Stelena vs. Delena 11

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—Calma, hermanito —dijo Stefan con una estaca de madera en su mano. Damon trató de incorporarse pero estaba muy débil, sólo pudo alzar la cabeza—. Perdiste mucha sangre.

—¿Me desangraste? —Damon hizo un esfuerzo por recargarse sobre sus codos.

—La verdad no tenía opción. La hipnosis sigue funcionando, necesitas quedarte aquí —lo miró—. No tenemos verbena y sólo así podía debilitarte.

—Suenas desconsolado —se mofó Damon, le costaba bastante hablar— ¿No deberíamos ir tras Kol? Para deshipnotizarme.

—Sí, eso suena fácil, Damon. De inmediato —ironizó Stefan. Damon no resistió, sus brazos se doblaron y cayó sobre su espalda, tosió.

—Déjame ver a Elena.

—Por favor, sabes que no puedo. Eres su señor, le dirás que te deje ir. Es arriesgado —Stefan se acercó a su hermano y lo miró tirado.

—En serio te da gusto, ¿no?

—Es mejor para Elena que te quedes, al menos hasta encontrar la cura. Y cuando ya no seas su señor y no estés hipnotizado, pueden hacer lo que los dos quieran —Stefan dio vuelta y salió de la prisión que había en su casa.

—Stefan, espera, Stefan —le habló Damon pero Stefan cerró y subió. En el pasillo se encontró a Elena.

—¿Irás a ver a Damon?

—Tengo que hablar con él.

—No puedes. Te dirá que lo dejes salir.

—Pero no lo haré.

—No tendrás opción. Es tu señor —Elena suspiró—. ¿Es todo? —Elena bufó.

—Stefan, ¿qué haces con Rebekah? Quería matarme.

—Y ésta es la segunda vez que Damon trata de matar a Jeremy. Creo que nadie es perfecto, ¿no? —Elena volvió a bufar.

—¿Es para castigarme? No sé cuántas veces puedo disculparme.

—Nunca te lo pedí. Puedes hacer lo que quieras, Elena. No me importa —Elena abrió la boca, comprendiendo.

—Te duele. Te duele y nos castigas, Stefan, no eres así —lo miró negando.

—Claro que sí. Jamás me habías visto así. No sabes cómo soy sin estar enamorado de ti —las palabras calaron en el interior de Elena—. Le diré a Damon que viniste —Elena tragó, eso le dolió.

*

—¿Dónde está el optimismo Gilbert? —Damon entró a la sala de su casa, Elena se puso de pie, Bonnie y Jeremy sólo lo miraron desde donde estaban. Elena sonrió—. Hola —dijo una vez frente a ella. Elena lo abrazó y se sintió cómoda en sus brazos—. Me perdí lo emocionante —bromeó.

—Me da gusto verte —dijo Elena. La puerta principal se abrió cuando ellos se separaron, Stefan cerró tras de si.

—No me perdí de mucho —alzó y bajó las cejas. Se acercó a la sala, Elena tragó grueso—. Tengo la lápida de Silas.

—Esperamos que, la marca de Jeremy crezca —dijo Elena. Stefan dejó la lápida en una mesilla, Damon lo miró con los ojos entrecerrados— Atrapamos a Klaus en la sala de mi casa.

—Temporalmente —agregó Bonnie— Usé la luna nueva para el hechizo, tienen tres días para encontrar la cura. Cuatro, como máximo.

—Si no, sería mejor buscar a Katherine Pierce a ver si quiere compañía. Porque nos perseguirá —bromeó Jeremy.

Una Eternidad || Delena »EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora