Una Eternidad || Delena »Editando

Stelena vs. Delena 14

Elena tomó la foto con vidrios rotos donde ella sonreía junto a Jeremy, la miró sin más. Con el rostro inexpresivo.

—Es un error —dijo Stefan detrás de Damon, quienes hablaban fuera de la casa.

—No lo es y lo sabes. Sólo así sobrevivirá. La ayudaremos, la vigilaremos y cuando esté lista la traeré de nuevo con el vínculo.

—Su humanidad, Damon. Sólo le quedaba eso.

—No significa nada si no tienes a alguien que te importe, Stefan.

—Te tenía a ti.

—Perdió a su hermano. Yo no basto, no está vez.

—Escucha Damon, sé que hemos pasado malos momentos respecto a Elena...

—Sí bueno, creo que eso ya no importa —Stefan bajó la mirada y luego lo miró.

—Yo sólo... Quiero que sepas que... —no terminó de hablar.

—Lo sé, Stefan —Damon alzó las comisuras de sus labios en una sonrisa cerrada y colocó su mano sobre el hombro de su hermano.

Elena dejó la foto en un mueble y caminó a la chimenea, volvió a encender un fósforo. Stefan y Damon entraron.

—Elena, no lo hagas. Podemos buscar otra historia —le dijo Damon. Elena negó con la cabeza.

—Ésta es la mejor. Nadie hará preguntas —dijo con la voz apagada. Al igual que su humanidad.

—Si quemas la casa, se habrá ido —le dijo Stefan avanzando hacia ella—. ¿Y si algún día cuando esto termine, quieres volver a casa? —Elena miró la llama.

—No querré —dijo dejando caer el fósforo. El fuego se expandió y ellos salieron de la casa.

*

Elena caminaba sobre la línea de la carretera, en medio de la nada. De repente se dejó caer al suelo con los brazos y las piernas extendidas.

Mientras tanto Damon y Stefan platicaban en la casa Salvatore.

—La vamos a perder, Damon.

—Dale tiempo, sólo han pasado unos días —Damon tomó un vaso y se sirvió bourbon en el.

—Apagó su humanidad, básicamente perdió lo que la hace ser ella.

—Es un vampiro. Ese interruptor es una gran ventaja. ¿te deprime la muerte? —lo volteó a ver tronando sus dedos—. Voalá, proeza vampiro —se llevó el vaso a la boca para dar un trago.

—Ella quemó la casa de sus padres, con el cadáver de su hermano adentro.

—Nos ahorro el trabajo de hacerlo nosotros, dale las gracias.

Un auto se detuvo al ver el cuerpo tirado en medio de la nada.

—En el peor de los casos, uso el vínculo señorial y le digo que lo vuelva a encender.

—No, su hermano murió. Si esa pena le llega de golpe, va a abrumarla. Hay que darle una razón para que quiera encenderla.

—Bien, la pasará bien —Stefan voló los ojos—. Sé que es controversial pero a la gente le gusta divertirse.

—¿En serio crees que eso funcione? —Stefan alzó las cejas.

—Lo vamos a averiguar.

La mujer que conducía el auto salió corriendo hacia el cuerpo de Elena.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada la mujer—. ¿Fue un accidente?¿Qué te pasó?¿Te duele? —Elena abrió los ojos.

—No siento nada —dijo con la voz ronca.