Capítulo 3

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Entré y pude ver una habitación enorme, las sabanas de la cama eran de ceda, igual que las cortinas. La cama era muy blanda.

El baño también era enorme y tenía un jacuzzi en cambio de la tina común y corriente. Los champús, los acondicionadores, jabones y todo ese tipo de cosas eran de miel, lo cual me fascinaba. Al parecer yo estuve a prueba por un buen tiempo y Jeff le contó todo lo que me gustaba al presidente... lo cual me hacía preguntarme ¿Desde cuando yo soy incluida como candidata para reina?

En todo caso, el estudio también era gigantesco. Había un computador, varias carpetas y una gran y muy cómoda silla.

El armario era muy expansivo, además habían demasiadas ropas, vestidos y zapatos de todo tipo.

Se me había olvidado mencionar que en la habitación había un gran ventanal en el que se podía ver fuera, la vista era increíble.

Estaba atrapada en mis pensamientos mirando por al gran ventana cuando tocaron en la puerta.

—Pase— dije.

De detrás de la puerta aparecieron tres personas; un hombre y dos mujeres, no los había visto nunca, suponía que eran empleados antiguos.

—Mil disculpas por interrumpirla, su majestad, pero debemos prepárala para que valla a la coronación, que se realizará en pocas horas cuando todos estén instalados— dijo el hombre.

—Roberto, modales— dijo una de las chicas, la mayor— lo lamento por su comportamiento, su majestad.

—No se preocupe— dije y antes de que pudiera preguntar a que se referían con una coronación ellos continuaron hablando.

—Mi nombre es Erika McMillan— dijo la mujer que había regañado a Roberto— el hombre con malos modales se llama Roberto Hunter y la chica que tengo a mi lado se llama Stella Arellano.

—Hola— dijo Stella. Se notaba un poco nerviosa. Yo le devolví el saludo inclinado la cabeza.

—Nosotros no somos nuevos aquí, su excelencia— dijo Roberto— trabajamos desde hace años limpiando y reparando la nave, ahora nos dieron la tarea de ayudarla a usted.

—Esperen un momento— dije— ¿Cuál coronación?

—Usted es nuestra reina ahora, todos deben saberlo— dijo Stella.

—Exacto— dijo Erika.

—¿Y ustedes van a aceptar que yo sea la líder y que de órdenes solo porque me eligieron como reina?— pregunté extrañada.

—Así es— dijo Roberto.

—¡Oh!— dijo Stella— le tengo una carta para usted de la señorita Moreland, su excelencia— dijo pasándome la carta.

Ésta decía:

"Querida Lailah Langley:

Creo que ya está enterada de la coronación. Ésta es solo para que todos la reconozcan como reina y líder de todos.

También tengo que decirle que en la comida hay una sustancia que hace que la gente acepte más cosas, como usted siendo reina. La última vez que usted fue vacunada por el VPH y por esta sustancia, así mismo el señor Buck, el señor Saltalamacchia, su hija, su esposa, la familia Webb y yo fuimos vacunados por esto. Ahora lo haremos con todo el que entre a la recepción desde ahora.

Posteriormente a la coronación veremos todos sus deberes como reina.

Le deseo suerte.

Morgan Moreland"

Leí la carta de nuevo. No podía creerlo. Habían puesto una sustancia para que las personas no sean tan rebeldes... simplemente es injusto... pero tenía que calmarme, si el gobierno y la CIA decía que esto era bueno para el resto, debía creerles, no debía asumir cosas... simplemente calmarme y seguir con mi vida.

Me bañé después de una discusión con Erika, ya que ella insistía que me debía ayudar a ducharme. La miel tenía muy buen olor y dejó mi cabello espectacular.

Luego Erika y Stella me pusieron un vestido celeste largo y que tenía mucho falso, casi tanto como el de "Cenicienta". Tenía una flor negra en el lado derecho del pecho y un cinturón del mismo pigmento. No tenía mangas y tampoco escote.

Los tacones eran muy altos y del mismo color que el vestido, además tenían una rosa negra en la punta.

Después de esto, Roberto me hizo el pelo. Me lo dejo suelto y ondulado, pero me hizo una muy complicada trenza. Posteriormente me puso el maquillaje, se notaba que él tenía experiencia para hacer estas cosas, porque me dejó como una total diferente persona.

Luego esperé. Para esto le pedí a una sirvienta que me traiga cualquier libro de la biblioteca. Pero ella me explicó que yo tenía una para mí sola, así que vi el mapa y, efectivamente, había una biblioteca en mi piso.

Me dirigí para allá. Cuando abrí la puerta pesada de la biblioteca me quedé sorprendida. Era la biblioteca más grande que había visto en mi vida entera.

Ahora había otro problema; no sabía que leer. Recorrí todas las secciones. Fantasía y aventura eran mis tipos de libros favoritos, así que empecé por estos.

Pero en cada sección habían al menos cincuenta y cinco mil libros.

Pude ver libros famosos como "El Señor de los Anillos" y "Harry Potter" que había leído cuando pequeña.

Encontré uno que otro libro que me parecieron interesantes, sabía que no me los podría leer en lo que quedaba para la coronación pero era bueno tenerlos.

Miré hacia arriba por casualidad y vi parlantes, eso significaba que en algún lugar habría un aparato para poner sonidos y música. Me encantaba leer con música.

Me fui a la entrada de la biblioteca y esta vez pude ver a una anciana detrás de un escritorio, ella me habría ayudado en mi búsqueda por libros, pero ya estaba hecho y no se podía cambiar nada.

Me acerqué a ella.

—Disculpe ¿Puede poner música?— pregunté.

—Esto es una biblioteca, señorita— dijo la señora, todavía estaba viendo la pantalla.

Me estaba por ir cuando ella me observó repentinamente.

—¡Oh por Dios! Lo lamento por haberme comportado así, su majestad, pensé que era otra persona— dijo.

—No se preocupe, después de todo esto si es una biblioteca y se supone que debe haber silencio— dije.

—Pero es su biblioteca, así que tiene todo el derecho a poner cualquier canción que desee. Así que, su majestad, ¿Qué canción quiere poner?

—Cualquier canción que esté en inglés y que cante una mujer— dije.

—Delo por hecho, su majestad— dijo la bibliotecaria.

Así que empecé a leer mi libro, estaba bastante divertido, superaba mis expectativas.

La música era genial, me ayudaba a concentrarme y entrar un poco más en la historia.

Pero de repente la puerta se abrió. De allí entró Morgan.

Ya era hora de la coronación.

Dato curioso: Mi libro favorito es "El Hobbit", pero soy demasiado aficionada a "Harry Potter", quiero decir, me leí y vi todas las películas y libros en más o menos tres semanas. Pasaba el día leyendo.

Abrazos. Ciao S2.

Sueños GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora