Stelena vs. Delena 2

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—¿Trajiste la sangre? —Elena y Damon se ocultaron tras un árbol.

—¿No quieres decirlo más alto? —mofó Damon—. Ten —le extendió la bolsa. Elena bebió, disfrutó un segundo antes de devolverla—. Elena —Damon frunció el ceño.

—No, no puedo —dijo con la voz rota—. Sabe a... ¿Qué me pasa?

—No lo sé —le limpió los labios—. Tal vez tu sangre doppelganger rechaza la transición.

—Me estoy muriendo,¿verdad?

—No, no estás muriendo. Sólo debes beber de la vena —Elena negó.

—No, no puedo arriesgarme a matar a alguien, Damon. Tal vez sea mejor si muero —Damon la tomó de los hombros.

—No pienses así, Elena —la miró a los ojos—. Vas a estar bien —la iglesia hizo sonar sus campanas.

—Tengo que volver a entrar —Elena caminó al interior.

Stefan la miró alejarse de Damon, miró a Damon recoger una bolsa de sangre. 

—Ay, no —maldijo Damon.

—¿Qué hay en la bolsa, Damon? —Stefan se colocó a su lado.

—Un bocadillo, la iglesia me da hambre por la sangre de cristo —bromeó. Stefan lo miró serio— La traje por Elena.

—¿Tanto te interesa que lo haga a tu modo?

—No es mi modo, es el único modo.

—Si lastima a alguien, querrá apagar esa culpa tal vez lo suficiente como para apagar su humanidad.

—¿Se volverá destripadora? —Stefan se congeló un segundo.

—No se convertirá en lo que fui.

—No vaya a ser que se convierta en lo que yo. Es lo que piensas. Vas a ceder a esto eventualmente, entre más rápido lo haga más rápido aprenderá a tener control.

—Es fuerte, si la ayudamos podrá sobrevivir.

—¡Se muere de hambre, Stefan! —exclamó sólo para que ellos dos escucharan—. No ha podido digerir sangre en días.

—¿De qué estás hablando? Dijo que estaba bien.

—Te mintió. Tu suplemento de cuatro patas no funcionó, el tetra pack tampoco. Ni siquiera pudo con mi sangre.

—¿Bebió de ti?

—Ups, ¿lo dije o lo pensé?

*

Stefan le pasó un vaso a Elena. Ella bebió e hizo un gesto de asco.

—Ayuda contra el ansia —Elena bebió más.

—Estás molesto —le dijo Elena al notar su mirada.

—Sí, un poco. Me mentiste.

—No te dije, eso no es mentir.

—Por favor, Elena. Me mentiste y lo sabes.

—Estabas feliz porque funcionaba y yo creí que tú no...

—¿Crees que estoy feliz?

—Yo no quería arruinartelo

—Estás en el infierno, por lo tanto yo también. Y vas con Damon por apoyo —Elena suspiró.

—Sí, porque creí que él entendería.

—¿Crees que yo no?

—Stefan, mira...

Una Eternidad || Delena »EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora