—TÍO— escuche gritar a Benjamín desde abajo.Yo me encontraba viendo una película en la habitación que compartía con Sergio. Si, ahora vivimos juntos. Derrumbamos la pared que dividía nuestros patios y ahora prácticamente nuestras casas están juntas. Todo esto lo hicimos porque Sergio insistió en que yo no podía estar sola en mi casa en el estado en que me encuentro, y yo obviamente acepte.
—Amor— me llamó Sergio al entrar a la habitación. Lo mire y sonreí.
—Hola amor— lo salude y me levante para darle un beso.
—Tenemos visitas— dijo cuando nos separamos.
—¿Quiénes?— pregunte curiosa.
—Bajemos— dijo mientras me agarraba de la mano.
—¿A quien trajiste, Sergio?— cuestione enarcando una ceja mientras comenzábamos a caminar.
—Ya veras— contestó.
—Deberías decirle a Nico que venga, quiero estar con él— pedí. Desde que volví con Sergio, me he vuelto muy cercana a Nicolas, casi siempre está aquí en la casa o yo en la de él.
—Luego lo llamamos— contestó cuando terminamos de bajar las escaleras.
Sergio me llevo hacia la sala, y, cuando ya estábamos llegando, vi a Benjamín jugando con un hermoso niño, era precioso.
—¡Ay que hermoso!— exclamé al verlo. Los niños voltearon a verme y Sergio rió.
—Thiagui mira, ella es _______, mi novia— me presentó Sergio con el nene. Puedo apostar lo que sea a que el nene ni sabe que es novia.
—Es mi segunda mami— le dijo Benjamín a Thiago. Yo sonreí al escucharlo, me encantaba que dijera eso.
—¡Hola!— me saludó Thiago emocionado.
—Hola chiquito— me agaché un poco para pellizcar su mejilla. Thiago rió— ¿Él es la visita?— le pregunte a Sergio.
—Si, pero no es solo él— respondió— Veni vamos a la sala—
Caminamos hacia la sala y vi a dos personas de espaldas a nosotros sentadas en el sillón.
—Wachos, esta es ________, mi novia— me presentó Sergio y las dos personas voltearon. Yo abrí mis ojos un poco más de lo normal por la sorpresa que me lleve.
—Hola _______, Sergio me ha hablado mucho de vos. Yo soy Lionel, pero decime Leo— se presentó. Si, era Messi.
—Un gusto conocerte, Sergio también me ha hablado mucho de ti— le sonreí. Yo le extendí la mano en forma de saludo pero él se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.
—Yo soy Antonella, un gusto— me dijo la chica sonriendo. Yo le devolví la sonrisa— No lo quería decir, pero soy tu fan, admiro mucho tu carrera en el modelaje— dijo. Yo sonreí.
—El gusto es mío, y gracias— conteste sonriendo y ella también me dio un beso en la mejilla. Ahí me percaté que Antonella tenía a un bebé en brazos, era hermoso— ¡Ay que lindo!— dije viendo al bebé. Lionel y Antonella sonrieron.
—Se llama Mateo— me dijo Antonella.
—¿Puedo cargarlo? Es que me encantan los bebés— pedí. Antonella asintió y me lo paso.
—Ya pronto tendrás uno— comentó Leo mientras observaba mi vientre.
—No veo la hora de que salga de aquí— dije mientras tocaba mi vientre. Todos rieron un poco.
—Y con lo ansioso que es el Kun me imagino que está peor que vos— dijo Leo mirando burlonamente a Sergio.
—Che Leo, ______ y yo queríamos decirte algo— habló Sergio.
—¿Qué cosa?— preguntó Leo.
—Yo quiero que seas el padrino del bebé, y _______ estuvo de acuerdo con eso. ¿Te gustaría serlo?— dijo Sergio.
—Y obvio que si, boludo— respondió Leo con una gran sonrisa. Luego los dos hombres se abrazaron como suelen hacer los hombres.
—¿Será niño?— pregunto Antonella.
—Aún no sabemos— respondí.
—¿Cuántos meses tenes?— cuestionó Antonella con el ceño fruncido.
—Siete— conteste.
—¿Y por qué no saben que será si ya tenes siete meses?— preguntó esta vez Leo.
—Porque la cita pasada, que fue hace como dos semanas, el bebe se estaba tapando con una pierna y no pudimos ver que era— respondió Sergio frustrado. Él aún no lo superaba.
—Me imagino cómo te pusiste cuando pasó eso— se burlo Leo.
—Papi tengo hambre— dijo el pequeño Thiago llegando a donde estábamos.
—Pero si acabaste de comer— se quejó Leo.
—Pero tengo hambre— repitió Thiago.
—¿Salimos a comer o pedimos un domicilio?— pregunto Antonella.
—Pidamos un domicilio, porque estoy cansada— respondi y todos aceptaron
(...)
—Yo abro, debe ser la comida— dijo Sergio mientras se levantaba e iba a abrir la puerta.
Yo me quede hablando con Leo y Anto, quienes me habian caido de maravilla, y ni hablar de lo encantada que estaba de sus bebes.
—Adivinen que, no era el domi— dijo Sergio mientras llegaba a la sala. Yo gire y vi a Nicolas.
—Te extrañe— dije mientras estiraba mis brazos hacia atrás y él besaba mi frente.
—Yo también te extrañé boluda— contestó y luego se sentó a mi lado.
—Se vieron ayer— dijo Sergio mirándonos raro.
—Eh pulga, qué sorpresa ¿Que haces aquí?— dijo Nicolás al ver a su amigo. Se abrazaron. Luego Nico saludo a Antonella.
—Vine a visitar— contestó Leo.
—¿Que tenes Kun?— le pregunto Nico al Kun.
Todos volteamos a ver a mi chico, y si, se notaba que tenía algo. Tenía sus codos apoyados en sus piernas, y su mentón recargado en las palmas de sus manos. Su mirada estaba perdida.
—¿Ah?— preguntó confundido mientras volteaba a mirarnos.
—¿Que pasa, amor?— le pregunte mientras acariciaba su pierna.
—¿Que pasa de qué?— preguntó aún confundido.
—Estás raro, y hace un rato no estabas así— explicó Leo.
—Estaba pensando en lo del bebé, en serio quiero saber que será, y no puedo aguantar otro mes más. Ya quiero comprarle cosas, saber que nombre le pondremos. En serio estoy desesperado— dijo. Yo hice una mueca.
—¿Y si vamos mañana con tu doctora, ________?— propuso Antonella.
—Pero mi próxima cita es en dos semanas— conteste.
—No importa, le decimos que queres saber ya que será el bebé. Obvio te va a atender— dijo Anto.
—Está bien, la llamaré ahorita para avisarle que voy mañana— dije.
—Por favor— suplicó el Kun y todos reímos.
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Las hice esperar mucho, lo se, y también se que el capítulo no es el mejor, pero estoy corta de ideas y no sabía que más escribir. Pero miren, sale Leo😻😻😻😻
Voten y comenten.
-L💕