos, los siete, Lyra.

Me encogí de hombros. —Bueno, a lo mejor no estoy destinada a conocer a los otros tres. Y además me refería a su personalidad, no si son guapos o no.

—Bueno Bill y Charlie son cool como yo. —Comenzó a sonreír de oreja a oreja y sus mejillas se pusieron un poco rosadas.

—HUH... Sí, claro. —Dije soltando una carcajada.

Abrió los ojos de sorpresa. —¿No crees que soy cool Lyra Tessa Beauregard? —Se tocó el pecho con falsedad como si una daga le hubiera atravesado el pecho.

—¿Sí?

—¿¡Es en serio!? Tu mamá sí que piensa que soy cool.

—Mi mamá piensa que todos son cool, incluso piensa que yo lo soy. ¡Vamos! Ella no es una fuente confiable.

—Que tu madre no te oiga decir eso, Beauregard. —Expresó con un tono divertido y miró hacia la puerta por si Jenna aparecía, ya que tendía a hacer apariciones repentinas.

—Por cierto, voy a ir al Mundial de Quidditch después de todo, iremos junto a los Weasleys. —Dije apática y de sopetón.

—¿Y por qué lo dices como si no quisieras ir?

—Porque no quiero ir, no soy fan del Quidditch. —Dije mientras me incorporaba, unos segundos después me imito. —El motivo que mi madre me dio fue que esté evento es perfecto para que yo conozca más personas y haga más amigos. Además, que es un obsequio atrasado por mi cumpleaños.

—¡Oh! Ya veo... ¿Jenna piensa que yo no soy suficiente? —Comentó como si estuviera aguantando la risa. —¿Y regalo de cumpleaños? —Eso último salió más pobre.

—Creo que es eso. No eres suficiente Diggory. —Dije siguiéndole la corriente. —¿Y de qué diablos vamos a hablar? ¿De Quidditch? —Proferí y comencé a reír.

—... Es el Mundial de Quidditch, Lyra... —Dijo con una sonrisita en el rostro.

—Sí, no me digas, Sherlock.

—Bueno, yo voy a ir y estoy bastante seguro que iremos con los Weasleys también, así que podemos estar juntos, Lyra y te prometo que nuestra conversación no será solo Quidditch.

—Ok. —dije mientras me volvía a acostar.

Los dos permanecimos así, hablando y escuchando música muggle hasta que oscureció y él se tuvo que ir a su casa y yo tuve que irme a preparar para dormir.

Solo es un presentimiento. [Bill Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora