Robando tu Corazón *Yuri On Ice* (AU Detective y Ladrón)

8. No hay primera sin segunda (Parte 1)

- Yuuri~ ¿Por qué tardas tanto?- el detective se había aburrido de esperar y subió al segundo piso en busca de los dos amigos.

- ¡Vi-Viktor!- el japonés salió raudo desde una de las habitaciones.

- Yuuri ¿Está bien tu dedo?

- Si, ningún problema, vamos volvamos a la cocina- dijo mientras pasaba por al lado del ruso.

- Pero y tu amigo ¿No va a venir?- el detective se acercaba peligrosamente a la puerta por la que Yuuri había salido

- ¡No!- en un rápido movimiento el pelinegro tomo la mano del ruso y lo jaló despacio hacia las escaleras junto con él- Pichit vendrá enseguida, vamos nosotros por mientras.

Fue un trayecto corto desde las escaleras hasta la cocina, pero el detective sintió como si hubiese caminado entre las nubes junto a su hermoso japonés, tomados de las manos, una vez llegaron la magia se acabó, lo soltó para seguir haciendo la comida.

Yuuri prefirió concentrarse en preparar el katsudon y no pensar en todas las cosas que había arriba. Yurio le hacía algunas preguntas sobre la comida de Japón de vez en cuando y lo ayudaba con pequeñas cosas. Viktor se dedicaba a verlos con una sonrisa boba en la cara hasta que Pichit bajo y se puso a conversar con él.

Cuando todo estuvo listo se sentaron en la mesa del pequeño comedor y Yuuri fue el encargado de servir.

- Nada mal cerdo- dijo Yurio al ver los tazones con comida.

- ¡Wow! ¡Amazing!- una sonrisa en forma de corazón se formó en el rostro del mayor de los rusos, eso le causo gracia a Yuuri, quien miraba disimuladamente la reacción del tío y su sobrino.

- Y eso que aún no lo prueban, el katsudon de Yuuri es lo mejor del mundo

- ¡Vkusno! - fue lo único que el japonés escucho mientras los otros tres devoraban la cena.

Al terminar Viktor y Yurio se ofrecieron a lavar la loza, aunque el mayor tuvo que darle un disimulado codazo al menor para que le hiciera caso.

- ¿Y cuándo piensas declararte Yuuri?

- ¡Pfff!... ¡cof! ¡cof!- el japonés se atraganto con su propia saliva gracias al comentarios de su mejor amigo. Ambos aún estaban en la mesa mientras los rusos se encargaban de la cocina- Tú quieres matarme ¿Verdad?

- ¿Qué? Solo estoy preguntando o me vas a decir que no te gusta Viktor. Te conozco como la palma de mi mano Katsuki y puedo ver cuánto te atrae el detective ese

- Ese n-no e-es el problema- dijo tratando de no tartamudear y poniéndose rojo hasta las orejas- Estamos hablando del tutor de uno de mis alumnos. No es correcto Pichit

- ¿Entonces si te gusta? ¡Lo sabía! Venga Yuuri arriésgate, se nota que lo traes baboso, solo tírate encima de él y...

- ¡Ya cállate!- el pobre no daba más ante los comentarios de su amigo, lo único que atino a hacer, fue a cubrirse el rostro con las dos manos en un inútil intento por ocultar su vergüenza al verse descubierto, eso, y rogar al cielo para que el aludido no haya escuchado nada desde la cocina.

Después de un rato el par de rusos comenzó a despedirse, pues el menor de ellos comenzaba a sufrir de un ligero estado de malhumor debido al sueño. Los acompañaron hasta la entrada en donde Viktor les dio las gracias por la cena y se despidió.

A Pichit le dio un fuerte apretón de manos, y a Yuuri un suave beso en la mejilla que lo dejo congelado en su posición y comenzando a adquirir esas tonalidades cálidas en su rostro que eran tan características en el cuándo se trataba del ruso. Pichit lo miraba divertido de reojo mientras veían el auto partir.