Capítulo 11.

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Charlie no creí que fuese a venir, pero lo hizo, detrás de Sofía, como si de un perro se tratase, aunque eso no fue lo que más me sorpredió, si no, el hecho de que Biel encabezase el grupito, desde que no le veía me iba mucho mejor.

Terminamos bastante mal, yo siempre había pensado que las segundas partes no funcionan, ¿verdad? Todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero pocos la aprovechan.

Si me hubiese dejado llevar por el corazón quizás ahora mismo no estuviese aquí, no puedo pensar con el corazón, pero si lo hiciese ahora mismo, estoy donde debo estar, con Zayn.-Le miré sonriendo, mordiéndome el labio después.- si el corazón pensara dejaría de latir.

Todos ignoramos a Biel y a Sofía, y por lo tanto, también a Charlie.

Vi a un chico rubio entrar, no estaba muy pendiente pero seguía nerviosa, aunque ya no solo por él.

Pareció ver a Zayn, porque se dirigió directamente hacia nosotros.

—¿Qué pasa tío?-Chocaron las manos y se dieron un fuerte abrazo.

—Cuanto tiempo, chaval. No sabes lo que me ha costado encontrar esto.-Se giró a mirarme y mi mirada se fijó en sus ojos, nos quedamos un par de segundos en silencio, que me parecieron eternos, hasta que empezó a sonreír.

—Niall, esta es mi preciosa novia, Amanda.-Puso su brazo alrededor de mi cintura y me dio un beso en la mejilla, yo lo miré, volviendo la mirada a Niall.

—Ya nos conocemos.-Dije, con los ojos chispeantes.

—Ven aquí, duendecilla.-Me eché hacia él abrazándole y derramé sin querer una lágrima. Eran ocho años, ocho años hacía que no lo veía, desde que mis padres se separaron y mi madre decidió que nos fuéramos con los abuelos a Londres, más tarde aquí, a París.

Mi mejor amigo, mi maldito mejor amigo había vuelto a mi vida.

—Idiota, cuánto has cambiado, la última vez que te vi eras moreno.-Le revolví el pelo a lo que él sonrió.

Estuvimos un año mandándonos cartas, peeo cada vez eran menos frecuentes, hasta que dejamos de mandarlas. No era lo mismo.

En el bar se escuchaba How to safe a life de The Fray.

Me acerqué a Johanna para presentársela a Niall, sabía que le iba a gustar, si no, debería de estar loco.

—Joha, este es Niall, Nialler, esta es Johanna, mi mejor amiga.-Niall se agachó depositando dos suaves besos en las mejillas de la muchacha rubia que le acababa de presentar.

—Así que, ¿me has cambiado por ella todo este tiempo?-Seguía mirándola y yo contesté un tímido "si".- Tienes buen gusto, Amanda.

Se apartó y depositó un suave beso en mi frente, por su parte, Johanna seguía embobada mirando al chico de ojos azules y yo no pude evitar reírme al verla de reojo.

—¿Qué pasa?-Niall se giró a mirarme riendo.

—Nada, nada.-Le guiñé un ojo a Joha y me dí la vuelta. Le presenté también a Alex y volví con Zayn, dejándolos hablando de fútbol.

—Me has abandonado eh..-Dijo, poniendo pucheros.

—Anda ya, como te voy a abandonar por el lumbreras ese.. -Le di un pequeño golpe en el hombro y un pequeño beso, poniendo pucheros yo también después, ambos reimos.

—En verdad me han dado celos y todo... -Me reí, ¿en serio estaba diciendo eso?

—Tú no tienes que tenerle envidia a nadie, no sé por qué dices eso.-Levanté una ceja, Niall era gracioso, y muy guapo la verdad, lo conocí desde pequeña y entonces era muy mono, pero Zayn tenía algo más, era guapo, gracioso, sabía sacarme una sonrisa en cualquier momento y me soportaba, ¿qué más podía pedir?

—No es envidia, son celos.-Ya decía yo.- Puedo tener celos de cualquiera solo porque respire tu aire.-Se acercó tanto que pude sentir su aliento, no me besó, pero yo creí que iba a hacerlo, se quedó a centímetros, milímetros quizás.-Vamos, acábate la cerveza.-Me giré y ví la suya vacía y la mía media.

