Capítulo 17

1 2 0
                                    

Desperté. Estaba en mi cama, muchos doctores y enfermeras estaban allí. Estaban preocupados y yo sabía porque: yo me había desmayado.

Inconscientemente busqué a Liam con la mirada, no lo encontré, luego me acordé que él estaba en el hospital.

Me senté, inmediatamente alguien se acercó a mí, era Morgan.

—Su majestad, ¿Se encuentra usted bien?— preguntó la mujer.

—Sí, estoy bien...— dije no muy segura que decir.

—Nos dio a todos un buen susto cuando se desmayó en el medio de la Fhuadaich del señor Posey y Aratori.

—Ahora estoy bien... me gustaría descansar, por favor— pedí, estaba cansada.

—Me temo que eso no es posible, deben hacerles muchos exámenes médicos ya que se durmió hasta la mañana siguiente, su alteza.

—¿Tanto dormí?— pregunté. Luego suspiré— está bien, que empiecen con los exámenes médicos.

Estuve más o menos una hora entera sentada en la cama o caminando para que vean si camino bien o cosas así. Finalmente todos se fueron y me pude preparar para conocer a Boone Noam Eggleston.

Me bañé. Luego me puse un vestido color azul marino, corto y con un cinturón negro que tenía incrustadas perlas negras. Mis tacones fueron del mismo color que el vestido, Stella y Erika me puso joyas de perlas negras y Roberto me maquilló.

Luego Erika me recogió el pelo para que quedara con una hermosa forma de rosa. Los adornos del pelo eran de perlas negras.

Todos ellos se retiraron y tocaron a la puerta, la abrí. Afuera me esperaban Boone y el señor McGowan.

—Su majestad, mi nombre es Boone Noam Eggleston y es honor conocerla al fin— dijo Boone tomando una mano mía y besando la parte de atrás.

—Igualmente— dije.

—Venga conmigo, su excelencia— dijo Boone y me extendió una mano, la tomé y empezamos a caminar.

Nos dirigimos a los jardines. Caminamos por el lado pavimentado.

—Está hermosa, su majestad— dijo Boone.

—Gracias— estaba pensando en Liam y lo mucho que quería velo para decirle que estaba bien.

—¿Hay algo de lo que quiera hablar específicamente?— preguntó Boone.

—No, pero se supone que esta... esto es para conocernos mejor— dije tratando de poner a Liam a un lado.

—Cierto, ¿Cuál es su color favorito?

—Sin ofender, pero ¿Es la mejor pregunta que puede formular?

—No, claro que no, pero creía que prefería que no le pregunte nada privado— dijo Boone excusándose, se veía la mentira en su cara.

—Tengo que admitirlo, lo creía mejor mentiroso— dije sonriendo.

—Nunca fui muy bueno en mentir— dijo Boone— en todo caso, su excelencia, ¿Puede contestarme la pregunta?

—Blanco, mi color favorito es blanco por su neutralidad.

—El mío es verde, como las plantas y el pasto, me encantaba estar al aire libre.

—Yo saqué la licencia para volar un avión hace poco, era algo que solía hacer con frecuencia...— dije y di un suspiro.

—¿Extraña la Tierra, su excelencia?— preguntó Boone.

—Así es, me gustaba el paisaje y el aire que había allí. Extraño la naturaleza y, aunque nunca pensé que lo diría, los edificios.

—¿Sabe lo que está ocurriendo allí?— preguntó Boone. Había en su voz un leve tono de curiosidad.

—No, nadie me lo ha dicho.

—A mí tampoco, su majestad. Mi madre no me cree de confianza, en cambio sí a mi hermano, a él le cuenta todo lo que pasa en las reuniones del Consejo Infinitum.

—¿Es tan mala la relación entre tú y tu madre?

—Si te refieres a los rumores, son ciertos, todos ellos. Todos me dicen que me parezco más a mi padre en muchos sentidos, excepto en los ojos, básicamente soy Harry Potter en ese sentido.

—Mi padre se fue cuando nací, no sé nada de él. Mi madre no me ha dicho como era o como se veía y no sé que pasaría si preguntara...

—Lamento que no sepas nada de tu padre.

—Me acostumbré a ello desde hace mucho. Eso es lo que pasa, aparentemente, cuando algo malo pasa, te crees acostumbrar, pero en el fondo sigues siendo muy frágil con el asunto.

No hablamos por los siguientes diez minutos y seguimos caminando en silencio.

—¿Puedo hacer una pregunta?— dijo Boone rompiendo el silencio.

—Claro.

—¿Cómo se siente con la traición y la Fhuadaich de los señores Posey y Aratori?

—Aquel evento fue el primer momento en que conocí al señor Aratori, así que no puedo comentar nada sobre él, pero Alex... lo conocía desde que era pequeña. Si es cierto que su traición me dolió, me alegro que haya recibido su merecido.

—Entiendo...— dijo Boone— y ¿Sabe lo que le pasó a aquel doctor?

—Está en el hospital, tengo entendido, curándose— dije. Estaba haciendo lo que me había recomendado hacer Liam, actuar con cuidado. No podía decirle a Boone que lo había ido a visitar, habría producido sospechas y eso era lo que menos quería en aquel momento.

—Ya veo— dijo Boone— ¿Sabe cómo está?

—¿Qué tal si jugamos a un juego?— dije, ya no quería que me interrogara.

—Claro— dijo Boone algo extrañado.

—Es simple, yo digo una palabra y usted dice otra que empiece con la última letra de mi palabra. ¡Yo empiezo! Nave.

—Emmm... ¿Estrella?— Boone seguía teniendo la cara de confundido, pero se la sacó al tiro para empezar a jugar.

—Anaconda.

—Aire.

—Elefante.

—Eggleston.

—Negro.

—Ojo.

—Oeste.

—Efectivo.

—Ocasional.

—Liam— yo me quedé sin palabras un momento— ese es el nombre del doctor ¿Verdad?

—S-sí... el doctor Liam Victorino.

—¿Qué le pasó?

—Madre

—Evitar. Estás evitando el tema, pero ¿Por qué?

—No quiero hablar de aquel día, eso es todo.

—Oh, lo siento, no quería... lo siento... no se me había ocurrido que...— dijo Boone nerviosamente. Así que aquella mentira funcionó, eso es bueno.

—No importa— desde ese momento las cosas se hicieron mucho más complicadas.

Volví a mi cuarto y me tiré en la cama. Cerré finalmente los ojos para descansar y poco a poco me fui durmiendo. Caí, por una corta cantidad de tiempo, en los brazos de Morfeo.

Abrazos. Ciao S2.

Sueños GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora