Desperté unas tres horas más tarde. Bostecé y miré la tranquilidad y el silencio que existía en mi dormitorio.
Fui al baño, me lavé la cara y como si un interruptor se encendiera en mi cabeza, recordé el sueño que acababa de tener.
Me preguntaba qué tan difícil era vivir en la pos Apocalipsis. Todo era peligroso y la atmósfera siempre sería de suspenso, miedo y nerviosismo. Nadie sabría que podía suceder, cuando morirían y todos los secretos que no se dijeron antes, se descubrirían. Como el cáncer del papá de Blake, Baird, creo que era su nombre. ¿Por qué me sonaba tan conocido ese nombre?
En todo caso, pensar en la diferencia entre nuestras dos vidas, era increíble. Yo tenía comodidad, seguridad y ejercía las normas en casi todo lo que pasaba en la vida de miles de personas. Y ella luchaba por su vida y memorias, vivía con peligro en cada rincón y no podía confiar en nadie. Tenía que vivir sabiendo que su padre se iba a morir pronto, por algo tan horrible como el cáncer.
Quería ayudarla y a su familia. Pero no podía hacer nada, era solo un sueño... o ¿Lo era? Si veía la vida de una persona real en el planeta Tierra, podría hacer algo si insistía al Consejo Infinitum que me dijera lo que hacían. Pero ¿Me harían caso? Quiero decir, soy la reina pero, no sé si en verdad tengo todo el poder, no sé si ellos están haciendo lo correcto... y...
—¡Lailah! ¿Estás ahí?— gritó una voz al otro lado de la puerta, interrumpiendo mis pensamientos.
—¡Claro, que está ahí, Daisy!— escuché que decía la Voz de Freya— ¿Estás despierta, Lailah? ¿Podemos pasar?— gritó mi amiga.
Me acerqué a la puerta y la abrí.
—Con esos gritos despertarían a cualquiera— dije— ¿Qué hacen aq...?
—Te espera— dijo Daisy susurrando.
—¿De qué estás hablando?— pregunté confundida.
—El señor Britton nos dijo, que el doctor Victorino le dijo que te espera— dijo Daisy.
—Ustedes... ummm... déjenme cambiarme y...— dije nerviosa. Si ellas suponían lo que pasaba entre Liam y yo estábamos perdidos.
—Uno no promete al que quiere y se atrasa, es mal visto— dijo Freya.
—¿A... a qué se refieren?— dije tratando de ocultar mis nervios, claramente no funcionó.
—¡Lo sabía!— dijo Daisy con una sonrisa inmensa— tú y el doctor Victorino están en una relación.
—Shhhh, alguien nos puede escuchar— dijo Freya— sí, lo suponíamos. No se lo vamos a contar a nadie, tranquila— dijo al ver mi cara de espanto— pero debes saber que hacer esto es muy peligroso, si el Consejo Infinitum se entera...
—Echarían a Liam al espacio— seguí la frase— lo sé. Pero el riesgo es lo que menos puedo pagar por estar con la persona que amo. Después de todo, tengo que seguir mi corazón y si las cosas se ponen difícil.... hay que seguir riendo y no parar de buscar la felicidad— ¿Por qué me sonaba tan conocida esa frase?... ¡Cierto! El padre de Blake se lo había dicho...
—Me alegro que pienses así y que seas tan valiente— dijo Daisy— ¡Ahora hagan paso al hospital que la reina va a pasar!
Fuimos lo más rápido posible al hospital. Entramos, algunas enfermeras me preguntaron que es lo que hacía aquí y se inclinaron, pero yo las dejé allí y fui directo a la habitación de Liam.
—Si alguien viene, tocaremos la puerta— dijo Freya.
—Gracias— dije, tomé la manilla, la giré, abrí la puerta, la cerré detrás de mí y pude ver a Liam recostado en la cama, leyendo un libro.
—Hola, pensaba que no vendrías— dijo Liam, marcando la página y dejando el libro en su mesita de noche.
—No me hubiera acordado si no fuera por Freya y Daisy, quien se lo contó Nassim— dije.
—¿Nassim les dijo sobre nosotros?— dijo Liam con un aire un poco preocupado.
—No, solo les dijo que me dijeran que tú me esperabas— dije sentándome en la cama.
—Por un momento, creí que ya no podía confiar en Nassim— dijo y me besó en la boca.
—Claro que puedes confiar en él tanto como puedes confiar en mí— dije devolviéndole el beso.
—Escuché que te desmayaste ayer— dijo Liam con tono preocupado y me abrazó— ¿Estás bien?
—Sí, los doctores dicen que fue por cansancio, pero yo creo que fue por algo más... aunque no estoy segura de qué.
—Debes tener más cuidado y preocuparte más de ti misma.
—Creo que eso ya es imposible— dije acariciando su mejilla— me preocupo más por ti, que por mí.
—Yo voy a estar bien— dijo Liam besándome.
En ese momento escuchamos que tocaban la puerta. Me despegué de él y me senté en una silla. La puerta se abrió y entró Boone.
—¡Boone! ¿Qué hace aquí?— dije parándome.
—Me han informado que usted estaba en el dormitorio del señor Victorino, haciéndole compañía— dijo Boone seriamente— me había dicho que no sabía con exactitud lo que ocurría con el doctor Liam Victorino. Debo admitir que me siento decepcionado con su mentira.
—Boone yo solo... es que... puedo explicarlo— dije.
—Creo que lo entiendo perfectamente, gracias— dijo y se retiró inmediatamente.
Yo corrí hacia él. Si se lo decía al Consejo Infinitum, estábamos perdidos.
—¡Boone, por favor, espere!— dije tomándolo por una manga cuando dobló por un pasillo donde no había nadie.
—¿Qué es lo que quiere?— preguntó Boone con frialdad.
—Por favor, no se lo diga a nadie— dije— por favor...
—¿Boone, quién es ella?— preguntó una voz femenina que venía del final del pasillo.
Enfoqué bien mis ojos y pude ver a una joven, con el pelo negro y rizado, piel muy oscura y ojos morados.
—Clara... no deberías estar aquí— dijo Boone cambiando totalmente el tono de voz. Ahora era dulce y preocupado.
—Te extrañaba— la chica se acercó y besó a Boone en los labios.
—¿Ustedes dos...?— me quedé sin palabras.
—No diré a nadie lo que hay entre usted y el doctor Victorino, sino cuenta a nadie lo que hay entre nosotros dos.
—Trato— dije y me dirigí a la pieza de Liam.
Freya y Daisy no estaban allí, era tarde así que suponía que todos se habían ido.
Entré al cuarto y vi que Liam estaba durmiendo. Me senté en la silla más cerca, le tomé la mano y me puse a dormir.
Clara... emmm... fue el primer nombre que se me ocurrió (se que es muy contradictorio, pero bueno).
Abrazos. Ciao S2.
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Sueños Gemelos
Ciencia FicciónLailah y sus dos amigas están dando un paseo en el avión del padre de Freya, una de sus amigas, cuando ven que el océano se mueve, abriendo una gran grieta que deja ver el centro de la Tierra. Deciden juntar a sus compañeros de colegio y planean com...