¿tanto he tardado en venir?

Me bebí lo que quedaba y volví la vista a Johanna y Alex. Me dí cuenta de lo bien que había pasado de Biel esta noche, pero el caso es que yo quería hablar con Charls, Johanna hablaba con Niall mientras yo le hice un gesto a Alex para que me acompañase, me acerqué a la zona de mi ex y, la verdad, no tenían buena pinta, parecían aburridos, yo fijé la mirada en Charlie, éste en Sofía y sentía la mirada de Biel sobre mí.

Sabía como era Sofía, una chica de esas que van de flor en flor y que utiliza a los tíos cual pañuelo o condón.

Yo no quería eso para Charlie, estuve con él y es un chico muy bueno, demasiado, la verdad.

Sofía sabía que estuve con él, no sé que hace, ¿Quiere hacerle daño? ¿Hacerselo por mí? ¿Biel se lo habrá dicho? Demasiado macabro.

Sacudí la cabeza intentando zafarme de esos pensamientos, quitármelos de la mente.

—Charlie, ¿Quieres conocer al amigo de Zayn? Era mi mejor amigo hace unos años, es un amor, te va a encantar, estaba hablando hace unos minutos con Alex de fútbol.-Este asintió y yo proseguí.- Podrías haberte acercado a saludarnos, cuando has llegado él no estaba y a los demás si nos conoces.

—Dejadme en paz.-Alex se acercó y puso una mano en su hombro a lo que él le dió un manotazo.

—Eres muy grosero, nosotros no te hemos hecho nada y no tenemos culpa de esto.-Señalé a Sofía con la cabeza haciendo referencia a ella.

—Nos vamos.-Dijo Alex, apenas nos habíamos alejado un poco, cuando escuché a Sofía despotricar sobre nosotros y la risa de Gabriel retumbó en mis oídos, me dí la vuelta dispuesta a decirte un par de cosas cuando Alex me agarró del brazo deteniéndome, dijo en un susurro 'quiero una noche tranquila' y nos fuimos a la barra.

Bebimos una cerveza más y respecto a Niall, estuvimos contando anécdotas de pequeños, me alegraba tanto de que estuviese aquí.

Íbamos a pasarnos después por una discoteca, pero estábamos todos cansados, sobre todo Niall, que acababa de llegar a París, dijo que tenía Jet Lag, pero no se puede tener cuando viajas de Irlanda a París, la diferencia es solo una hora.

Caminábamos hacia casa y la de Johanna pillaba de paso, Niall dijo que la acompañaría, lo invité a dormir y no sabía donde estaba, por lo tanto, la acompañamos los tres, Alex vivía muy cerca y se quedó de paso.

—No sé como vamos a dormir los tres, solo tenemos nuestra cama.-Llamaba casa a la de Zayn porque desde que estábamos saliendo solía pasar casi todos los días en su casa, habría visto a mi madre unas quince veces desde entonces, quizás por eso nos llevábamos mejor.

Dejamos a Johanna, que estaba mucho mejor ahora y volvimos a casa, antes de meter la llave en la cerradura salió un muchacho castaño y de ojos marrones corriendo, dándome con la puerta en laz narices.

-Quita, nena.
qué maleducada es la gente.

Cuando llegamos solté las cosas y miré el móvil, no tenía llamadas del desconocido, mejor.

Zayn y yo fuimos a la cama y descubrimos a Niall con un paquete de galletas Príncipe entre las manos metido en ella.

—¿Se puede saber que haces ahí?-Preguntó Zayn algo molesto, yo sin embargo no podía parar de reír.

—Tranquilo, tú tienes un hueco, ella irá al sofá.-Me quedé perpleja, ¿qué hacía?-Ahora ya no te ríes, ¿eh?

—Sal de la cama, que te he preparado el salón, tonto del culo.-Lo arrastré hasta el salón dejándolo en el sofá.-Pórtate bien, ¿eh? Encima de que te invito.. -Me reí y le di un abrazo.-No desordenes mucho la cocina que nos conocemos.

Volví a la cama con Zayn y para cuando menos esperaba, se había quedado frito. Al día siguiente tenía que trabajar. Me cambié y me acosté, de veras que esperaba no encontrarme mañana todo patas arriba.

Just Wanna Be Somebody.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora