Capítulo 16.

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Me desperté y asomaban dos rayos de sol por la ventana, me dí la vuelta encontrándome con el que dormía a mi lado desde hacía unos meses.

—Buenos días, moreno..-Pasé una mano por su pecho, esta vez se notaba distinto, él se dio la vuelta y acercó su cara a la mía.

—Buenos días Amanda.-Estaba apunto de besarme, ví su hoyuelo cerca de mi boca y me aparté. BIEL.

Me desperté sudando y bastante agobiada, hiperventilaba. Eran las seis de la mañana, fui al baño, me eché agua en la cara y me miré en el espejo. ¿Por qué esa pesadilla otra vez?

Salí del baño y volví a la habitación, Zayn se encontraba con una mano sobre los ojos y el antebrazo apoyando en la cama.

—Amanda, ¿qué haces despierta? ¿pasa algo?

Me acerqué a la cama y deposité un beso sobre sus labios, fingiendo una sonrisa.

—No, nada, buenos días amor.-Me volví a tumbar a su lado, me abracé a su cintura y noté su aliento sobre mi pelo, dándome un beso en éste después.

Cerré los ojos, sonreí, apartando esa pesadilla de mi cabeza y volví a dormir.

Lauren.

Abrí los ojos, dando la vuelta en la cama, volví a cerrarlos y sonó el móvil, di varios toques con la mano en la mesita de noche hasta encontrarlo y lo cogí, llevándomelo a la oreja.

—¿Sí?-Mi voz sonaba demasiado dormida y no me gustaba nada.

—Lauren, tienes que venir a comer, tu madre te reclama. A las tres en su casa.-Colgó sin decir nada más, volví a dejar el teléfono en su sitio me abracé a la almohada para seguir durmiendo.

Hacía mucho tiempo que no veía a mis padres, ni a mi hermana. Hoy esperaba verlos a todos, aunque no me gustaba estar allí, pero por verlos, merecía la pena, aunque solo fuese un día.

A quien más ansias tenía de ver era a mi hermana, hacía como meses que no la veía, desde que me fui a trabajar al club... Mierda, Liam. Había quedado con él hoy para comer.

Con este chico es imposible tener solo una relación laboral, lo pensé desde que me contrataron, aunque él sólo iba algunas veces, era el hombre que más me había llamado  la atención de los que se encontraban ahí, aún sin ser mi jefe.

Tenía que llamarle, y después a mi cuñado, que era el que había llamado, por eso sabía que mi hermana estaría allí. Louis era muy simpático, tenía los ojos preciosos, ojalá los tuviese yo así y el pelo castaño, un poco hacia arriba, aunque ya lo había tenido de varias maneras y le sentaba igual de bien, siempre nos hacía reír, pero sólo en persona, por teléfono era muy soso, supongo que no está acostumbrado y le gusta conocer y hablar con la gente cara a cara.

Me eché a un lado en la cama, intentando coger el teléfono de nuevo, apoyé una pierna sobre la otra y me estremecí de dolor, había pasado semana y media, y aún me dolía la maldita pierna.

Puta pierna... Menos mal que gracias a ella pude besar a Liam.

Conseguí coger el móvil, buscando en las últimas llamadas conseguí el número de Liam y lo llamé, con el móvil ya en la oreja.

—¿Sí?-Una voz algo somñolienta se escuchó al otro lado de la línea.

—Liam, ¿te importa si dejamos la comida para otro día? Mi hermana me reclama.-Nunca le había hablado de ella, no creo ni que supiese que la tenía.

—Tu h.. Espera, ¿qué hermana?-Se escuchó un ruido al otro lado del teléfono y supuse que se habría despertado del todo.

—¿Liam?¿Estás bien?-Se escuchó un ruido de nuevo al otro lado de la línea y después su dulce voz. Suspiré aliviada. Menos mal, estaba bien.

Just Wanna Be Somebody.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora