Una Eternidad || Delena »Editando

Stelena Vs. Delena 8

—Estar aquí hace que el día secreto sea difícil, ¿no lo crees? —dijo Elena con aire travieso. Damon sonrió forzadamente. Sacó una bolsa de sangre.

—Te traje algo.

—Eso es una bolsa.

—La última vez, las circunstancias no eran las óptimas. Y creo que debes intentar otra vez, ver si funciona. Por favor, por mí —la miró fijamente. Elena agarró la bolsa de sangre y la abrió para beber de ella. Mantenía las cejas juntas, Damon la miró. Elena dejó de beber para ver si la devolvía, no pasó. Siguió bebiendo y Damon frunció las cejas—. ¿Estás bien?

—Estoy —apartó la bolsa— estoy bien, sabe a sangre. La otra sabia a basura —rió volviendo a beber de la bolsa.

—¿Segura que estás bien? —insistió Damon.

—Mejor que bien —sonrió Elena—. Tal vez la otra estaba echada a perder o algo así. No puedo creerlo, Damon. Ya no tengo que lastimar a nadie —lo abrazó. Damon procesaba lo ocurrido—. Me voy a clase —lo besó.

*

Elena estaba dentro de la tina de baño, Caroline y Bonnie a su lado sentadas en el piso. 

—Ser vampiro es tan raro —comentó Elena, habían estado toda la noche bebiendo y bailando—. Dios, amo ésta tina —dejó su cabeza en el borde mirando el techo— ¿por qué no hacemos esto más seguido?

—Te diré porqué, asco —le dijo Caroline, Elena la volteó a ver frunciendo las cejas aunque mantenía una sonrisa—. Piensa en todas esas zorras que Damon ha traído a su guarida de inequidad —se rió. Elena se enderezó resoplando, Bonnie la miro incómoda—. Ya perdón, me he portado bien y ya me voy a callar.

—No, no lo hagas por mí. Habla más, es sólo Damon, ¿no? —reprochó Elena.

—Di lo que quieras sobre el destripador Stefan pero al menos no es tan promiscuo —Caroline volvió a reír.

—Basta —le dijo Bonnie negando con la cabeza. Caroline borró su sonrisa.

—¿Y qué fue lo que te hizo saltar a la cama con él en cuanto lo tuviste cerca? —le dijo Elena cruzando los brazos.

—Es un narcisista sociópata y yo no lo sabía —respondió Caroline.

—Siempre ha estado cuando lo necesito.

—Sí, porque espera que duermas con él.

—Pues tal vez ya lo hice —la sorpresa se reflejó en el rostro de Caroline y Bonnie.

—¿Qué hiciste? —Caroline frunció las cejas.

—No es cierto —dijo Bonnie, no creyendo. Elena la miró y asintió.

—Sí, lo hice —Caroline sacudió la cabeza—. Sé que a ustedes no les parece pero soy feliz. Y quería pasar la noche con mis amigas para poder decirles —se puso de pie y salió de la tina para después salir del baño.

*

Elena dejó los cojines en su lugar correspondiente y recogió el desorden, Bonnie y Caroline aparecieron en la entrada de la sala.

—Elena, basta —pidió Bonnie.

—Se acabó la fiesta, se tienen que ir —les dijo Elena aún recogiendo.

—No te molestes, sólo queremos cuidarte —le dijo Caroline.

—¿Creen que me da gusto que ustedes lo odien? —las volteó a ver—. Entiendo, su vida no ha sido perfecta pero, yo no lo odio —Bonnie la miraba con las cejas fruncidas de tristeza y Caroline voló los ojos—. No puedo, es... Creo que me estoy enamorando —Caroline gimió harta.