Solo es un presentimiento. [Bill Weasley]

Capítulo 14.

Me levanté tarde al día siguiente y pensé en dormir de nuevo porque era la primera noche sin pesadillas y reparadora. Me quedé unos minutos en mi cama viendo el techo y las cortinas que rodeaban esta. Los eventos de la noche pasada vinieron a mi mente, Bill Weasley intentando besarme y Aleksandar besándome, esto no podía ser cierto, se sentía como un sueño y pensar que solo fue ayer. Me toque los labios al pensar en Aleksander, él quería seguir viéndome y yo estaba dudando en realmente aceptarlo. No me malinterpreten, él es guapo, inteligente y divertido, pero Bill ahora ocupaba una parte de mis pensamientos.

Me senté y salí de la cama, decidí darme una ducha rápida e ir al Gran Comedor para almorzar algo rápido. El colegio estaba tan vacío que parecía que todos se habían ido a sus casas por las festividades, pero al parecer algunos todavía estaban dormidos, recogí un poco de comida y regresé de nuevo a la sala común de Gryffindor. Me terminé sentado en dónde ayer Bill Weasley estaba mirando por la ventana, dejé mi chocolate caliente en la mesa de madera y mis muffins de mora azul, mi mirada estaba centrada en los terrenos de Hogwarts, había un poco de neblina que apenas se podía ver el barco de Durmstrang y el lago negro, las hojas de los arboles se había desprendido de sus ramas hace ya un par de semanas y sólo se movian el vástago hacía la izquierda. El aire me provocaba una especie de tranquilidad y me aplacaba la mente, hasta que alguien decidió terminar con mi paz mental cuando arrastraron la silla de enfrente y me volteé deprisa para ver quién era el que había hecho sangrar mis oídos. Fred y George Weasley, uno de ellos se encontraba sentado y el otro parado a lado de su gemelo.

—Hola. —dije extrañada.

—Hola Lyra. —Comenzó a sonreír George.

—Escuchamos lo sucedido ayer...

—En el baile con tu cita y nuestro hermano.

—¿Cuál es su nombre? —preguntó Fred refiriéndose a mi cita.

Rodeé los ojos y negué con la cabeza como si no pudiera creer lo que me estuvieran preguntando.

—¡Oh vamos Ly!

—¿Qué crees que pasó con tu hermano y mi cita en el baile que los tiene ansiosos? —reí por debajo.

—¿Es enserio?

—El hecho de que uno de ellos te quería besar. —George subió y bajó sus cejas de forma coqueta.

—... Y uno lo consiguió. —dije en voz baja, y sé que me escucharon porque sus ojos se abrieron como dos canicas.

—¡Lyra! —Fred gritó mi nombre haciendo que tanto Harry, Hermione y Ron que se encontraban bajando los últimos escalones de los cuartos se voltearan y comenzarán a caminar hacia donde estábamos.

—¿Quién fue? —preguntó George arrastrando una silla de las otras mesas y sentándose a lado de mí.

—¿Quién fue qué?—preguntó despistado Ron, aún que a decir verdad no era él único, pero al menos los otros no me cuestionaron con palabras sólo con miradas.

—Jajaja... Uh... No me gusta ser el centro de atención para ser honesta. —Me acomodé en mi silla nuevamente.

—¿Por qué hacen mucho ruido? —La voz de Bill llegó desde las escaleras y todos lo miraron a verlo, sus hermanos con una mirada de "te caché" y yo con nerviosismo.

—¡Miren quién está aquí! —comentó Fred.

—Hola Bill. —Le saludaron Harry y Hermione.

Sus ojos escanearon la habitación y automáticamente se posaron en mi.

—Bill, ven a sentarte con nosotros. —dijo Fred mientras se paraba y agarraba otra de las sillas de la mesa de al lado.

Su hermano los miró con cautela y le ofreció el asiento a Hermione a su vez, Ron se quejó, pero nadie le prestó atención.