Stelena Vs. Delena 7

50 3 0
                                    

Elena caminó por el jardín delantero de la casa Loockwood con las zapatillas en una mano y sosteniendo una tela doblada limpiando la sangre de su cuello tras el ataque de Jeremy.

—¡Elena, espera! —le gritó Stefan siguiéndola.

—Debemos encontrarlo, esto no debería pasarle.

—Elena, espera... —la sujeto del brazo, deteniéndola—. Es mi culpa.

—¿De qué estás hablando? —Elena frunció un poco las cejas.

—Creo que cuando un cazador mata a un vampiro el ansía por matar va creciendo —Elena procesó las palabras.

—Dime que Jeremy no ha estado contigo todo este tiempo —lo miró fijamente y Stefan apartó la mirada, dándole la respuesta clara—. Dime que no lo has hecho matar... —miró alrededor— ...vampiros, Stefan.

—Necesitamos el mapa para la cura.

—Si recuperar mi humanidad significa quitársela a Jeremy no quiero la cura.

—Sólo así lo arreglaremos —repuso Stefan, Elena abrió la boca, terminando de creer lo que Stefan dijo.

—Sólo a mí. Arreglarme a mí —suspiró—. No sabes amarme así. Esto es lo que soy ahora. La otra Elena murió ese día en el puente. Suéltala —Stefan bajó la cabeza. Elena mantuvo las cejas fruncidas y dio vuelta, Damon caminaba hacia ellos. Elena alzó las comisuras de sus labios, sólo un poco, Damon le devolvió el acto. Elena volvió a ver a Stefan y éste se alejó de ella.

*

Damon abrió la puerta y miró a Elena con bolsas enormes donde traía su ropa. Damon le dio el paso. Ella entró lentamente al hogar de los Salvatore. Stefan apareció desde la sala.

—Ya no puedo quedarme en mi casa —le dijo Elena. Stefan suspiró mirándola, luego miró Damon.

—Elige habitación —Stefan se encogió de hombros. Elena alzó las comisuras de sus labios—. Yo me iré —y caminó fuera de aquella casa.

*

Damon caminó hacia Elena con dos vasos de whiskey. Le tendió uno y ella lo tomó.

—Gracias —dijo Elena antes de beber.

—Estaba siendo cortes —se sentó a su lado en el sofá—. Creí que odiabas el whiskey.

—Mi hermano quiere matarme.

—Bienvenida al club —bromeó Damon. Hizo chocar delicadamente sus vasos y bebieron.

—Jeremy no puede vivir conmigo, Stefan quiere cambiarme y Caroline admitió que no le agrado así. Se puede decir que no soy tan buena siendo vampiro.

—¿Sabes lo que creo?

—¿Mhm? —lo miró.

—Que jamás te había visto más viva —Elena sonrió. Luego su mirada se perdió en el recuerdo.

—Con el baile que hicieron hoy me recordó cuando...

—¿Cuando bailamos juntos? —terminó de decir Damon por ella.

—Quería bailar contigo hoy —sonrió. Damon dejó su vaso en la mesa de centro y agarró el vaso de Elena para dejarlo también en la mesa. Luego se levantó y le extendió su mano. Elena miró su mano unos segundos antes de tomarla. Caminaron hasta la chimenea y bailaron lentamente. Sus pechos se juntaron.

Damon hizo que Elena diera una vuelta y cuando volvía a sus brazos, sus labios se juntaron. Primero fue una simple unión de dos bocas pero luego se convirtió en un beso completamente salvaje. Debido al éxtasis y que ambos eran vampiros la temperatura subió, Elena empujó a Damon contra la pared para arrancarle la camisa, ante el impacto una lámpara se cayó y rompió. Luego Damon la empujó contra la pared pero atravesaron la sala entera cuando la espalda de Elena quedó contra el muro.

Le acarició la pierna y le devoró la boca.

