Sweet Dreams

No me rendire

Asael no puede olvidarse de mí. Eso es imposible.

—Soy yo Asael, soy Sophie. ¿No sabes quién soy? —pregunto entrecortado.

—Lo siento, no te conozco —responde con frialdad.

Dicen que lo roto ya no se puede romper más, pero esas palabras volvieron a destruir lo ya roto.

De la desesperación y dolor caí rendida de rodillas al suelo, con las manos en mi cabeza y el llanto aumentando cada vez más.

¿Cómo fue que pasó esto?

Todo estaba muy bien, yo disfrutaba de la compañía de Asael y él de la mía.

Sólo me fui como todos los días y regresé a la misma hora, pero todo cambió.

—Oye, si no tienes más asuntos conmigo, prefiero que te marches —dice con la misma frialdad que antes, pero con un poco enojó.

No me lo puedo creer, esto es una pesadilla, ¿Verdad?

Me niego a creer que esto este pasando de verdad.

Decidida a averiguar que es en verdad lo que sucede, me levantó y limpio mis lágrimas con mi antebrazo.

Miro fijamente a Asael y me acercó.

No permitiré que me quiten mi felicidad, ni mucho menos que sea esa desconocida.

Me acercó con más velocidad y apartó a esa chica bruscamente, para luego atrapar a Asael y besarlo.

Lo besé con toda la pasión qué siento por él. Lo expresé con delicadeza y locura.

Te estoy transmitiendo un:

¡Te amo y no lo podrás cambiar!

Asael después de unos minutos entra en cuenta y me separa de él sosteniendo mis hombros.

—¡¿Qué haces Sophie?! —pregunta alterado, y muy sonrojado.

Su rostro plasma una sorpresa única, y no puede verme directamente a los ojos por la vergüenza que lo invade.

Sonrío tontamente y apartó su agarre para poder abrazarlo con fuerza.

—Asael, yo te amo —susurro a su oído.

—Yo i-igual —responde entrecortado.

Logré salir de mi pesadilla, no te perderé Asael.

—Sueltalo —ordena enojada la chica desconocida.

Volteó a verla sin dejar de abrazar ha Asael.

—¿Quién eres tú? —pregunto desafiante.

—Me llamo Lisa, y soy la novia de Asael —responde con una mirada fulminante.

Sonrío y suelto a Asael, para después acercarme a ella.

—Asael es mío, yo lo encontré primero —aclaro con seguridad.

La Chica arruga la frente y se levanta para salir corriendo.

Sonrío victoriosa y volteó para encontrarme a un Asael confundido.

—¿Quién era ella? —pregunta frunciendo el ceño.

—Una chica muy peligrosa. —respondo y tomo su mano —. Ay que irnos de aquí.

Y comienzo a guiarlo por el camino que tome hace un rato.

Jamás había sentido tanta satisfacción al ganar algo.

Espero no volver a tener esta clase de problemas. Y que esa tal Lisa no vuelva a acercarse a Asael.

Sólo pido estar a su lado y disfrutar todos mis sueños con él.

Antes de llegar a la que creo que es la salida, Asael aprieta un poco mi mano para llamar mi atención.

Me detengo para escuchar lo que quiere decir.

—¿Sucede algo? —pregunto.

—Sucede que no te he agradecido —Sonríe y me besa.

Continuará :3...