No aguanto más, ya no tengo nada en el estómago y siento que la cabeza va a explotarme, las cuatro horas en la maquina fueron el infierno, no sé cuántas veces me desmaye y cuantas veces se me subió la presión, estoy en mi casa y me duele todo el cuerpo, me duele el corazón y no sé por qué, los mareos y los dolores de cabeza no han parado desde que llegue, el desayuno no me duro ni 5 minutos en el estómago.
Veo que mama cada vez está más preocupada por mí, no quiero que se preocupe y en todo caso no quiero que se enferme, verme de esta manera la esta matando y lo único que quiero es no hacerle mas daño, pero no controlo mi cuerpo el me controla a mí.
-Melanie ¿cómo te sientes? – pregunta mama cuando se siente a mi lado en la cama, veo que este tiempo que hemos pasado con la enfermedad se ha vuelto más grande.
-Ya mejor mama - le miento porque si le digo la verdad no me dejara y no ir a trabajar y lo menos que quiero es que mama deje de hacer su vida por quedarse a cuidarme.
-No iré a trabajar hoy, me quedare contigo por si necesitas para algo.
-No mama no hace falta, de verdad no me voy a mover de aquí, debes de ir a trabajar, tú también debes de salir de acá un poco, te prometo que me pondré bien y que no hare nada imprudente, lo mas seguro es que duerma un par de horas -
Mama me ve, pero veo la indecisión en su mirada, minutos después asiente, sabe que siempre he sido totalmente independiente y que quitarme eso solo me deprimiría mas de lo que ya estoy.
-Está bien iré rápido por unos documentos y regreso después de las cinco, Rosa se va a las cuatro.
Asiento, y es en serio lo que le dije a mama no se cuando me quedo dormida, pero son las cuatro menos diez, en ese preciso instante Rosa entra.
-Melanie necesitas algo antes de que me vaya – me dice cuando se acerca a revisar mi catéter, la presión y la temperatura.
Estoy por decirle que no cuando me recuerdo que Chad vendrá y ni siquiera recuerdo que es lo que tengo puesto, veo que tengo el pijama y esta un poco manchado de unas gotas de sangre, para seguir a mi lista de dolores el catéter no quería cerrar hoy.
-Ayúdame a cambiarme Rosa, por favor -
Rosa me ayuda a ponerme una pijama limpia y un sudadero, cuando me levanta el brazo despacio siento que me lo arranca, grito y me salen lagrimas del dolor, cuando el dolor se calma y dejo de llorar Rosa se va sintiéndose por su cara lo más triste, siempre me dice que estoy demasiado joven para esto, pero es que esta enfermedad no decidí edad ni género, me quedo en la cama sentada, me siento tan mal que no quiero salir, pero es Chad y tengo ganas de verlo.
Salgo al patio trasero cuando lo veo está entrando justo por la cerca.
Me siento en la mecedora cuando él me ve y está sonriendo, en cuestión de segundos su sonrisa desaparece de su cara, es reemplazada con una de tristeza, se acerca se sienta a la par mía y toma mis manos.
-Nena que te pasa te ves muy mal -
-No es nada solo pille de nuevo la infección estomacal, no he comido ni dormido bien - miento, no quiero tener que decirle a Chad que es lo que me pasa, me da miedo que se vaya, que no quiero pasar el tiempo conmigo. Pero se que entre mas tiempo pasa sin decirle la verdad no me perdonaría.
- Pero estas tomando algo, yo no te veo nada bien, y encima estas muy fría. - es cierto siento mucho frio a pesar de que haya mucho sol.
-Estoy bien Chad no te preocupes, ¿cómo estas tu? – Digo para cambiar de tema.
-Como siempre, aunque hoy me pagaron más por cortar el césped de la vecina, creo que poco a poco iré haciendo mis clientes.
Trato de sonreír, pero siento que es una sonrisa falsa.
-Me alegro bebe - me acerco y le doy un beso, al principio se queda quieto, pero en segundos me responde, siempre besar a Chad es como irse al cielo y regresar no sé qué tiene este chico, pero, aunque me sienta fatal hace que mi corazón tenga vuelcos. Nos separamos.
Me recuesto sobre su hombre, seguimos tomados de la mano, siento una paz cuando estoy con Chad y me siento más tranquila, sé que él sabe que es algo más fuerte lo que me pasa sus ojos me dicen que sabe que no le digo toda la verdad, pero se limita a tomar mi mano y acariciarla, nos quedamos sentados sin hablar, me gusta ahora este silencio porque es un silencio que necesito, sé que no debo encariñarme con Chad, sé que me voy a ir y lo voy a dejar solo no quiero que sufra por mi o que empiece a sentir algo por mí, pero es inevitable, me estoy enamorando de él.
No sé cuánto tiempo llevamos así pero su compañía me hace bien.
-Nena ¿quieres que te acompañe a tu habitación?, esta frio y estas temblando.
Asiento y dejo que me lleve a mi habitación, ya adentro me acompaña a mi cama y me ayuda a acostarme.
-No te vayas, Chad, por favor. – y entonces siento una angustia terrible, siento como si se va no lo voy a volver a ver nunca más.
-Nena son las cinco tu mama no tardará en llegar.
- ¿Por qué no quieres que te vea?
-Es complicado Melanie
-No confías en mí. - Se que mi cara muestra la decepción y el dolor de su desconfianza, pero es lo que siento.
Cierra los ojos y susurra.
-Claro que confió en ti, pero no puedo decírtelo.
- ¿Por qué? – pregunto insistiendo.
-Por qué no, me tengo que ir Melanie.
Se que no me va a decir, aunque insista y solo se enojara conmigo, cuando veo que se levanta tomo su mano, él se detiene.
- ¿Nos veremos mañana? – Pregunto, aunque no se si habrá un mañana para mí, por primera vez me siento muy mal.
Su rostro se pone más suave y ya no esta tan tenso como antes, se acerca y me besa en la frente.
-Nos veremos mañana nena - me dice, cuando se separa de mi me sonríe y yo también.
- ¿Me haces un favor?
-Claro, dime -
-Mañana si no me ves afuera puedes subir a buscarme aquí arriba – me ve con una mirada de desconcierto.
- ¿Por qué estarás aquí arriba? - pregunta con cara de confusión.
-No lo sé, por si sigo indispuesta y no me siento bien. No quiero no verte mañana. - le digo sinceramente.
-Ok subiré si no estas afuera esperándome.
Sonrió y me acerco él también se acerca a mí, lo beso de nuevo, últimamente me da la sensación de que tengo que aprovechar las pocas oportunidades que tengo para besarle.
Nos separamos y él sale de mi habitación, me recuesto y no logro detener la sonrisa en mi boca, aunque me sienta mal Chad es la única persona que hace que me sienta bien y no enferma a punto de morirme, no sé qué es lo esconde, pero sé que no es una mala persona, si quisiera hacerme daño ya lo habría hecho.
Siempre que me ve, veo en sus hermosos ojos azules algo doloroso y tormentoso, sé que por eso no me pregunta nada, porque yo no lo hago y de alguna manera los dos nos agradecemos eso.
Me hubiera gustado tener más tiempo con él y en otras circunstancias ahora solo me queda disfrutar el tiempo que me queda con él.

ESTÁS LEYENDO
Contrato de Vida
RomanceLa vida puede cambiarte en un abrir y cerrar de ojos, justo cuando tienes la vida perfecta y todo un futuro por delante, sueños que construir y batallas que combatir, abres y cierras los ojos, inhalas y exhalas el aire dentro de tu cuerpo sin presta...