Robando tu Corazón *Yuri On Ice* (AU Detective y Ladrón)

34. Preparaciones

—¡Ah! ¡Yuuri! ¡No lo puedo creer! ¡Ah!

Un eufórico tailandés se encontraba yendo de un lado a otro de la sala, no paraba de gritar y Yuuri le seguía tratando de calmarlo.

—Pichit baja la voz... —le pidió, pues sentía que todo el vecindario era capaz de escucharlo.

—¡¿Cómo me pides que me calme Yuuri?! ¡Si besaste a Viktor bajo la lluvia! ¡Eso debió ser tan romántico! ¡Tengo tanto que aprender de ti! ¡Por eso llegaron ambos empapados! ¡Ah! ¡Aun no lo puedo creer! —de pronto el moreno paró en seco y se dirigió hasta su amigo para tomarlo de los hombros— ¡¿Por qué volvieron?! ¡Debiste ir hasta su departamento! ¡No me hubiese importado cuidar de Yurio toda la noche con tal de que ustedes hicieran...

—¡Ya Pichit! ¡Cállate de una vez! —gritó sonrojado al extremo, intuía a que se refería su amigo y eso lo puso nervioso— Y-yo n-no he pensado en esas cosas

—Pues deberías empezar a pensarlas Yuuri, tal vez deberíamos preguntarle a Chris, él sabe mucho sobre estos temas y puede darte consejos de cómo hacer...

—¡Basta! ¡No quiero oírte más! —lo único que podía hacer era llevar sus manos hasta su rostro para cubrirlo. Apenas si estaba asimilando el hecho de que tuvo el valor para besar a Viktor y Pichit ya le estaba sugiriendo hacer cosas más subidas de tono.

—Yuuri, cálmate, te van a oír los vecinos —decía tranquilamente el tailandés mientras tomaba asiento en el sillón de dos cuerpos.

—Recuérdame por qué soy tu amigo

—Porque te quiero yo, y tú a mí, somos una familia feliz, con un fuert...

—¡¿Quieres parar de torturarme con la canción de Barney?!

—Sebes perfectamente que no lo hare, ahora... —le hizo un gesto con la mano al japonés para que se acercara y tomara asiento al lado suyo— ¿Cuál es el próximo paso a seguir? Ya tienes a ese detective en la palma de tu mano ¿Qué harás? ¿Le pedirás salir o esperaras a que él te lo proponga? ¡Ah! ¡Eso será tan romántico! Yuuri es obvio que voy a ser tu padrino de bodas ¿Cierto?

—Pichit, ni si quiera sé cómo voy a ver a Viktor después de eso y tu...

—¡Eso si que no Katsuki! ¡No vengas de nuevo con tus inseguridades! ¿Acaso no dijiste que él te correspondió el beso? ¿Qué más pruebas necesitas?

—Solo... un poco de tiempo, aun nos estamos conociendo y todo esto parece tan... irreal

—Yuuri, Yuuri, Yuuri —decía el moreno meneando su cabeza en señal de negación— No hay caso contigo ¿Cierto? Está bien, no te insistiré más por hoy, lo mejor será que vayamos a descansar por ahora

Ambos se fueron hasta sus respectivos cuartos. Yuuri se dejó caer en la cama totalmente exhausto, no tenía la menor idea de que el experimentar tantas emociones intensas en un día le dejaría así de cansado. Sin embargo, estaba feliz, se sentía eufórico de solo recordar la cercanía del ruso, sus labios, su calor, su tacto, el cómo le besaba desesperadamente. Por un instante durante el beso sintió que nada le importaba, sintió que habían nacido el uno para el otro y que ese momento, era lejos el más mágico y perfecto de su vida. La conexión que sintió con Viktor en ese instante fue única, dudaba que alguna vez pudiese llegar a sentir eso con alguien más.

Como pudo trato de conciliar el sueño, pero las mariposas que revoloteaban en su estómago le impedían la tarea. Nunca creyó realmente en algo tan cliché, pensaba que la gente simplemente exageraba cuando se refería a esas cosas. Pero todo cambio cuando conoció a Viktor, cada vez se sentía más bobamente enamorado del ruso, no podía alejarlo de sus pensamientos durante todo el día y en la noche le quitaba el sueño ¿Quién diría que estar enamorado era una deliciosa tortura? Una tortura que, sin embargo, aceptaría las veces que fuese necesarias.