Capítulo 29 2/3.- Mi final

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Sus ojos se volvieron más profundos, parecía que me arrastrarían a su interior, por primera vez desde que conocía al peliplata su rostro estaba completamente inexpresivo, su mirada era indescifrable, su respiración se volvió más lenta pero podía sentir como su chacra se movía sin control por su cuerpo, no podía adivinar sus pensamientos, por un momento sentí que había cometido un error en contarle, pero ¿Acaso podría haber hecho otra cosa? Susurro algo, pero no logre escucharlo. Lo repitió una y otra vez, hasta que por fin lo entendí, repetía una y otra vez "Te amo", mi corazón se rompió al escucharlo, por primera vez lo veía tan indefenso, como un niño que perdió a su mamá, una oleada de emociones provenientes del jounin me embargaron, desesperacion, miedo, tristeza, el pánico se apoderó de el.

Una enorme burbuja se formó en mi garganta, los ojos me ardieron, las lágrimas amenazaban con salir a chorros, el jounin se lanzó a abrazarme, mi cabeza quedó en su pecho, haciendo que por segunda vez en esa noche su camisa se mojara con mis lagrimas, llore y llore. La noche se alargó y se alargó, él solo me abrazaba, no decía nada, pero podía sentir su dolor aunque no quisiera demostrarlo.

Ente lágrimas me quede dormida, los brazos del jounin me arrullaron, esa noche soñé.

Una pequeña niña corría a los brazos del jounin, su cabello rojizo ondeaba con cada paso, el peliplata la cargo en sus brazos no sin antes elevarla por los aires, con una sonrisa en el rostro, esa escena me conmovió el corazón, una familia, era lo único que pedía con el jounin. La pequeña me volteo a ver, junto con el peliplata ambos me sonreian, la pequeña tenía los ojos del peliplata, unos hermosos ojos negros, esos de lo que por un segundo me enamore por segunda vez, desgraciadamente desperté, el mundo real no era nada parecido, nunca podría hacer realidad ese sueño. Lo único que me consolaba era el peliplata, me abrazaba por la espalda en la cama, su rostro estaba escondido entre mechones de mi cabello, su respiración golpeaba en mi nuca, era serena, me quedé inmóvil, disfrutando, sentía su respiración, era tranquila, el palpitar de su corazón era apenas un golpe en mis oídos demasiado bajo, pero audible, sus brazos cálidos a mi alrededor, me lamenté por no haber aprovechado el tiempo a su lado, por todas las tonterías que cometimos y todos los momentos desperdiciados, pero también me embargó una felicidad desbordante, cada beso, cada caricia, cada risa, todo había valido la pena, para llegar a donde estoy hoy, el los brazos de Kakashi Hatake.

-¿Estás despierta?- susurro

Me voltee hacia él, dándole a entender que si.

-¿Qué quieres hacer?- exclamé

-No, no no no, no lo digas cómo si fuera lo último que vamos a hacer juntos, te dije que todo estaría bien-me miro, sabía que no había dejado de pensar en una solución, pero mejor que nadie, yo sabía que no había opción.

Me abrazo y volví a caer en un profundo sueño.

********

La luz me despertó, ya era de día, traté de buscar al Jounin con la mano, pero no había nada, al voltear me di cuenta de que no estaba, supuse que se había ido a trabajar, me levanté y recordé todo lo que había pasado, las imágenes de la noche anterior me abrumaron, decidí ir a hablar con Kakashi quería verlo, quizás pasar algo de tiempo con él, me puse mi ropa ninja y salí hacia el edificio hokage. Al entrar me encontré con Anko, genial la persona que menos quería ver. Me cruce de brazos, se le valía algo preocupada, pero no me importaba lo que le pasara.

-¿Dónde está?-

-¿Dónde está?-

Exclamamos ambas al mismo tiempo, la fulmine con la mirada.

Fruncí el ceño, bordee a la kunoichi y entre a la oficina. Estaba loca, Kakashi estaba en la oficina, abrí la puerta sin tocar, no tenía seguro.

Nada

Nadie

Estaba vacío

Solo por una banda en el escritorio, la reconocí de inmediato era de Kakashi...

Me cambiaste /U.N.A/TERMINADA/SEGUNDA TEMPORADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora