Robando tu Corazón *Yuri On Ice* (AU Detective y Ladrón)

20. Llámame Pichit el celestino (Parte 3)

Yuuri se removió incomodo, sentía su cuerpo acalambrado. Se restregó fuertemente los ojos y se dio cuenta que estaba en la sala, trató de moverse pero algo se lo impedía. Entonces recordó que estaba viendo una película con Viktor, notó como este estaba dormido y aún lo tenía firmemente agarrado.

- Viktor despierta- trató de decirle, pero el ruso no reaccionaba.

Entonces intentó deshacer él mismo el agarre del detective. Después de un rato tironeando y sin que el otro mostrara el más mínimo signo de despertar logro soltarse. Pero antes de salir de aquel cálido sitio entre los fuertes brazos Viktor, se tomó un tiempo para mirarle más de cerca. Elevó un poco su rostro hasta quedar de frente con el del peliplata, siempre que trataba de mirarlo se ponía nervioso, no quería que este lo atrapara viéndolo, pero ahora que estaba dormido aprovecharía la oportunidad.

Empezó inspeccionando sus facciones en general, le parecían muy refinadas. La piel de Viktor era más blanca que la de él, sus labios se veían suaves y más carnosos de lo que pensaba en un principio, su nariz respingada y fina le daba un aire elegante pensaba Yuuri, sus pestañas eran muy largas y tupidas, se acercó un poco más para verlas mejor, los cabellos despeinados sobre su frente le hacían ver realmente bien. Volvió a fijar su vista en los labios del ruso, el color de estos era exquisito, se acababan de volver su nueva parte favorita del rostro de Viktor, después de sus ojos claramente. De pronto un ruido similar a un "Click" lo sacó de sus pensamientos, levanto su vista para encontrarse con el tailandés y el rubio a un lado del sillón.

- ¿Vas a besarlo pronto? Se me acaba la batería Yuuri date prisa- dijo Pichit.

- ¡No! ¡Yo...- con el susto cayó de espaldas hacia el piso a los pies de Viktor, este se despertó debido al golpe y el grito del japonés.

- Mmh... ¿Qué sucede?- decía somnoliento mientras se restregaba los ojos.

- Nada- se apresuró a decir el moreno- solo que Yuuri nos hará el desayuno a todos ¿Cierto?

- Oye cerdo yo quiero panqueques- dijo Yurio.

- ¿Desayuno?- repitió confundido, miró hacia la ventana y pudo ver que ya había amanecido ¿Cuánto tiempo habían estado él y Viktor en el sillón? ¿En qué momento se habían dormido? Entonces se dio cuenta que los otros dos recién habían bajado- Un momento- dijo aun desde el piso- ustedes no han dormido ¿No me digan que estuvieron jugando hasta esta hora?

- ¿Yuuri que haces en el piso?- preguntó el peliplata al darse cuenta desde sonde estaba hablando el japonés.

- Sí cerdo ¿Por qué no le cuentas al anciano como terminaste en el piso?- una sonrisa maliciosa se extendía por los labios del menor. Yuuri miró a su amigo en busca de un aliado, pero este tenía la misma sonrisa que Yurio y supo que estaba sólo, que lo menos sensato en ese momento sería ir en contra de esos dos.

- ¡P-panqueques! ¡¿Cierto?!- se apresuró a decir mientras se ponía rápidamente de pie y terminaba de enrojecer- ¡¿C-como te gustan?! ¿Con mermelada? ¿Manjar? ¿Crema? ¿Frutas? creo que hasta hay Nutella- decía nervioso yendo hacia la cocina e ignorando la presencia del detective.

- ¿Me prestan el baño?- le dijo de repente el adormilado ruso al tailandés al ver que los Yuris se fueron de la sala.

- Claro, está en el segundo piso, la primera puerta a la izquierda- Pichit veía como el detective se levantaba del sillón y se dirigía a las escaleras. Una vez que los vio subir se fue hacia la cocina, debía ir a molestar a su mejor amigo en estos momentos, antes de que Viktor volviera a aparecer.

Yurio estaba inspeccionando cada centímetro del refrigerador, a pesar de que solo eran los dos amigos en la casa tenían bastante comida, más que él con Viktor.