Capítulo 19.

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Andy.

Lou, ¿nos vamos?-Cogí el bolso y volví a pasarme por el salón.

-Ya casi estoy, espera.-Se miró otra vez al espejo, subió su pelo un poco más y se aseguró de que no se iba a mover en toda la noche, se ajustó la corbata y sonrió.

Hacía mucho que no llevaba corbata, se la ponía sólo cuando se arreglaba demasiado. Esta noche íbamos a la ópera, la última vez que fui fue en Londres, cuando nos conocimos debajo de aquel cielo encapotado, una de nuestras primeras citas fue allí, había ido un par de veces más, con mis padres y mi hermana, antes de que éstos se dedicasen a ellos y mi hermana y yo tuviésemos que buscarnos la vida.

Lauren.

No sabía donde me llevaba el loco de mi novio, o lo que fuese, en el viaje de ida me dí cuenta de que no me gustaban los aviones, había montado varias veces, había ido a España, Italia y la vez que me transladé definitivamente de Londres a París, sin embargo, esos viajes no eran nada comparados con este, se me habían hecho largos y habían sido como mucho de tres horas, pero este viaje era de doce y si tres horas se me hacían pesadas, doce no podía soportarlo. Me levanté unas veinte veces, Liam nunca me había visto tan nerviosa, pero él también influía en los nervios, no paraba de contarme lo bonita que era la playa de California, la gente que había allí y yo no paraba de preguntarme por qué sabía tantas cosas de allí si vivía en Francia y tenía su trabajo.

-¿A cargo de quién has dejado el club?-Le pregunté mientras me sentaba de nuevo en mi asiento, abrochándome el cinturón, acababan de dar el aviso de que íbamos a aterrizar y la lucecita estaba encendida.

-Dejé a Lana al mando, sabe como van las cosas, la ropa y ella entrará la última a actuar, saldrá de las primeras y no podrá ir a habitación porque está encargada de la lista.-La lista. Gracias a esa lista me libré de Rob, nunca supe nada más de él, sólo sé que después de que se fuese pude, por fin, intentar algo con Liam, ya hacía más de un mes.

Llegamos a California, nos recogieron dos taxis, en uno se fueron Johanna y Niall con Amanda y Zayn y en otro Liam y yo. Nos dirigimos al centro del estado, aunque teníamos los apartamentos en el sur, el taxi de los cuatro restantes fue hacia allí, iba observando el paisaje, cuando el coche paró y Liam se bajó del coche un momento, dándome un beso justo antes. Volvió con una rosa y el coche volvió a andar.

Liam.

Miré a Lauren y pude ver su sonrisa tras darle aquella flor que me había dado una chica minutos antes, una chica con gafas, castaña y no muy alta, con la cara bastante reconocible, me alegraba de volver a verla. La siguiente parada fue el piso de mi madre.

Cuando el coche paró en la puerta Lauren se acercó al maletero, salí detrás suya y puse las manos sobre el botón que hacía que se abriese este. 

-Aún no hemos llegado, tranquila. pero quiero llevarte conmigo.

-¿Dónde vamos? Creí que ya estábamos en el apartamento, tienen que estar esperándonos.

-Antes tengo que enseñarte algo.-La cogí de la mano, no sabía muy bien como iba a reaccionar nadie. Llamé al porterillo y después de encenderse una pequeña luz, sin escuchar nada, abrieron. Cuando se abrió la verja, pude ver de nuevo el jardín que hacía un par de años no veía, la mayoría de las veces habían venido ellas a París, pero dejaron de venir para olvidar lo que había pasado.

Llevaba dos meses sin verlas, sin ver a mis niñas, a mis mujeres. Pasando la pequeña fuente que se encontraba en medio del jardín e impregnarme del aroma de las flores que había, llegamos a la puerta. Llamé de nuevo al timbre y salió Ruth, que me abrazó con todas sus fuerzas.

-Dios, Ruth, como te he echado de menos, te has cortado el pelo, ¿verdad?-Ella asintió y nos hizo un gesto de entrar a casa, cuando pasamos el umbral, le presenté a Lauren, se dieron dos besos y no hubo mucha conversación, excepto un par de información sobre ella omitiendo el detalle de que trabajaba para mí en el club de streeptease.

Fui a la cocina, donde estaba mi madre y la abracé, le llené la cara de besos, la eché de menos, todas las llamadas de antes habían desaparecido, ni ella me llamaba, ni yo puse interés porque ya no tenía tiempo. 

-Cariño, te había echado de menos.-Dijo en cuanto se separó de mí.

-Mamá, quiero verte más a menudo, y tengo alguien a quien presentarte... -Me di la vuelta, haciéndole un gesto a Lauren con la mano para que se acercase a la encimera.- Hace mucho que no te veo y no creo que la conozcas.

-Claro, hijo, a ver quien..-Se dio la vuelta y Lauren se acercó a ella, le dio dos besos y no dijo su nombre.

-Mamá, ella es Laur..-Me interrumpió.

-Es Lauren, la conozco, trabajaba para tu padre, o para ti.-Me echó una de sus miradas que si las miradas matasen me mataría.

-Ehm, sí.-Mi chica se dio la vuelta, haciendo amago de irse y yo le cogí la mano, acercándola de nuevo a mi.- Trabaja para mí, pero eso no tiene nada que ver. La quiero, llevamos un mes saliendo.

No me di cuenta de que mis hermanas estaban en la puerta hasta que escuché algo estrellarse contra el suelo, era el plato que llevaba mi hermana en las manos, estaba recogiendo la mesa, acababan de cenar, el viaje había sido verdaderamente largo y duradero. 

-¿He oído bien, Liam James Payne? No creo que sea tu clase de chica.-Nicole levantó una ceja, y yo resoplé.

-No tengo tipo de chica, su trabajo no tiene nada que ver, estamos saliendo porque a ambos nos parece bien, así que no sé por qué me tendría que importar vuestra opinión.

Salí de la cocina con ella de la mano, mientras mis hermanas y mi madre no paraban de decir que para qué opinaban si no se tenía en cuenta y que no podrían opinar entonces. Me despedí de ellas, ni tuve tiempo de saludar a Nicole antes de tener que irme ya. Nos subimos al coche y desaparecimos de mi calle, fuimos directos al apartamento, sin pronunciar palabra, acababan de empezar las vacaciones y parecía que ya iban a acabar.

Just Wanna Be Somebody.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora