Robando tu Corazón *Yuri On Ice* (AU Detective y Ladrón)

17. El cuarto robo

Museo de Detroit 1:00 a.m.

- Aun no entiendo por qué eso ¿No es un poco peligroso robar algo así de importante?

- ¡Claro que sí! Eso lo hace más emocionante ¿No?

- Como tú digas

- Además me pareció un objeto curioso, el cetro imperial de Catalina La Grande, emperatriz de Rusia ¿Sabías que era ninfómana? Me pregunto si tu detective ruso será igua...

- ¡Ah! ¡Ya cállate Pichit! ¡No son necesarios ese tipo de comentarios en este momento!

- Está bien ¿Entonces ya entraste?

- Acabo de hacerlo, pero no había nadie en las afueras

- Están adentro, al parecer se tomaron más molestias esta vez, hay alrededor de cinco policías custodiando el cetro ¡Oh! Además está tu detective favorito

- ¿Entonces lo hacemos como lo habíamos planeado desde el principio?- preguntó ignorando los intentos del tailandés por molestarlo- ¿O modificamos algo?

- No, me parece que debería funcionar. Haré sonar la alarma del otro lado del museo y esperemos que vayan a ver qué es lo que sucede

Yuuri se encontraba escondido cerca de la sala en donde estaba el próximo objeto a robar. Pichit hizo sonar las alarmas del otro lado de recinto y cuatro policías fueron a echar un vistazo, se quedaron Viktor y un policía más en el lugar.

- Hay dos ¿Crees que puedas con ellos?- le preguntó el moreno.

- Tranquilo, será fácil

El japonés tomó una gran bocanada de aire y se mentalizó, debía transformarse en Eros. Esta sería la primera vez que enfrentaría a Viktor mientras cometía un robo y además este no estaba solo, así que su actuación debía ser perfecta.

- ¡Vaya! Veo que cambio su estrategia Sr. Detective- dijo mientras se acercaba a los agentes.

- ¡Eros! Quédate ahí y pon las manos sobre la cabeza o abriremos fuego contra ti- anunció el ruso.

- ¡Whoa! Que rudo- se quedó quieto, estaba a unos pasos de los policías así que levanto sus manos hasta la altura de su cara- ¡oh! Veo que no está sólo ¿Acaso me está engañando Sr. Detective? Y yo aquí sufriendo por usted, que cruel- se acercó al policía que era un poco más bajo que él, lo tomó de la barbilla y levanto su cara un poco- ¿Cómo te llamas?

- L-Leo- respondió este sin poder hacer nada, había quedado en blanco.

- ¡Leo no le respondas!- le reprocho Viktor.

- No se ponga celoso Sr. Detective, yo solo tengo ojos para usted

- Suelta al muchacho y aléjate- decía el ruso mientras sacaba su arma y le apuntaba al ladrón.

En ese instante las luces del lugar se apagaron y todo quedó a oscuras. Viktor tuvo que guardar su arma pues no podía disparar en esa situación, podría terminar hiriendo a Leo.

- ¿Cuántas veces le he dicho que las armas son peligrosas Sr. Detective?

- ¡Leo! ¿Estás bien?

- Sí Capitán, pero creo que estoy esposado- le respondió este.

- ¿Qué?- el peliplata estaba un poco desesperado ante las oscuridad del lugar, no sentía ningún ruido y las luces de emergencia no habían funcionado, se maldijo internamente por olvidar traer una linterna- ¿Dónde estás Eros?