Sueños Gemelos

Capítulo 11

Mi madre se despidió con un beso en la mejilla y salió de mi habitación.

Me tiré en mi enorme cama y suspiré todo lo que me preocupaba. Estaba cansada, de eso estaba segura, de lo demás... no mucho.

¿Sería verdad que en mí estaría empezando un nuevo sentimiento, un nuevo amor hacia Liam? Seguí pensando en las palabras de Karina. Y era verdad, si rebuscaba en mi interior podía sentir un sentimiento hacia él que solamente había sentido hacia Alex cuando me gustaba, aunque esta vez era un poco más fuerte.

Sabía que el Consejo Infinitum nunca aceptaría nuestra relación. Esto hacía que mi corazón doliera mucho más de lo que podía aguantar. Empecé a llorar desconsoladamente.

Al fin y al cabo es verdad; sentía algo, no... sentía amor así Liam. Mi madre me había sugerido que esto era así y ahora yo lo estaba comprobando.

Dolía demasiado. Las lágrimas no paraban, me estaba quedando sin aire, no podía respirar. Necesitaba ayuda.

De repente alguien tocó la puerta, traté de responderle, pero como es natural, yo no podía hablar. Así que aquella persona entró, no podía distinguir quién era por las lágrimas.

Lo único que sé es que aquella persona me gritó:

—¡Lailah! ¡¿Qué te pasó?!— dijo y luego corrió hacia mí y me abrazó— no importa, tranquila. Cálmate, estoy aquí contigo. Respira hondo. Eso es— me estaba esforzando por detener las lágrimas pero no paraban— ¡No! ¡Concéntrate en respirar! Inhalas por la nariz y botas por la boca. Eso es, eso es— dijo el hombre— tranquila, vez, todo está bien— mi respiración había vuelto a hacer la misma y mis lágrimas habían parado, mi héroe era... ¡¿Liam?!

No podía creerlo, Liam había actuado totalmente diferente al chico frío y espacioso que solía ser. Me había abrazado e incluso me había llamado por mi nombre, me ruboricé un poco. Pero eso no era nada a la cara de sorprendida que tenía.

—¿Qué pasó?— dijo Liam ignorando mi cara— ¿Por qué llorabas... lloraba, su majestad?

—Por... por— no sabía si decir la verdad o mentir. Era demasiado pronto... pero quería seguir el consejo de mi mamá.

—¿Por...?— insistió el doctor. Sentí como si me hubiera leído mi cerebro, pero antes de que pudiera cambiar de tema dije:

—Por ti— el chico se quedó con la boca abierta de sorpresa.

Después la cerró, se quedo pensando. Luego de unos minutos habló.

—Yo... no sé que decir... esto está mal... deberías enamorarte de Alex o de alguno de los futuros candidatos, no de mí, yo soy un simple doctor que vivía por dos trabajos, además la vacuna...— interrumpí sus palabras.

—Lo sé, y debería importarme como la reina que soy, pero... pero no puedo ignorar mis sentimientos, porque son reales, no como cualquier matrimonio forzado será.

—Esto está mal— dijo Liam y se levantó para irse, pero yo lo agarré del brazo.

—No hay nada de malo en expresar lo que uno siente— dije.

—El Consejo Infinitum no aceptará esto— dijo Liam tratando de retirarse nuevamente, pero no lo dejé.

—En este momento no me importa lo que ellos digan, no me importa lo que nadie diga— dije mirándolo directamente a los ojos— mi nombre significa "la que siempre busca hacer el bien aunque a veces se equivoca"— Liam abrió la boca para decir algo, pero yo lo callé— tal vez casarme con Alex u otro tipo rico este bien para el Consejo Infinitum y como mi posición de reina, que debería ser lo más importante para mí, pero hacerlo sería cometer el más grande error de mi vida, eso sería no seguir mi corazón. Ahora entiendo que no puedo negarle nada a éste. Ignorar mis sentimientos funcionará por un tiempo, hasta que todo venga devuelta a mí y me sienta abrumada por sentir tanto. Y no puedo negar lo que siento por ti... porque lo que siento es... es...

—¡No lo digas!— dijo casi gritando el doctor— si lo dices me obligarás a decirlo a mí también y me amenazaron que si me enamoraba de ti...

—¿Te amenazaron? ¿Por enamoraste de mí? ¡¿Quién fue?!— grité.

—Dije demasiado...— dijo Liam y de repente se escuchó un sonido muy fuerte y Liam calló al suelo. Le habían disparado en la pierna derecha.

—Así es— dijo una voz masculina.

Me agaché hasta él para ayudarlo, pero alguien me agarró por detrás y me puso cadenas en las manos.

Muy bruscamente me encadenó con un palo de mi cama. Peleé pero no pude evitarlo. Quienes habían atacado a Liam y quienes me habían encadenado eran...

—¡¿Alex?!— grité, él tenía la pistola en sus manos y le apuntaba a Liam en la cabeza. Él era quien había disparado a Liam y el que me había encadenado era un hombre que nunca había visto. Tenía los ojos verdes esmeralda, su piel era de color y su cabello era negro azabache.

—Lailah te presento a Bruno Aratori, un nuevo candidato para que te cases con— dijo Alex— no queremos que tú te cases con un simple doctor, ya que, bueno, nosotros queremos ser reyes.

—¡Nunca me casaría con ninguno de ustedes dos!— grité.

—Pero lo harás, porque el Consejo Infinitum te va a obligar amenazándote con expulsarte al espacio, lo sé porque mi padre trabaja ahí, igual que los padres de Alexander— dijo Bruno. Mientras tanto Alex se acercaba hacia mí.

—No estés asustada— dijo sosteniendo mi barbilla en su mano y obligándome a verlo en los ojos— solamente nos desasearemos de la basura— dijo apuntándole a Liam que seguía retorciéndose de dolor, y aún más aún cuando Alex le tiró otra bala en la otra pierna.

Mientras que hacia esto, aproveché de gritar, esperando con todas mis esperanzas que alguien me hubiera escuchado.

Inmediatamente Alex me tapó la boca y le pasó la pistola a Bruno.

—Si vuelves a gritar, le haremos sufrir mucho más ¿Entendido?— asentí asustada— ahora vendrás conmigo, tendrás tu castigo.

Alex me desamarró de la cama y me obligó a ir con él lentamente hacia la puerta.

Pero justo cuando iba a tocar al manilla, la puerta salió volando llevando a Alex al otro extremo de la sala y yo con él. Pude ver como alguien le disparaba a Bruno con lo que parecía eran balas anestésicas, ya que él se cayó de rodillas hacia el suelo, dejando caer con él la pistola, la cual disparó hacia el piso.

Sentí que mis manos quedaban libres, era por aquel extraño, me había liberado.

Salí corriendo hacia Liam a ver si estaba bien.

Luego me acordé de decirle gracias a nuestro salvador, así que levanté mi cabeza y pude ver...

La intriga es real. Jajaja (risa malvada).

Odio a Alex y Bruno, aunque yo sea la escritora 🤦🏻‍♀️ cosas mías.

Abrazos. Ciao S2.