*

Damon abrió los ojos lentamente, estaba sólo en la cama cubierto por una sábana blanca que tapaba poca parte de su cuerpo.

—¿Elena? —llamó. Elena salió del baño, llevaba puesta la camisa de Damon con un sólo botón abrochado. Le veía el sostén.

—Hola.

—Hola —Elena saltó a la cama y quedó recostada junto a Damon—. Creí que te habías ido.

—Tengo que llegar a clase al menos —alzó su mano y miró su muñeca, simulando tener un reloj— hace veinte minutos —jugó. Llevó su mano a la nuca de Damon y le besó mientras sonreía. Damon sonrió también y acarició su pelo— ¿y esa cara?

—¿Qué cara? —no la miró a los ojos, siguió jugando con el pelo de Elena que caía sobre su pecho. Sonrió de nuevo y levantó la vista para mirarla.

—Esa cara —Damon voló los ojos pero de satisfacción.

—Estoy feliz —Elena sonrió mientras Damon volvía a besarla. Y a poseerla.

*

Elena y Damon bajaron las escaleras con una sonrisa.

—Bolso —le dijo Damon. Elena tomó su bolso de una mesa que estaba en el pasillo.

—Lo tengo —Elena colgó su bolso en su hombro y Damon agarró una pañoleta que colgaba de éste.

—Bufanda —Elena caminaba frente a él así que giró a verlo.

—¿Qué? —Damon colocó la pañoleta sobre el cuello de Elena y con cuidado la acercó a él, besándola. Ella le siguió—. Oye, Damon —Damon colocó su dedo índice sobre los labios de Elena.

—No, no, no lo arruines —Elena quitó la mano de Damon de su rostro.

—No sabes qué iba a decir —sonrió.

—Supongo que era algo como "¿Qué vamos a decirle a Stefan?" —Elena borró su sonrisa.

—Debe saber.

—Yo sé que debe —se quejó Damon frunciendo las cejas—. Pero no sé cuándo decírselo.

—Sabe que hay algo entre nosotros y es por eso que terminamos.

—¿No podemos disfrutar un día egoísta y secreto antes de destruir su día? —llevó sus manos a las mejillas de Elena y la miró fijamente.

—No deberíamos... —Elena se alejó un poco de él.

—No, Elena, es nuestro momento. Jamás ha sido correcto pero ahora sí. Sólo un día. Uno —la miró con ojos de cachorrito.

—Bien, un día —sonrió.

—¡Sí! —sonrió. Ambos caminaron a la puerta, al abrirla miraron a Stefan. Elena dejó de sonreír.

—Hola.

—Hola —Stefan miró a Damon quien mantenía la puerta abierta, Damon miró a Elena.

—¿Te veo en historia? —comentó Elena.

—Sí —Elena asintió bajando la cabeza. Luego salió y se fue. Stefan entró a la casa, Damon cerró la puerta y giró a verlo, Damon se sintió incómodo.

—Tengo que decirte algo.

 *

—¿Su señor?¿En serio, Stefan? —Damon tenía una ceja arriba—. Es lo más patético que te he oído decir, y eso ya es decir algo.

—Tu sangre la transformó, ¿no? Ha sido diferente desde entonces por ti, ¿puedes negarlo?

—Claro que sí. Yo conseguí que Elena aceptara ser vampiro. Ustedes no soportan que esté feliz por mí.

—Demuéstralo. Dile que puede beber de una bolsa.

—No es así. Su sangre doppelgänger rechaza la sangre de bolsa.

—Sí, porque tú le dijiste. Le dijiste que necesitaba sangre directo de la vena y casi murió por complacerte —Damon procesó las palabras sin mirar a su hermano—. Mira, pídele que beba de una bolsa. Menciona que te haría feliz que funcione. Si me equivoco, te pediré disculpas. —Damon lo miró.

—Cuando ella rechace la bolsa, y lo hará, tu disculpa deberá ser épica.

Una Eternidad || Delena »EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora