Recuerdos del pasado

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Me sorprendo de lo bien que me siento el día de hoy, no tengo mareos y el desayuno pudo quedarse en donde tiene que quedarse. No le conté a mama nada de lo que paso hoy en el tratamiento y claro que a Chad no puedo decirle ni comentarlo con él.

- ¿Como te sientes hoy Melanie?

-Muy bien mama, ¿iras a trabajar hoy?

-Estaba pensando que sí, ahora me quedo un poco más tranquila sabiendo que no te queda sola. – me dice con su mirada aun preocupada.

-Si, Chad vendrá hoy a las tres, una hora más temprano – ahora que mama sabe la verdad me siento más animada.

- ¿Estas enamorada de él verdad cariño?

-No lo sé mama, solo sé que él me hace sentir bien.

Pasamos el resto de la mañana con mama haciendo compras, ahora que ella sabe que algunas son para Chad y Lisa es más fácil elegir, a la una de la tarde mama se va a su trabajo, estoy en la sala de estar recostada cuando siento unas manos que tapan mis ojos.

- ¿Dime quién soy? - Pregunta la voz más hermosa que haya escuchado.

-La persona que he querido y deseado ver en todo el día - contesto.

Chad quita sus manos de mi cara, rodea el sillón y se sienta a la par mía, acerca su cara a la mía y nos besamos como solo nosotros podemos hacerlo, de nuevo siento que voy al cielo y regreso.

-Hola nena, ¿cómo estás?

-Hola me siento muy bien, muchas gracias por preguntar y tú.

-Bien gracias, no me puedo quejar, tengo dos clientes más sabes.

-Así, como se llaman - los clientes a los que Chad se refiere son los perros a los que baña.

-Toby y Max.

- ¿Y se portan bien con mi chico?

Chad sonríe.

-Max es tranquilo, ahora Toby si me costó bañarlo, es más lo tuve que hacer dos veces.

-Me encantan los perros, pero a mama nunca le han gustado.

- ¿Por qué?

-No lo sé, tal vez porque cuando ella era pequeña creo que se robaron al suyo y el que teníamos cuando papa estaba vivo murió a los tres meses que él muriera, se llamaba Jack y papa y yo lo amábamos, no le desagradaba Jack ya que papa y yo lo cuidábamos, creo que no le gusta encariñarse con ellos.

Chad Asiente, pero no dice nada, saca algo de su bolsillo y me entrega mi iPod.

-Gracias por prestármelo.

-De nada, ¿para que lo querías?

-Es una sorpresa - me dice él.

-En serio ¿para quién? - pregunto yo curiosa.

-Para mí chica - contesta él acercándose a mi para darme un beso.

- ¿Qué es? - pregunto ansiosa.

-Ah no, todavía no está listo, tienes que esperar - Dice Chad.

Sonrió y asiento, me pongo un audífono y le doy el otro, Chad se lo coloca y pulso al play y de inmediato mi corazón da un vuelco, empieza a sonar África del grupo ToTo, cierro los ojos y dejo que la canción me llene, Chad toma mi mano entre las suyas, asume que es una canción especial para mí y tiene toda la razón si lo piensa, seguimos escuchando la canción frase por frase, coro por coro, es inevitable que los recuerdos que tengo con papa no me vengan a la mente y siento un nudo en la garganta.

Cuando termina la canción digo.

-Amo esta canción.

-Es muy hermosa - me dice Chad.

-Así es, esta canción me recuerda mucho a papá, cada vez que la escuchábamos compartíamos ese momento juntos, a los dos nos gustaba mucho aunque ese no era mi tipo de música, la primera vez que la escuche íbamos en su camioneta con Jack atrás, nos dirigíamos al super mercado, empezó a sonar la canción en la radio y él dijo "Ow que canción, Dios bendiga la lluvia que cae en África" Yo no entendía muy bien que quería decir y nunca se lo pregunte, pero ahora que se todo lo que pasa y las limitaciones que tienen en ese país lo entiendo, no puedes tener una vida sin un líquido tan necesario como el agua.

Años después nos seguía gustando la canción y siempre la escuchábamos, busqué la letra y tenía un pedazo que decía "I bless the rains down in Africa" ahí entendí por qué dijo eso la vez pasada. Después de que él muriera me fui un año a África a hacer voluntariado, creo que era mi manera de recomponerme y de seguir, pero a la vez de no perder esa conexión con mi padre. Él era una persona demasiado humana sabes, le encantaba demasiado ayudar a las personas. - No sé por qué le cuento esto a Chad, nunca lo había hablado con nadie, pero sé que puedo confiarle algo tan importante para mí.

-Es una linda historia Nena - me dice Chad cuando me abraza y me besa la cabeza.

Nos quedamos así mucho tiempo, estar así con Chad son de las cosas que me gustan, no se necesitan muchas palabras para comunicarnos, basta con que nos abracemos y nos sintamos cerca.

- ¿Y qué hay de tus padres? - pregunto teniendo la esperanza de que vaya a contarme más cosas sobre él.

-Están bien supongo, no tengo contacto con ellos desde hace unos años - su respuesta es seria.

- ¿Tienes hermanos?

No me responde enseguida, cuando pienso que no lo va a hacer y busco como cambiar el tema, responde.

-Una hermana -.

- ¿Como se llama? – me arriesgo a preguntar más de la cuenta.

-Linden - dice seriamente y rápido pregunta - ¿No te ha dicho nada tu madre de mí?

Su pregunta me confunde y claro que me doy cuenta de que no quiere que le siga preguntando por su familia, no quiero incomodarlo así que no lo hago.

-No, no me ha dicho nada, solo ha dicho que seguiremos ayudándote, ¿por qué?

-Por nada.

Yvuelve el silencio, pero esta vez no es del cómodo. Chad en sus pensamientossin dejarme entrar y yo triste porque aún no confía en mí. Que habrá pasadopara que no quiera hablar de nadie de su familia, por que Chad no se encuentracon ellos, se que no es una mala persona, se que no es de los chicos malos.Quisiera ayudarlo, pero no me cuenta mucho y no se si él quisiera mi ayuda.

Contrato de VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora