Capítulo 6

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—Muy bien Lailah, mañana haremos las banderas de los cincuenta países y la del planeta— dijo Morgan una vez terminado todo el trabajo— ahora te presentaré a un muy buen candidato para rey, tendrás tus lecciones de baile con él— dijo guiándome a una habitación en mis aposentos en que nunca estuve antes.

Al entrar pude ver una cara conocida, sus ojos verdes, piel morena y pelo rubio, los podría reconocer en cualquier parte.

—¡¿Alex?!— grité. Alexander Posey era uno de mis antiguos compañeros de clase, él me había gustado hasta que se fue del colegio a uno mejor, su padre era uno de los empresarios más reconocidos del país.

—Sí, su majestad, soy yo— dijo Alex inclinándose y besándome la parte de atrás de mi mano derecha.

—El padre del señor Posey, como usted debe saber es uno de los empresarios más ricos que existe en los Estados Unidos, por eso él pudo pagar la vacuna para toda su familia— dijo Morgan. Reconocí la indirecta sobre Liam— en todo caso, me retiro— dijo, se inclinó y se fue.

—Mucho tiempo sin vernos, su excelencia— dijo inclinándose para invitarme a bailar, ya que de repente había empezado la música.

—Así es, y por favor llámeme por mi nombre— dije aceptando la invitación.

—Y no seas tan formal conmigo— dijo Alex.

—Claro— dije— ¿Qué has hecho desde que te fuiste del colegio?

—Me fui a otro colegio, ya que mi padre pensaba que el que ibas tú era de "muy poca calidad"— dijo— pon la mano derecha sobre mi pecho y con la otra sujeta mi mano derecha. Ahora yo te guío— dijo ayudándome— y ¿Qué has hecho tú?

—Saqué mi licencia de vuelo y a veces practico con Jeff, en otras palabras el señor Saltalamacchia.

—Es lo que siempre querías, me alegro por ti. Oye, esto que quede en secreto, pero ¿No has sentido que el señor Saltalamacchia y el señor Buck se odian?

—Claro, me pregunto qué habrá pasado entre ellos.

—Quisiera saber, pero... ¡Ay! Cuidado donde pisas— dijo Alex.

—¡Lo lamento! ¡No era mi intención...!

—Tranquila, tu cara cuando te preocupas me encanta— dijo— ¿Te cuento algo?, antes de irme, me gustabas, te lo iba a confesar, pero terminó el año y mi padre me cambio de colegio.

—¡¿Enserio?! A mí también me gustabas, esperaba que lo notaras, pero te fuiste y no hubo suficiente tiempo— dije.

—Lo estás haciendo muy bien, aprendes rápido— dijo Alex hablando del baile.

—Gracias—dije — pensar que ya han pasado tres años desde la última vez que nos vimos, supongo que los dos hemos cambiado bastante.

—Supongo que tienes razón— dijo, luego hubo un silencio incómodo.

No sabía qué decir, en definitiva Alex ya no me gustaba, ni siquiera producía mariposas en mi estómago. Mientras trataba de pensar en algo en que hablar, se me vino a la mente la cara de Liam, lo amable que era y cuanto me gustaría verlo otra vez.

Sueños GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora